sábado, 3 de mayo de 2014

Buena suerte a los soñadores



 
Admiro el optimismo de quienes pretenden que a través de un voto contaminado y retorcido en su voluntad  --ya por comisión u omisión-- podrán conseguir alterar  en 2016 el trayecto de esta dictadura ilustrada a través de los mecanismos “institucionales” que la han hecho posible.

Lo primero que debe quedar establecido es que –como dice José F Ramirez— estamos en la “etapa morada del trujillismo” y que para enfrentarla medianamente en igualdad de condiciones es tratando y dirigiendo todos los esfuerzos a llevarla a su propia legalidad.

Las condiciones para alcanzar un objetivo político no podemos pretender que el enemigo nos las cree. No podemos insistir en el craso error de nuestra izquierda en los momentos álgidos de nuestra historia contemporánea que alegaba “falta de condiciones” como excusa para acometer determinadas acciones, pero tampoco se hacía nada para crearlas.

Es lo mismo que estamos presenciando ahora. Todas las instituciones del Estado que tienen la responsabilidad de garantizar el ordenamiento jurídico, político, social y de seguridad pública están seriamente contaminadas y actuando de espalda a su razón de ser como parte de un régimen eufemísticamente democrático.

Pero,  ¿qué ocurre? Oh! que nadie en la “oposición” o la sociedad civil siquiera se le enciende el bombillo pra plantear un ensayo de movilización cívica a escala nacional y de denuncia en los organismos internacionales sobre lo que está sucediendo en República Dominicana.

En ese orden de cosas, ¿me puede decir alguien que en las actuales condiciones de desorden institucional inducido para conveniencia de quienes lo propician es dable esperar que un proceso electoral pueda tener siquiera la mediana transparencia que permita aunque sea un cambio en el poder político?

Ya lo pensaba Calderón de la Barca allá por mediados de 1600 cuando estrenaba su tragicomedia 'La vida es sueño'. Allá los que dentro de su ingenuidad decidan seguir soñando en cuanto a la triste realidad de nuestro país y lo que le espera, si a tiempo no se produce una acción que sacuda los cimientos que amenazan con perpetuar este estado de cosas. Quédele claro, nada hay que buscar en un proceso electoral en un escenario con las actuales condiciones.
Roberto R. Rodriguez

martes, 8 de abril de 2014

¡CONFESEMOS QUE PERDIMOS!


¿Qué si políticamente hemos retrocedido? Que hablen estas dos fotos: la de arriba registra la pírrica y vergonzosa asistencia a la manifestación de rechazo a la mutilación al artículo 85 del CPP que suprime al ciudadano el derecho a proceder judicialmente contra cualquier funcionario sindicado como responsable de acciones dolosas en el desempeño de sus funciones en perjuicio de los fondos del Estado o en violación a los derechos ciudadanos, celebrada apenas el 5 de este mes de abril en el parque Independencia. En cambio, la de abajo es un recuerdo nostálgico de aquella manifestación del 14 de junio de 1962, en el mismo parque Independencia, donde el líder del movimiento que llevaba el nombre de esa fecha, Manuel Aurelio Tavárez Justo agrupó a cerca de 40 mil personas para denunciar la rampante corrupción que sacudía los cimientos de las instituciones públicas señalando a los  “enemigos del progreso, si los bienes del pueblo son sustraídos a ese pueblo y entregados a los enemigos y sigue en vigencia y se pone en práctica la ley de emergencia, y se pretende en consecuencia golpear en esa forma al pueblo y a sus organizaciones más honestas, identificadas con la lucha del pueblo” no dejarán otro camino que el de la lucha por la “libertad o muerte”.  Cotejar estas dos fechas distanciadas por 52 años de historia de por medio, con estas dos fotos y similares propósitos, y en el mismo lugar, no queda espacio para la duda de que hemos políticamente retrocedido. Que otra vez hemos perdido la batalla. Que el sábado 5 de abril la dictadura trujillista, en su etapa morada, ha entrado en una vertiginosa ebullición hacia la más tenebrosa y dolorosa realización. Tan confiados están sus mentores y gestores, que el mismo día de este evento, que se suponía patriótico y de un carácter nacional, el ministro de Defensa y el presidente del Senado, aparecían en las redes sociales en el Fenway Park de Boston, en un gesto de burla y desprecio a quienes promovían el rechazo al dogal que la canallada corrupta y rastrera se propone colocarle al cuello del pueblo dominicano. Confesemos que perdimos. Aceptemos que este pueblo se ha hecho merecedor del martirio que apenas comienza. Que la noche será larga y demandará desandar los caminos para retomar una nueva fidelidad a la solidaridad, para superar esta  noche oscura, aparentemente sin salida, que se nos viene encima.

lunes, 24 de febrero de 2014

Cerro Maravilla: un encuentro con la historia

Roberto R. Rodríguez R.



