sábado, 9 de junio de 2012

Una atmósfera social insoportable

Dominicana tiene competencia

José Carlos García Fajardo*

En España estamos viviendo una situación de malestar creciente, angustiosa y que puede explotar por desesperación insoportable. No valen parches ni retóricas gubernamentales. Los políticos ocupan el lugar que antes tenían los terroristas en la lista de las más grandes preocupaciones de los ciudadanos. Van a la par de los banqueros y de los lobbies financieros que actúan bajo la etiqueta de “mercados”.
Los medios de comunicación nos desconciertan: estafas de millones que huyen a paraísos fiscales; personas tenidas por respetables que mienten ante los tribunales; instituciones religiosas, militares y garantes del orden público que especulan con dinero negro; clérigos que, en un Estado que garantiza la libertad de conciencia, reciben millones de euros al año de los presupuestos del Estado, incapaces de obtener la financiación de sus fieles.


Pretenden imponer sus creencias en las escuelas con cargo al Erario e impartidas por quienes no han superado las pruebas a las que se someten todos los docentes ante tribunales imparciales. Son designados por los obispos, pero pagados por el Estado. Las religiones deben aprenderse en los templos o en los hogares. Es conveniente que en los colegios se imparta Historia o Fenomenología de las religiones como integrantes de las diversas culturas.

Vivimos un ambiente de desazón, hambre y desolación de millones de ciudadanos ante el silencio de gobernantes que se descalifican mutuamente, mientras el paro supera los cinco millones y más de 500.000 familias sobreviven sin uno solo de sus miembros con trabajo fijo.

Y lo que parece una pesadilla, en un país que se contaba entre los diez más desarrollados del mundo y con una economía floreciente, se ha pinchado esa burbuja inmobiliaria y financiera que muchos veníamos denunciando. Nadie se hace responsable ni es llevado ante los tribunales para que rindan cuentas y paguen por su depredación y malversación enloquecidas.

Pero no podemos venirnos abajo al contemplar un mundo al revés en una atmósfera de locura en la que pretenden que “todo vale” con tal de que produzca beneficios para unos pocos, a costa de la pobreza de la inmensa mayoría.

Lo inimaginable hasta ahora, el espectro de la pobreza alcanza ya a cientos de miles de personas de clase media, que hacen cola ante comedores y centros de reparto de alimentos de organizaciones de la sociedad civil. O que van por las noches a rebuscar en los contenedores de desperdicios de los grandes supermercados.

Crecen la pobreza, la desigualdad, la marginación y la exclusión. Se mantienen los presupuestos para armamento, se vulneran derechos humanos fundamentales y se privilegian las relaciones con regímenes políticos que mantienen la pena de muerte, la tortura como sistema y la injusticia social como método.

Para que no nos arrastre la desilusión y se apague la esperanza podemos compartir un texto que pueda animarnos a arrimar el hombro para hacer que cada día, cada minuto se llenen de sentido porque no hemos podido haber nacido para padecer y contemplar tanta injusticia de muerte.

Porque muere lentamente quien se transforma en esclavo de la rutina, repitiendo los mismos trayectos, no se arriesga a abrirse a nuevos horizontes y no le habla a quien no conoce. Quien no se acepta como es y no actúa en consecuencia, prefiere lo ya conocido aunque mezquino a un remolino de emociones, de esas que rescatan el brillo de los ojos, transforman en sonrisas los bostezos, y en oportunidades los problemas.
El que no se atreve a cambiar de rumbo cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de ese sueño que lo desvela. Quien no se permite alguna vez huir de los consejos sensatos. Quien no viaja, no lee, quien no oye música, quien no es amable consigo mismo. Quien destruye su amor propio sin reconducirlo hacia horizontes de armonía, quien no se deja ayudar. Quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante o que no se atreve a preguntar sobre un tema que desconoce o no comparte lo que sabe. Quien no comparte sus emociones, alegrías y tristezas, no confía, no lo intenta, no trata de superarse o no aprende de las piedras del camino de la vida, quien no ama y se deja amar.


