lunes, 23 de abril de 2012

¡Te jodiste otra vez Danilo!

Por: RAFAEL PERCIVAL PEÑA*

 

Te dejaste rodear de ladrones. Te tendieron un cerco que no pudiste romper. Naufragando tú proyecto que estaba condenado desde el inicio. Porque tu jefe mataba dos pájaros con un solo tiro: Margarita y a ti. No supiste elevar la voz, y mantuviste silencio en el momento que tenías que tronar como el trueno.
El complotó en tu proyecto; comenzó desde el mismo momento en que Hilary Clinton lo vetó para continuar con su proyecto reeleccionista. Por eso te jodiste. Cuando lanzaste tu proyecto ya era tarde. La percepción de la gente estaba fraguada. Tus estrategas de campaña pusieron un huevo de avestruz.
Ese anillo te lo tendió; el mismo hombre y sus secuaces. Y tú lo sabes bien. El se comprometió a apoyarte, y no lo hizo en el pasado. Viene de una camada de continua traiciones. Eso no es de él. Eso es congénito. El no cumple con su palabra y tú lo sabía. Ahora el juega contigo de nuevo.

El único que no cree que tú eres un líder, con un espacio hecho eres tú ¡Enfréntalo, coño! Como un hombre, cuando caiga, ese será tu destino. Ten valor y ese será tu gran triunfo y futuro. Demuestra agalla. Que tú sabes más que nadie que él no la tiene. Y te lo voy a acordar, si se te olvidó: Tuvieron que llevarlo a la UCE con par de bombitas lacrimógenas que le soplaron los ojos.
Tu deber, y tu visión es joderlo para el futuro haciendo una alianza estratégica de poder. Manteniendo un equilibrio en el poder del Estado. Eso sería tu salida astuta y sagaz. Hazme caso y págale con la misma moneda. Lo mismo que él hizo con Miguelito en el pacto de la corbata. Ambos se jodieron y quedaron ahorcado con la misma corbata azul. Tu espacio está ganado. Pero eso no es suficiente. Mantenerse en silencio. Tienes que denunciar porque te jodiste. Y tiene que entregarlo a los leones por traidor. Y tú lo sabes bien. Si te metes a defenderlo te jodes. La política no es juego. Y el juego ahora mismo está de un solo lado y por mucho. Hazme caso. Piensa bien, el que se va a joder a veces no piensa.

Deberías leerte la teoría del camaleón de von Clausewitz en su libro: De la guerra. Esa será tu oportunidad. Si dejas pasar esa bola y oportunidad, quizás no tendrás otras .Y lo que aprendió Stalin del teórico Lenin no fue pura casualidad. Tu campaña ha sido genial y la mejor, pero eso no es suficiente. La gente tiene fijada en su mente un cambio. Las alianzas con el adversario en la derrota son geniales dice el príncipe de Florencia, Maquiavelo. Eres tu él que debe dar el primer paso en la derrota. Si pierdes tiempo te jodes de nuevo. Puede ser que eso esté hablado de ante mano. Entonces no te quedará otro remedio de seguir jodido y atajando para que otro enlace.
Después no digas que no te lo dije, y que te jodiste de nuevo por cabezú. Date un chapuzón, zambúllete temprano antes de que se te haga tarde. Porque en realidad tú sabes más que nadie que los números están en contra tuyo.

La vela, la hidromancia, la quiromancia, los caracoles, la nigromancia del brujo de Margarín, el mismito que tenía el primer presidente nuestro, Pedro Santana, del 1844, le dijo: !YO LO QUE VEO ES MUCHA AGUA! Y él no le hizo caso al brujo, lo sacaron en parihuela de Guanuma con una fiebre altísima. Y después de ahí no fue el invencible. Te confieso, que no quiero que ese traidor te joda de nuevo.
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*El autor es general (r) de las Fuerzas Armadas.

¿Por qué con ambulancias?

-Abril y Virgilio Eugenio-

Giannella Perdomo

En las páginas de nuestras efemérides patrias, a partir del 1965, el mes de abril nos atesora un gran legajo de  acontecimientos de capital importancia para el desarrollo de la sociedad dominicana.  Entre otros,  las luchas por el logro de la democratización del país.  Hurgando  en ese cúmulo de pliegos,  refresco la memoria con la llegada de Virgilio Eugenio a nuestro hogar materno, procedente de Cuba.

Finalizada la Guerra de Abril - período en el que participó activamente -,   junto a otros compañeros de la Agrupación Política 14 de Junio, Virgilio debió viajar a la hermana República de Cuba para recibir entrenamiento militar y de inteligencia.  Una vez que regresara al país, ahora en su condición de miembro de la organización “Los Comandos de la Resistencia”, organizaría, entre otras responsabilidades,  las condiciones para el regreso del Coronel Francisco  Alberto Caamaño Deñó. Debidamente instalados en  territorio cubano y en   razón de que el área donde  realizaban el adiestramiento estaba poblada de palmeras, adoptaron el nombre de ¨Los Palmeros¨, calificativo con el que se les reconoce comúnmente. 