 CERRO MARAVILLA (Puerto Rico) Recorrer la ruta  que lleva desde San Juan a Cerro Maravilla (también renombrado Cerro de los Mártires) en Villalba, Puerto Rico, unas dos horas de carretera, es sentir la emoción de quien viaja hacia el encuentro con la historia del sacrificio heroico que en 1978 se escribió con la sangre de la inocencia traicionada y que puso al desnudo la conspiración contra la patria de Pedro Albizu Campos. La misma sangre que corrió cuesta abajo y ahogó en pueblos y ciudades puertorriqueños la impunidad y las mentiras conque el fascismo pretendió encubrir la vandálica acción acunada por quien actuando en nombre de la ley y al servicio del poder extranjero encabezó el entonces gobernador neofascista  Carlos Romero Barceló.
Arnaldo Darío Rosado y Carlos Soto Arriví, dos jóvenes independentistas, fueron llevados el 25 de julio de 1978 a Cerro Maravilla por un agente encubierto bajo el engaño de acometer una acción político-militar con la excusa de conmemorar dos hechos trascendentales ocurridos en Puerto Rico en ese mismo día pero de 1898 y 1952. El primero el desembarco de tropas norteamericanas que terminó convirtiendo a Puerto Rico en colonia y la proclamación de la constitución del Estado Libre Asociado que aún rige, pero en 1952.
Algo más de 35 años después, aunque el lugar donde ocurrieron los hechos se encuentra en un notable abandono, no así en la memoria de los ciudadanos contemporáneo que vivieron el desarrollo de los acontecimientos que hasta hoy son temas de conversación entre los puertorriqueños.
Aunque las opiniones sobre los hechos del 25 de julio de 1978 pueden variar de acuerdo con la idea política de cada quien, difícilmente se encuentre –incluso entre seguidores de Romero Barceló—quien descargue de responsabilidad al entonces gobernador, quien llegó a llamar “héroes” a los policías que cometieron la ejecución.
Incluso llegó a conocerse que la planificación y puesta en ejecución de los asesinatos se hicieron para atender presiones de Washington que había estado preocupado por otros hechos de corte terroristas ocurridos entonces en Puerto Rico y que fueron inducidos por el mismo agente encubierto, Alejandro "El Fraile" González Malavé.
El objetivo era crear las condiciones para entonces propiciarles “una lección a los independentistas”. González Malavé fue cosido a tiros llegando a la residencia de su madre en 1986, en la ciudad de Bayamón. Ese hecho ocurrió la tarde del 29 de abril, solo dos meses después de su absolución por el secuestro del taxista  Julio Ortiz Molina, quien fue secuestrado la mañana de ese día en Ponce y llevado a la escaparda montaña.
El viaje a Cerro Maravilla era supuestamente volar las torres de la estación Rikavisión y la de la policía que se encuentran en ese lugar aún. Por el entrampamiento a los dos jóvenes asesinados, González Malavé no fue acusado debido a que se le ofreció inmunidad a cambio de su testimonio sobre la ocurrencia de los hechos.
El relato más certero sobre los acontecimientos de Cerro Maravilla, está contenida en una crónica escrita por Roberto –Pachi- Ortiz Feliciano y que ponemos íntegra en esta dirección, convencidos como estamos de que el suero de la verdad debe fluir transparente cuando se trata de hacer justicia contra los abusos del poder:
http://ortizfeliciano.blogspot.com/2010/07/cerro-maravilla-se-escucho-una-voz.html

Y nunca conoceremos la verdad

Hamlet Hermann

A principios de noviembre del 2013, el gobierno sometió al Congreso Nacional una adenda al presupuesto del año siguiente con una sensible reducción de las asignaciones planteadas previamente para el Metro de Santo Domingo. Alegaban entonces que esos fondos serían utilizados para mejorar los salarios de los médicos y otros sectores de la sociedad dominicana.

Quince semanas después de aquel trasquilamiento, el 10 de febrero de 2014, ese mismo gobierno anunció que aportaría los fondos necesarios y suficientes para retomar la construcción de la segunda línea del Metro como forma de dar respuesta a los reclamos de los habitantes de la zona oriental de la capital. Esa fue una excusa difícil de creer porque tan reducidas movilizaciones nunca han logrado algo de un gobierno con las arcas vacías. Habría entonces que preguntarse: ¿Que pasó en realidad?

A pesar de ser una empresa que desde que surgió se ha mantenido más allá del punto de quiebra, tan pronto el gobierno planteó públicamente la disminución de su presupuesto, eructaron los “metristas” desde sus propias filas. Ni siquiera dieron tiempo a que algún sector social se manifestara libremente. Quienes salieron a reclamar fueron los “dolientes” que han disfrutado de las mieles del tren subterráneo. Un suplidor de materiales de construcción, un contratista, un economista mercenario, un consultor a sueldo de la OPRET y un magnate de las bancas de apuestas quien organizó unos cuantos micromítines. Ellos forjaron unas “movilizaciones populares espontáneas” a favor de seguir despilfarrando el erario para beneficio de uno de los grupos del Partido de la Liberación Dominicana.