Evitemos esta muerte silenciosa y aburrida, recordando que estar vivo exige un esfuerzo mayor que el simple hecho de respirar. Pero que, al fin, nos reconcilia con la vida.


*José Carlos García Fajardo
Profesor Emérito de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) Director del Centro de Colaboraciones Solidarias (CCS)

domingo, 3 de junio de 2012

Ojalá desaparezca el PRD

Entre Usted  y yo
Por Rafael Calderón*
Si Usted revisa los medios que cumplen, de manera eficientísima, con la tarea cada vez mayor de darle tinte de democracia a la dictadura que se consolidó el pasado 20 de mayo, se da cuenta de que desde que Roberto Rosario levantó el brazo a doña Margarita de Fernández (las damas primero, de obligación en este caso) y a Danilo Medina con su primer boletín de la noche empezaron a trabajar, como si cumplieran con un libreto, con dos temas: reconocimiento al civismo del pueblo que acudió a votar y el llamado a trabajar todos por el país, los cuales nos entregaron en sus comentarios de la mañana del lunes 21. Luego lanzaron un tercer tema.
El reconocimiento al pueblo es algo así como una de esas bolitas grasosas con las cuales premian los entrenadores a sus mascotas cuando cumplen una tarea.
Y el llamado al trabajo equivale a un rotundo aquí no ha pasado nada: porque 1) no se compraron cédulas; no se hizo el festival de repartos de electrodomésticos y de un descomunal uso de las tarjetas-sueros de emergencia que posee el gobierno para hidratar a la miseria, reanimarla y mantenerla en condición que le permita arrastrarse hasta la mesa de votación; 2) la policía y la guardia no amedrentaron para que opositores no salieran a votar; y no se sacaron delegados opositores al momento de la redacción de las actas, como lo denunció el síndico banilejo Chacho Landestoy por la Z101 al anochecer del día 20.
El llamado al trabajo significa, además, enterrar sin pena la campaña más sucia de toda la historia, algo que era imprescindible para el éxito de Danilo, como certeramente vaticinó la columna de Buena Tinta, exactamente hace un año, cuando sentenció que Danilo no podía acogerse a una campaña en paz, con el imperio del civismo, “como todo el mundo la quería”, y terminó animándolo a prenderle “fuego a la lata” si quería ganar.
El llamado al trabajo equivale a las primeras paladas para sepultar el hecho de que Leonel Fernández cumplió con creces su vaticinio de que gastaría 40 mil millones de pesos para vestir de vicepresidenta a su esposa doña Margarita y de presidente a Danilo. Lo que se impone ahora, ellos están claros, es que el pueblo acepte sumiso cargar con la próxima reforma fiscal y que el gobierno y su senado retomen su programa de préstamos, algo para lo que no se han hecho esperar, pues después de las votaciones el senado aprobó más de $300 millones de dólares en préstamos, necesarios para que el tridente de la perversidad (presidencia, PLD y prensa) continúe pa’lante con el progreso que le garantiza la dictadura.
EL TERCER TEMA
El otro tema que luego sirvieron al público fue el de los llamados errores cometidos por Hipólito Mejía, detrás de los cuales buscan esconder la realidad de que a la dictadura del PLD, que es lo mismo que decir Leonel, ya no es posible apearla del poder por la democrática vía del voto.
Estoy seguro de que si el candidato del PRD hubiese sido el doctor Guillermo Moreno, quien debe tener una tasa de rechazo cercana al cero, el resultado de las votaciones hubiese sido el mismo, dado el control que tiene Leonel de todos los estamentos del estado y, algo más pesado que eso, su dominio casi absoluto de la prensa mediante la cual controla a la opinión pública.
Leonel Fernández y Miguel Vargas Maldonado
Mire, la prensa, más que el dinero mal habido conseguido en el estado o el bajo mundo, es lo que le ha permitido a Leonel afincar su dictadura.
Sólo la prensa puede escandalizar y crear pavor con el “error” de Hipólito de decir que un gobierno suyo no pagaría los contratos dolosos del estado y, al mismo tiempo, silenciar y convertir en “acierto” con ribetes de “virtud” la callada que se dio Danilo ante la denuncia documentada de que él durante años engañó a todo el mundo haciéndose pasar por ingeniero químico.