La fresca noche de abril nos trajo la gratísima sorpresa ¡Virgilio había regresado de Cuba, clandestinamente,  y quería compartir unas horas en la residencia de Quisqueya, nuestra progenitora! Luego de tomar  las medidas de seguridad que el caso ameritaba,  -así lo creímos, que  ilusos! -, acompañado de un familiar,  entró a la casa. Con la alegría infinita de verle, no faltaron los abrazos, besos, lágrimas  y emociones desbordadas.  Nos atropellábamos para hablarle, y sobre todo  por escucharle sus serenos  y escuetos comentarios. 

 Aunque esta visita estaba planificada para muy pocas horas, en medio de toda aquella mezcla de sentimientos, nos sorprendieron las horas del alba. 

El almuerzo, sencillo pero suculento, lo disfrutamos al máximo.  Nuestra madre era una excelente manejadora del arte culinario.  Conversamos un poco mientras las primas decidieron reposar la siesta.  ¡Quién podría imaginar la manera final de  ese descanso!

Sigilosamente y en un abrir y cerrar de ojos,  armas largas en manos de uniformados, -como de costumbre-, alterados,  irrumpieron en nuestra morada.   ¡Se terminó el reposo! Recuerdo a mi prima Luisa, quien pretendía dormir su siesta-y que  hoy  descansa sin que nadie perturbe sus sueños-, cómo temblaba  en la cama ante la aparición de aquel soldado que le apuntaba a escasos centímetros de su cara.   

Virgilio Perdomo Pérez
En aquellos instantes observábamos la tropa  revisar las dependencias de la casa con modales un tanto primitivos;  mi hermana, mis primas y yo,  temerosas por el destino de Virgilio, nos reunimos en el comedor a esperar que concluyera la inesperada y desagradable visita. ¡Cuánta impotencia, no podíamos hacer más que ver y callar! 

Entretanto, Virgilio Eugenio, al percatarse de la presencia castrense,   corrió fugaz  hacia el patio con el propósito de escapar y  de un salto alcanzó el borde de la pared  trasera, limítrofe a la academia de estudios comerciales,  a fin de poder escabullirse  hasta la avenida de Las Américas, pues en aquellos días residíamos  en el Ensanche Ozama del hoy Santo Domingo Este.              
                                    
En su intento,  sin que midiéramos la cuantía del contingente militar, uno de ellos allí apostado, al verlo asomarse no tardó en apuntarle, con claras intenciones de dispararle.  Procedente de la academia, escuchamos aquella voz, con gran fuerza reclamar: “¡Hermano  en armas, no dispare!”. Ese grito evitó su muerte.  

Mientras, en los alrededores,  los hombres dentro de la   ambulancia permanecían  indolentes y  mudos, expectantes  a los acontecimientos que pudieran desarrollarse. 

Cesó la tensión del momento.  No se escuchó disparo alguno. Nuestra madre, en veloz carrera, llegó hasta donde estaba su hijo!  Siempre rodeada por la soldadesca, con los brazos extendidos hacia él, esperó a que bajara de la pared, sin apartársele ni un centímetro. Los movimientos de la tropa convertían la presencia del Fiscal en un dibujo casi invisible, aun delante de él  pudieron asesinarle. Aquel allanamiento, ocurrido el  24 de abril del 1968, concluyó con su apresamiento y de inmediato  fue conducido al Palacio de la Policía Nacional donde procedieron a interrogarlo.

Previo a  despedirnos,  Virgilio –joven pulcro y cuidadoso de la higiene- precisó de asearse un poco; se dirigió al baño, custodiado por un militar fusil en manos,   quien permaneció a  la entrada.  Mami, sin titubear, posterior al diálogo sostenido con el Fiscal, entró de espaldas, respetando el pudor de  su hijo.  Mujer de gran coraje y astucia,  dirigía sus movimientos cuidándole la vida con la suya para evitar escenas similares a las acaecidas con otros jóvenes luchadores asesinados luego de que fueran apresados.
Consternadas  y con gran dolor le vimos partir.    Posteriormente le trasladaron a la Penitenciaría Nacional de  “La Victoria”, donde permaneció por varios meses. 

Con el objetivo de que se agilizaran las audiencias judiciales y  sin mayores opciones, aunado a sus compañeros reclusos, les fue necesario recurrir a  la estrategia de la huelga de hambre, en la que se mantuvieron  firmes 41 días.  Logradas las metas y tras ser acusado de asaltar una sucursal bancaria del The Royal Bank of Canada,   al concluir esta jornada obtuvo su libertad  bajo fianza.  Luego de abandonar el presidio se  reintegró a sus quehaceres políticos.     

A partir de esos incidentes,  durante mucho tiempo, la morada de mamá   no fue sitio de reunión para disfrutar de su compañía.  