En su ambición quisieran ocultar que, en la medida que el dichoso Metro se amplíe, así mismo irán creciendo las pérdidas. No hay esperanza de atenuarlas ni amortizarlas mientras no haya una administración transparente en el uso de los fondos que se le entregan.

La arrogancia que demuestran en cada declaración pública evidencia la clase de poder que ejercen sobre las asignaciones presupuestarias que se les otorgan. Como medida puede usarse el tenaz empecinamiento de Diandino Peña al oponerse a que se instalen y pongan en funcionamiento las líneas alimentadoras del Metro. Tan obstinado es que ha sido capaz de comprar casi cien autobuses, pagar comisiones a  unos intermediarios, coimas a otros, intereses bancarios a tasas comerciales y expresar agradecimientos a algunos organismos internacionales por sus donaciones, para entonces dejar podrir a la orilla del mar esos vehículos, antes que ponerlos en servicio para beneficio de la eficiencia y rentabilidad del Metro.

Pero no aparece la racionalidad suficiente para ceder en su resistencia a instituir las rutas alimentadoras. No porque sean ignorantes o ingenuos. Todo lo contrario: son excesivamente sabichosos. Su proyecto estratégico consiste en que las innúmeras líneas del sistema del Metro que proyectan se alimenten unas a otras. Parece cosa de imbéciles, pero no lo es. Es que son desmesuradamente ambiciosos al querer gastar diez mil millones de dólares en algo que podrían lograr con menos de un solo millón de dólares. La ambición es inconmensurable y el desprecio por la eficiencia, absoluto.

Volviendo al tema original del cambio de orientación de parte del gobierno de Danilo Medina en torno al financiamiento del Metro cabe hacer varias preguntas:

¿Qué motivó que los administradores del Estado tuvieran preferencia para invertir en beneficios sociales en noviembre y que ahora, alegando reclamos populares, abastezcan sensiblemente al barril sin fondo del Metro? ¿No es aplicable en este financiamiento el “sunk cost”?

¿Fue esta puesta en reversa un componente de la pugna entre Danilo y Leonel a la que había que buscarle un “bajadero” para evitar rompimientos prematuros y desagradables en torno al Congreso del PLD?

¿Existía algún acuerdo, secreto e inviolable, de Leonel Fernández vinculando las construcciones del Metro de Panamá con el de Santo Domingo?

¿Encontró el gobierno, súbitamente, el dinero que no existía quince semanas antes, hasta el punto de que alcanza para obras de bien social y para el Metro?

¿Existió alguna presión insoportable desde los centros financieros que aportan capitales al gobierno actual?

¿Hubo insinuaciones brasileiras que sugirieron el cambio de opinión?

¿Todas las anteriores?

Parece que nunca sabremos la verdad que nos haría libres porque, por más divergencias que pudieran tener los del PLD, entre ellos se guardan las espaldas para tratar de preservar el poder hasta 2044.

 

Un encuentro por Santiago

Ramón Antonio Veras

1.- El país está viviendo una etapa de su historia en la cual amplios sectores de la vida nacional manifiestan interés  en  someter a discusión  temas que preocupan a la nación. Seminarios, coloquios y conferencias se efectúan casi a diario,  algunas veces  de carácter   regional  o  local.
2.- reo que resulta sumamente interesante que alguna universidad, organización empresarial o gremial de Santiago, decida tomar en consideración la posibilidad de efectuar en esta ciudad una especie de coloquio, conversatorio o debate, en el cual se discuta la situación que se encuentra la comunidad en lo que se refiere a sus servicios públicos básicos,  y  principalmente  examinar el  comportamiento que han asumido sus fuerzas vivas; los sectores, clases y capas sociales llamadas a incidir en forma determinante en todo lo que tenga cardinal importancia para Santiago.
3.- Ese encuentro, que creo que no puede efectuarse de un día para otro, ni en cuestión de dos o tres horas, se deben poner en agenda para ser discutidos en forma franca y con sentido realista y crítico, todos los puntos en los cuales aquellos que tienen poder con influencia no han aportado nada o han  sido tímidos en su accionar por  el bien de la ciudad de Santiago.
4.- Los hombres y mujeres sensatos de Santiago con sentido de progreso, no pueden actuar como el avestruz, ocultando la cabeza, cerrando los ojos, cubriéndose la cara o volviéndola para otro lugar para no ver la realidad, lo que está a la vista de todos, lo que no se puede esconder: que Santiago se está hundiendo en nuestras  propias narices.