Sólo la prensa puede convertir en noticia de primera plana, y darle carácter de ofensa exclusiva y gratuita a la mención que hizo Hipólito de los robos de la servidumbre en las casas,  algo que, más que tema de conversación cotidiana entre amas de casa, a diario da lugar a investigaciones policiales, normalmente abusivas; a sometimientos judiciales y a despidos sin pagos de prestaciones, al mismo tiempo que obvia referirse a las decenas de denuncias documentadas de la corrupción gubernamental y, algo peor, oculta del debate público a Félix Bautista, la mano derecha de Leonel.
Sólo la prensa puede pasarse años pregonando a los cuatro vientos que el PRD no es fiable para gobernar y, en un ejercicio siniestro de doble moral, abogar por su preservación por considerar a ese partido conveniente para el jueguito a la democracia que, lamentablemente para el pueblo, continuará vigente si el PRD -ojalá desaparezca- se mantiene como su esperanza para conquistar el poder mediante votos.
No se alarme porque deseo la desaparición del PRD, pues mi deseo se basa en que es imposible en un régimen dictatorial que el pueblo se imponga en las urnas. Recalco que los dictadores sólo abandonan el poder huyéndole a una revuelta o con los pies pa’lante. No veremos a Leonel huyendo mientras exista un pasivo PRD, hablando de elecciones, vía que el propio Leonel le acaba de cerrar por completo.
Si Usted no lo cree, le invito a que piense si alguna vez en la historia de las elecciones se había visto a tantos millares de personas de todos los rincones del país mostrar sin miedo su rostro en la televisión para revelar por quien votaría en los cientos de sondeos ganados todos, mucho a poco, por Hipólito. Tampoco se habían realizado encuestas en las que medios independientes, para neutralizar a los sicarios oficiales de la prensa, exigieron para votar en línea el número de cédula y en otros casos controlaron que no se votara más de una vez desde el mismo computador; estas encuestas también las ganó el candidato de la oposición.
Ni hablar de la intensa actividad desarrollada por millares de personas a través de Facebook y las otras redes sociales, en la que siempre se manifestó el deseo de la mayoría de la población de sacar del poder al PLD. Contra todo lo que era evidente, palpable, lo que al final se impuso fue lo que con pelos -felino al fin- y señales anunció Leonel en septiembre pasado que pronosticarían las encuestadoras tradicionales al final de la campaña, todo de acuerdo con la esmerada planificación del trabajo que cumpliría la JCE, de la cual se había eliminado al técnico director de cómputos que no aceptó ser parte de los preparativos que aseguraban, antes de que se echara el primer voto, la victoria de doña Margarita (las damas primero, de obligación en este caso) y Danilo.
Repito: ojalá desaparezca el PRD con su sempiterna vocación democrática, porque ya -ni como ocurrió en el pasado para evitar estallidos sociales- puede esperar que las familias que rigieron el tradicional poder establecido le permitirá mediante elecciones administrar una fracción del poder. El tradicional poder establecido del país está ahora por debajo de la corporación del PLD, liderada de manera firme por Leonel, quien ha alcanzado una jerarquía desde la cual, como dicen en las galleras, no respeta pluma. Me gustaría avalar esto último citando algunos episodios, pero ya esta columna está muy larga y no puedo dejar de pronunciar:
¡Ojalá desaparezca el PRD!, antes de que las agencias judiciales que regentea Leonel lo pongan en las manos de Miguel Vargas Maldonado para que éste y su grupo vivan de la entelequia que recibirán con la holgura que lo han hecho Carlos Morales Troncoso y su séquito con el cadáver del PRSC.
Por hoy, me voy. Que Dios le llene de bendiciones, y se apiade de la República Dominicana.
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*Es un periodista dominicano residente en Nueva York.

PENSAMIENTO DEL DÍA

"Un ejército de ciervos dirigido por un leon es mucho mas temible que un ejército de leones mandado por un ciervo". Plutarco