
Acorde con su nueva situación, sus asesores electorales le han reciclado aquel eslogan usado en la campaña interna de su partido y que hoy repiten sus parciales en todas sus actividades proselitistas. “Corregir lo que está mal”, “Mejorar lo que está bien” y “Hacer lo que nunca se hizo” es un mensaje vacío que está muy lejos de captar la mentalidad bullanguera de un pueblo que hasta hace de una festividad tan sagrada como la Semana Santa una fiesta.
La pregunta que se cae de la mata, hablando en buen dominicano, es: ¿Qué es lo que está mal y que él va a arreglar? Esa fue la pregunta que se le escapó a los asesores y a la que Danilo, aunque conoce bien la respuesta, le es imposible contestar. Pero no tan sólo a Danilo le es imposible hablar sobre lo que está mal, también a sus seguidores de a pie, quienes son los llamados a defender a nivel de pueblo los pronunciamientos de su líder. Estos se quedan mudos cuando son confrontados con dicha pregunta. ¿Qué es lo que está mal?

El candidato peledeista necesita sacudirse, dejar de lado su intelectualidad y empezar a hablar el idioma de los hijos de machepa. Tiene que dejar esos spots de televisión llenos de cursilerías y empezar a hablar de la corrupción, quiénes la practican y como la va a controlar. Decir que el tamaño actual del gobierno es insostenible y que lo va a reducir. Que va a eliminar el barrilito de los senadores, las nominillas, y el nepotismo. Tiene que decirle al ciudadano común que él sabe de sus problemas, quienes son los que lo originan y como los va a resolver. Que la ostentación de riquezas de los funcionarios públicos es inaceptable y que el la va a eliminar. ¿Lo podrá hacer? Eso lo dirá el tiempo. Pero que esté seguro que de no hacerlo su campaña finalizara con la misma palidez con que la inició.

La lucha entre el “mejorar lo que está bien” y el “llegó papá” está definiéndose a favor de la segunda opción. Danilo necesita cambiar su discurso, alejarse de los elementos a los cuales el rumor popular señala como corruptos, y sobre todo, empezar a señalar lo que está mal y cómo lo va a corregir. De lo contrario, habrá un “Papá” en el Palacio Nacional el próximo año.
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