5.- No resiste el más mínimo análisis que una ciudad como la de Santiago, que cuenta en su seno con tantos y tantos hombres y mujeres de talento,  con formación desarrollista y visión empresarial de futuro, se comporten tranquilos, serenos,  sosegados,  algo así como si a su alrededor nada estuviera pasando.
6.- Con un encuentro como el que he planteado realizar en Santiago, sólo nuestra comunidad resulta favorecida porque permitiría a sus munícipes más activo, lucidos y con inquietudes,  analizar y procurar  la solución  de asuntos que nos están lesionando a todos.
7.- Los problemas que afectan a Santiago no son sectoriales, sino comunitarios. Las dificultades se agravan, si no se enfrentan a su debido tiempo; los inconvenientes analizados  en equipo  se  solucionan.
8.- El estado de abandono que exhibe Santiago desdice mucho de sus habitantes  como personas civilizadas y decentes;  como integrantes de una comunidad con tradición de ser munícipes preocupados por el buen funcionamiento de su ciudad en lo que se refiere a orden y aseo.
9.- Si la Alcaldía de Santiago, no tiene en su agenda cambiar la cara de Santiago de sucio a limpio, de mugriento  a aseado; de caótico a  ordenado; de turbulento a tranquilo;  de oprobioso a honroso; y de inviable a viable; entonces los santiagueras y santiagueros que queremos a Santiago estamos en el deber de reunirnos para en conjunto analizar qué no hemos hecho, por qué la pasividad ante la fea realidad que pinta nuestra ciudad, y qué  hacer por ella con  la vista puesta  hacia  el futuro.

Empresarios que practican la esclavitud

Luis Amílkar Gómez 

El empresariado dominiciano siempre ha sido considerado uno de los más atrasado en toda América Latina. 

En las empresas criollas ha imperado el atraso en las relaciones obrero-patronales, los salarios históricamente han sido bajos, los beneficios mantienen niveles mínimos, las condiciones de trabajo muy duras y las fábricas son manejadas despóticamente. 

Es lo que se llama capitalismo primitivo o salvaje. 

Los pocos beneficios que han obtenido los trabajadores dominicanos han sido logrado a través de una fiera lucha laboral y a través de leyes que han sido aprobadas durante largas batallas con los legisladores y el gobierno. 

Ahora, el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), quiere modificar el Código Laboral.  Pero no para mejorar las condiciones de sus trabajadores, sino para convertírlos prácticamente en esclavos. 

Leamos lo que los empresarios están demandando.

La CONEP justifica el cambio al código diciendo que el mismo representa a la minoría.  La verdad es que en ninguna empresa o fábrica del mundo los oberos son minorías. 

Ellos quieren eliminar la cesantía y plantean 3 años de trabajo o acumulación y cuatro salarios cotizables ($8,645 por año).  Eso indica que no importa cuantos años el obrero trabaje, al final, solo le pagarán $RD34,580 al momento del despido. 


Quieren limitar la asistencia económica por muerte o discapacidad.  En buen dominicano, si el trabajador muere o queda discapacitado, los familiares no tendrán ni con que enterrarlo o mantenerlo. 

Aumentar de 44 a 48 horas semanales la jornada laboral con lo que se viola desde hace tiempo las 40 horas que exige la Organización Internacional del Trabajo(OIT) y que es la jornada vigente en los países civilizados.

La ampliación de tres a seis meses el periodo de prueba para fijar un empleado, trayendo más beneficio al patrón en ahorros de salarios y beneficios. 

Piden la flexibilización de la cuota de contratación de extranjeros, que es de 80% criollos a 20 extranjeros, asó como la modificación a ciertos criterios para emplear personal que no sea dominicano.  Es decír, la mano de obra barata, que proveen los hermanos haitianos, comenzará a invadír  nuestras fábricas. 

No quieren que incluyan el tiempo de almuerzo o descanso como parte de la jornada laboral.  O sea, el trabajador no debería tener derecho ni siquiera a comer. 

Los empleados deben someterse a pruebas anti-doping (drogas) y de consumo de alcohol.  En verdad, los únicos que parecen que están fumando crack del malo son los empresarios del CONEP. 

Por último, los dueños de empresa exigen prohibír el uso de teléfonos celulares y el uso de las redes sociales durante las horas de trabajo. 

La degradación de la vida en nuestro país está llegando a niveles alarmantes.  Por cada paso que avanzamos, retrocedemos tres.

Es obvio que tenemos una clase empresarial de lo peor.  Lo único que le interesa es aumentar la plusvalía que producen los trabajadores al venderles sus manos de obra. 

No le importa el desasosiego social que esas medidas traerán no solamente a la estabilidad del país, sino también a millares de familias que serán afectadas. 

Esperamos que todavía quede algo de dignidad en los legisladores dominicanos y no permitan que estas modificaciones abusivas sean aprobadas.
 
Esta vez debe ser verguenza contra dinero. 
 
De lo contrario, los asalariados tendrán que atrincherarse en las empresas y fábricas del país para hacer valer sus derechos.

Al fin y al cabo, ellos son solamente obreros. 

Jamás esclavos.

 

domingo, 9 de febrero de 2014

SANTIAGO: CIUDAD CORAZÓN NO, UNA LETRINA EN EL CIBAO

Por: Ramón Antonio Veras.

1.- Este escrito no va dirigido a insensibles ni a sinvergüenzas, sino a personas con un mínimo de sensibilidad y decencia.

2.- La introducción anterior la hago porque a los insensibles nada les motiva, y el sinvergüenza no cuenta para los asuntos que deben ocupar la atención de los hombres y mujeres de valía.

...3.- En razón de que en la ciudad de Santiago de los Caballeros se han unido los insensibles, sinvergüenzas, apáticos e indolentes, este trabajo solamente va para que sea asimilado por aquellos santiagueros y santiagueras que se respetan, tienen sentido de la limpieza, y no han perdido la honorabilidad.

4.- El estado de calamidad, abandono, sucieza y desorden, que padece la ciudad de Santiago de los Caballeros, ha motivado a diferentes sectores de la vida nacional a expresar su sentir por distintos medios de comunicación escritos; en ese sentido lo han hecho Ramón Colombo, Rosario Espinal, y otros.

5.- Sería muy saludable que aquellas personas que todavía no se ha dado cuenta del desastre que aqueja a Santiago, lean el editorial que copiamos a continuación, el cual revela una parte del abandono que exhibe Santiago de los Caballeros, en pleno centro de la ciudad.

AGRESIÓN A LOS SANTIAGUEROS
“A pesar de su alto valor histórico y atractivo, el parque Duarte, de Santiago, ha degenerado a centro de encuentro para vendedores ambulantes, la trata de haitianos, delincuencia y prostitución. Con el parque Colón, que fuera lugar de sano recreo, está pasando lo mismo. Estos lugares de recreación y de alto valor histórico han caído en el abandono y son usados como escenario para actos impúdicos y negocios de la peor reputación.
Para los santiagueros, el abandono de estos espacios, la falta de atención y mantenimiento, es una terrible agresión. Sin embargo, la actitud de las autoridades no es extraña, si se toma en cuenta que Santiago ha estado sometida al asedio de la acumulación de basura por incompetencia de las autoridades municipales. Los munícipes merecen que sus autoridades cobren conciencia de sus deberes y corrijan la situación que afecta a estos espacios públicos”. (Periódico Hoy, sábado 8 de febrero de 2014).

6.- Toda persona respetada y decente, residente en Santiago de los Caballeros, se siente agredida, ultrajada; insultada en su dignidad, y en la consideración que debe merecer todo munícipe honorable.

7.- Constituye un agravio para santiagueros y santiagueras, que la alcaldía municipal haya cerrado los ojos para tolerar la afrenta que es permitir que los parques históricos de la ciudad se hayan convertido en una letrina, en un bochornoso insulto a los hombres y mujeres de vergüenza, dignidad y decoro en santiago.
8.- Sólo aquellos que han hecho complicidad impúdica con quienes desde la alcaldía municipal han convertido a la ciudad de Santiago en una letrina en el Cibao, pueden deshonrar a nuestra ciudad con su indiferencia, para que la ignominia nos dé un aldabonazo en la misma cara.
Todo aquel que considere que el título de este artículo no le cuadra a Santiago hoy, está invitado a un recorrido por nuestra ciudad para comprobar la realidad de la porquería que es hoy la otrora Ciudad Corazón.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Hay que solucionar lo del Bulevard de Tamboril




Roberto Rodríguez
Editor


¿Qué pasó? ¿Comunicadores sin comunicación? Entiendo que hay un problema serio con eso del boulevard de mi pueblo Tamboril y la concurrencia que se da cita allí, la que –de acuerdo a lo denunciado--  en los más de los casos tiene un comportamiento de mal gusto, ruidoso y fuera de control. Propio de antisociales.
Igual se conoce de la presencia de individuos de otros pueblos vecinos que aportan nada para que lo que se supone es una obra para el disfrute familiar en el marco de las buenas costumbres cumpla con su cometido.
 Las quejas son suficientes y abundantes para que el propio alcalde haya tomado ya en sus manos la situación y tratar de poner el orden haciéndose asistir de las instituciones que sean necesarias, e imponiendo medidas como la de limitar el horario, tanto en los días de trabajo como los fines de semana.
Una obra diseñada para el sano esparcimiento, no puede permitirse que se convierta en una intolerable fuente de caos y el desorden social. Son muchos los vecinos del área con los que he conversado, y la queja es la misma. Tanta gente no puede estar equivocada.
El alcalde tiene la responsabilidad de asumir la situación, antes de que esta derive en una tragedia, de la que puede estar seguro será acusado y responsabilizado.
No puede el alcalde Anyolino Germosén pretender que una buena obra como la del Bulevard, revierta el propósito que la motivó, a causa y en nombre de un clientelismo político y un populismo que resultan de alto riesgo.
No se puede permitir que continúe convirtiendo a Tamboril en un pandemónium. Incluso, la información que tengo es que hay vecinos que ya se han mudado y otros están en el mismo camino. Nadie puede ni debe ser condenado a abandonar el fuero de su hogar familiar en nombre de una mal manejada política de recreo y sano esparcimiento que se supone debe ser para el disfrute e intercambio social y cultural como se presume es un bulevard.
Todo eso es lo que hasta ahora se entiende. Estamos más que claros! Ahora lo que se hace un poco cuesta arriba y resbaladizo comprender es que, --como se ha dicho--,  “comunicadores” utilicen sus medios para exhortar a la destrucción de la propiedad municipal. Obras que al final de la jornada, no importa quién las construya, terminan siendo propiedad del municipio y de orgullo para quienes pagaron los impuestos para hacer posible su materialización.
Si las cosas son como se dicen, estamos en presencia de un acto de convocatoria al bandolerismo y libertinaje que no creo que pueda hacerle gracias a ningún tamborileño que ame a su pueblo. Pero aún más, peor sería si esta convocatoria tiene motivaciones políticas, porque entonces sí es verdad que nos hemos jodidos y se habrá jodido todo.
Los comunicadores que han incurrido en esta acción temeraria, deberían reflexionar pensando más en el colectivo de tamboril que permitir que los empujen las pasiones políticas. Se impone la comunicación de dos vías para que en todo esto haya un solo ganador, nuestro querido pueblo: Tamboril. Se impone el diálogo y, hasta la mediación si fuese necesaria, o cual que sea la vía para devolver la armonía y tranquilidad a la comunidad. Estamos a tiempo para que ganemos todos.

lunes, 27 de enero de 2014

Claro que podemos

Xavier Caño Tamayo*

Es frecuente oír con amargura que nos machacan. Que es inútil denunciar injusticias y fútil desvelar el saqueo que nos empobrece. Que es infructuoso manifestarse porque al gobierno y a las instituciones de esta democracia vacía les da igual. Que no nos temen. Pero ese quejío solo demuestra que hay pesimismo, desistimiento. No significa que no haya nada que hacer y menos aún que nada se haga.
¿Por qué no estamos en la calle con lo que pasa? es lamento frecuente. Porque, a pesar de todo, aún hay mucha gente que tiene algo que perder. Y, mientras así sea, no se vence el miedo. Y, sin vencer el miedo, no hay cambio social que valga.
Sin miedo se sale a la calle, se ocupa pacífica y masivamente, se planta la ciudadanía, desobedece y cambia las cosas. Olga Rodríguez ha escrito un excelente libro sobre las revueltas árabes titulado Yo muero hoy. Tremendo título. Porque fue lo que decía mucha gente concentrada en la plaza de Tahir, en El Cairo, los últimos días de la batalla contra la dictadura de Mubarak: Yo muero hoy. Pero aquí aún queda mucho trecho para que mucha gente tenga esa actitud. No morir, sino arriesgar, jugársela.
No salen masas a la calle porque mucha gente parece tener aún los mismos valores y principios del sistema que nos explota, engaña y reprime. Ganar dinero y poseer muchas cosas materiales es fundamental; la competitividad es imprescindible; la clave es el crecimiento; ha de aumentar el consumo… No se pone en cuestión este sistema capitalista ni la injusta y desigual sociedad que ha engendrado. Incluso hay quien cree que la solución sería volver a 2007, antes de que empezara este tormento de la crisis. En nuestro país, además, tampoco se cuestiona el régimen monárquico neoliberal, bipartidista, corrompido y cada vez más autoritario que mangonea España.
Que la intención de voto según un sondeo reciente sea 33,5% para el PSOE y 32% para el PP (más allá de las trampas que “cocinan” las cifras), indica con claridad meridiana cuanta gente equivoca la diana. El camino para cambiar esta sociedad, pues, es largo y difícil.
Por eso no sale la gente a la calle. Que solo la mitad de la población cuestione la monarquía a estas alturas indica el nivel de conciencia crítica que hay. Y la conciencia crítica no se improvisa. Pero, a pesar de todo, se avanza y la situación es mejor que antes del 15 M, por ejemplo. Porque transformar la sociedad y el país no es una carrera de velocidad, sino una maratón.
Porque los cambios necesitan tiempo, Marzouki nos cuenta lo que aprendió de su abuelo que sembraba en el desierto. “Se siembra en tierra árida y esperas. Si llueve, hay cosecha, porque el desierto, tras la lluvia, es como Asturias. Caminas sobre tierra quemada, pero, cuando llueve, uno se pregunta cómo ha sido posible: flores, vegetación, verdor… Porque las semillas estaban ahí.” Sembrar es aumentar la conciencia crítica, organizarse, construir la unidad, trabajar la vía electoral de abajo a arriba…
Se avanza. Pero hay que quebrar el desistimiento, porque, como escribe Monedero, “para el régimen es esencial impedir que el pueblo salga del sopor conformista y también que crea que no hay nada que hacer. Porque el poder sabe la potencia de la ciudadanía indignada. Y tiene más miedo del que imaginamos. ¿Por qué, de no ser así, aprueban ahora una ley de seguridad ciudadana que convierte en delito casi cualquier protesta en el país con menos delincuencia de Europa? Porque el régimen borbónico bipartidista del 78 sabe que su situación en España está sujeta con pinzas. Y si empezamos a decir que sí se puede…”
Claro que se puede. Como cuenta El Roto en una de sus agudas ilustraciones: No dejéis que salgan a la calle, no sea que se den cuenta de los muchos que son. Y Gandhi nos enseñó quesiempre ha habido tiranos y, por un tiempo, parecían invencibles. Pero siempre han acabado cayendo. Siempre”.
Todo cambio siempre parece imposible, hasta que se logra, decía Mandela. Pasó 27 años en la cárcel, pero logró una Sudáfrica libre de apartheid. Cuestión de esperanza.
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*Periodista y escritor

domingo, 26 de enero de 2014

Duarte y Sócrates con los emuladores de Melito

 Roberto Rodríguez (Editor)

A propósito del 201 aniversario del nacimiento del Patricio Juan Pablo Duarte, andan tantas alabanzas y reconocimientos, que no queda de otra que lamentarse de que esto ocurra sólo en una fecha en particular y no todos los días del año, dónde la prédica se acredite con la praxis.
 Lo anterior me ha hecho reflexionar en torno a las diversas formas en que se ha usado el legado de Duarte. Los unos los honran con el recordatorio, y los sinvergüenzas lo deshonran con la práctica que ejercen en su nombre. Unos y otros, al final de la jornada, terminan reduciendo a la nada la gesta que eleva al Patricio. Los que decimos seguir la obra de Duarte, somos incapaces de darle continuidad y llevarla al término por él soñado. Los otros, los que no sirven, en nombre de esa continuidad, en la práctica desandan los caminos de Duarte y nos llevan vertiginosamente a enterrar sueños y esperanzas.
Los perdedores que hemos sido siempre, desde el primer día como nación, nos quedamos elevando los gritos, como perros que ladran a la luna. Los otros, los farsantes, los traidores, no han perdido una sola batalla. Nosotro, los más (con honrosos conatos de sublevación)  no hemos sabido ni tenido el coraje de abrazarnos y, porque no hemos sabido interpretar, como dice Saint Exupery “Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar juntos en la misma dirección”, o lo que es lo mismo, ser solidario no es mirar todos en la misma dirección, sino, tomarnos de la mano y marchar juntos hacia el objetivo. No hemos tenido coraje. Solo balbuceamos palabras ribeteadas de patriotismo y honra al duartianismo. Lamentablemente por falta de acción todo se convierte en sueños de pocas esperanzas. Es como embarazados por ese sueño de esperanzas que muere dentro.
Arribando a esta parada que se hace necesaria para la reflexión, me encuentro en la obra completa de Platón, con la su Apología de Sócrates, en la que éste entre otras, para su defensa, señala lo siguiente: “Dice que soy culpable porque corrompo la juventud; y yo, atenienses, digo que el culpable es Melito, en cuanto, burlándose de las cosas serias, tiene la particular complacencia de arrastrar a otros ante el tribunal, queriendo figurar que se desvela mucho por cosas por las que jamás ha hecho ni el más pequeño sacrificio y voy a probároslo”.
“Ven acá, Melito, dime: ¿ha habido nada que te haya preocupado más que el hacer los jóvenes lo más virtuosos posible?”
Melito:
“Nada, indudablemente”.
Sócrates:
“Pues bien; di a los jueces cuál será el hombre que mejorará la condición de los jóvenes. Porque no puede dudarse que tú lo sabes, puesto que tanto te preocupa esta idea. En efecto, puesto que has encontrado al que los corrompe, y hasta le has denunciado ante los jueces, es preciso que digas quién los hará mejores. Habla; veamos quién es”.
“Lo ves ahora, Melito; tú callas; estás perplejo, y no sabes qué responder. ¿Y no te parece esto vergonzoso? ¿No es una prueba cierta de que jamás ha sido objeto de tu cuidado la educación de la juventud? Pero, repito, excelente Melito, ¿quién es el que puede hacer mejores a los jóvenes?”

Y yo pregunto: En nuestro país, ¿se anima alguien a responder por Melito?

viernes, 24 de enero de 2014

Juntos, podemos


José Carlos García Fajardo*

Leyes fiscales y de comercio abusivas, evasión flagrante de impuestos, gobiernos corruptos… todos estos elementos y muchos más conforman un sistema económico mundial injusto que impide que las comunidades más vulnerables puedan llevar una vida digna y asegurar el futuro de sus hijos.
La injusticia económica y fiscal condena a millones de personas a la miseria, cuando no pone en riesgo la misma supervivencia del individuo que la padece. Se calcula que la evasión fiscal habrá provocado la muerte de 5,6 millones de niños en los países en desarrollo entre 2000 y 2015. Son 1.000 niños al día.
Mil cuatrocientos millones de personas viven en extrema pobreza y carecen de los recursos más básicos, como agua limpia, comida, educación y servicios sanitarios.
Uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio es  reducir la pobreza a la mitad en 2015. Para llevar a cabo este proyecto son necesarios 30 mil millones de euros, según la ONU. Sin embargo, en InspirAction están convencidos de que ese dinero ya está disponible, sólo que se encuentra en las manos equivocadas. Las grandes multinacionales evaden al año 160.000 millones de dólares en impuestos que dejan de pagar en los países donde operan, 4 veces más de lo que se necesitaría para cumplir el primero de esos Objetivos.
Estos son algunos de los temas que desarrollan en formato periodístico y al alcance de todos: ¿Qué es la evasión fiscal? ¿Por qué es bueno pagar impuestos? La esclavitud económica. Cómo expoliar a los países pobres. ¿Por qué es tan fácil engañar a los países pobres? Bienvenido a los paraísos fiscales. Algunos ejemplos del expolio. ¿Quiénes son los responsables? ¿Qué podemos hacer,  nosotros ciudadanos corrientes?
Les sugiero entrar en http://www.elcobradordelsur.com/informate.html y cooperar en la denuncia y en la acción. Que no haya protesta sin propuesta alternativa, pues tenemos acceso a los medios digitales de comunicación social.   Ya no tenemos excusa para no informarnos lo mejor posible, para tener un criterio con el que contrastar las inmundicias de unos poderes despóticos y muchas veces criminales. Incurren en criminalidad  los responsables de la manipulación en el precio de las cosas, los que defraudan a Hacienda y evaden capitales a paraísos fiscales;  los que se sirven de sus  puestos administrativos o políticos para obtener sinecuras y favores en perjuicio de terceros y del erario público;  los que falsean cuentas y documentos para operar en negro, los que trafican con voluntades y alteran los primordiales derechos a una sanidad pública y gratuita para todos, el acceso a una educación universal, los que niegan el derecho de las personas ancianas, discapacitadas y dependientes a los cuidados que necesitan. Los que practican la segregación social con inmigrantes olvidando que nosotros, los europeos, fuimos emigrantes durante siglos y que la famosa “revolución industrial” hubiera sido imposible sin la mano de obra de sus aborígenes y de las riquezas expoliadas. Desde esos nos devuelven la visita que les hicimos durante siglos para “civilizarlos, cristianizarlos e introducirlos en nuestras redes de comercio”, como rezan los acuerdos de la Conferencia de Berlín de 1884- 85,  para el reparto de África entre las potencias imperialistas Gran Bretaña, Francia, Alemania, Bélgica y Portugal. Sin ningún participante africano.
Somos responsables solidarios, y esos pueblos tienen derecho a la reparación debida, al lucro cesante y al reconocimiento de que no existe deuda exterior alguna porque ha sido cobrada con creces.  Nadie sabe de lo que es capaz hasta que se pone a hacerlo. Así como somos y desde donde nos encontramos podemos y debemos participar. Que a la compasión y a la indignación les acompañe el compromiso de implicarnos en la acción política por una sociedad más justa y solidaria. Pasar la palabra, esta es la consigna; participar en la acción social imprescindible para derrocar estas oligarquías financieras, estos fanatismos ideológicos, el impresionante poder de los bánksters organizados y diluidos como magma.
Somos necesarios porque cuando padecen los más débiles, los inocentes, las personas corrientes, no comprometernos no es ser neutrales sino tomar partido por el más fuerte y codicioso.
Con palabras de Albert Camus, tenemos que participar con decisión y tenacidad, para que nuestros hijos y nietos no  tengan que avergonzarse de nosotros porque, habiendo podido tanto, nos atrevimos a tan poco.

*Profesor Emérito de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

 

PENSAMIENTO DEL DÍA

"Un ejército de ciervos dirigido por un leon es mucho mas temible que un ejército de leones mandado por un ciervo". Plutarco