Conocedores de esta disyuntiva, la familia Echavarría Hernández, encabezada por   don Darío y doña Mercedes, cariñosamente Chela, familia anti-trujillista desde siempre,  con gran amor y valentía, nos albergaron alguna que otra vez para compartir con ellos el escondite que en su hogar reservaron a Virgilio. En este período, Mairení, Rubén (Hiró) y  Ligia  sostuvieron mayor acercamiento con él.  

En ese ambiente familiar, recuerdo que nos sentábamos en la galería y Virgilio permanecía oculto en el primer dormitorio, próximo al área de nuestra reunión. Desde allí  compartía con nosotros.  Conversábamos de cosas sin relevancias, en tonos altos para que los calieses asignados a las inmediaciones de la residencia pudieran escucharnos y burlar así su vigilancia. Presumo que nos oirían como  ¨mujeres  que  hablan disparates”.  Primeramente invitada, mi mamá aprovechaba  estos encuentros  para  acercarse y desde  allí “saludar”  a su amado  vástago.   Ligia, siempre tan     audaz,  le pedía acompañarla a la cocina para preparar algún refrigerio, tiempo en el que Quisqueya podía “esfumarse” para abrazar y conversar con su hijo.  Tras breves minutos, radiantes, bandejas en mano, ambas retornaban dispuestas a que degustáramos aquellas exquisiteces.     

Ligia y Quisqueya, se conocieron a partir de enero  del año  1960,   en el penal  “La Victoria”,   mientras aguardaban en las filas que se formaban para visitar a sus familiares y amigos allí recluidos, integrantes del Movimiento Clandestino 14 de Junio. Sobre la base de esas vivencias  desarrollaron  una hermosa amistad.  

A la vez que Ligia visitaba a sus hermanos Vinicio y Rubén, Quisqueya pretendía hacerlo con su  esposo, Eugenio Perdomo Ramírez, lo que nunca logró.  Eugenio fue detenido en Santiago de los Caballeros, el 25 de enero de 1960 y estrangulado en la silla eléctrica días después, datos que ella desconoció por un período de  aproximados  2 años.  

En el entorno de aquellas  acciones, no entendí jamás,  por qué la ambulancia, como parte del grupo armado,  se encontraba en el área donde se realizaban las maniobras requisitorias?   Formas y acciones de la  época de los inolvidables 12 años del gobierno presidido por Joaquín  Balaguer.  ¡Que en nuestro país, hechos como estos, no tengamos que vivirlos jamás! 

Para los Echavarría Hernández,  con su conducta ejemplarizadora, ante  la complicidad y apoyo que nos brindaron,   muestras de incalculable solidaridad,  nuestra gratitud por siempre. 
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giannellaperdomo@hotmail.com

Leonel y Félix: el binomio perfecto

Entre Usted y yo

Por Rafael Calderón*

El presidente Leonel Fernández y el senador Félix Bautista están hechos tal para cual. A la luz de lo que de ellos se conoce antes de que por primera vez llegaran al Palacio Nacional en 1996, se puede afirmar que forman el binomio perfecto de progreso personal.
Que alguien me corrija si estoy equivocado, pero no alcanzo a ver en la historia del país ni en las propias filas del PLD otro par de políticos que se haya catapultado de la pobreza a la riqueza con la celeridad que lo han hecho el presidente y el secretario de organización del Partido de la Liberación Dominicana. De más está decir que en el sector privado tampoco es posible encontrar un dueto como ese.
Las similitudes entre ambos son tantas que tal vez sean las claves que llevaron al presidente a decir que quería como un hijo al senador. (Perdón por la digresión, pero cada vez que escribo la palabra senador siento un deseo inmenso de iniciarla con C, pensando en que el “senado para el progreso” se está cenando por barriles los recursos del estado, con el agravante de que luego eructa pestilencias como el “desagravio” al presidente Obama o la confusión de las fechas de nacimiento y muerte de Juan Pablo Duarte.
Volviendo al tema original, la limitación de recursos que padecía Leonel antes de subir al poder no es secreto para nadie, pero es algo que exponen con gran ternura los periodistas Rafael Núñez, jefe de prensa del gobierno, y Lipe Collado en dos escritos edulcorados que dan referencias del pasado austero del hoy poderoso mandatario.
Núñez habló, sin proponérselo, en una columna escrita en Diario Libre de la precariedad económica por la que atravesaba Leonel después de las elecciones de 1994, en las cuales éste fue candidato vicepresidencial del PLD, precariedad que lo llevó a alejarse un poco de la política para ponerse al frente de la pequeña oficina que tenía en el bufete del doctor Abel Rodríguez.
Meses después de las elecciones, Núñez extrañaba a Leonel, y una tarde fue a verlo en su oficina y lo encontró tecleando personalmente un acto notarial para un cliente, escribió Rafael. Nótese que Leonel no disponía de secretaria.

Leonel, Bautista y Pared Pérez
Por su parte, Lipe en un relato sobre el encuentro de este año de Leonel con sus amigos de juventud del barrio de Villa Juana da pinceladas tan tiernas de la vida de Leonel como esta de que para “sortear el ‘vaporizo’ asesino que descendía del zinc del techo” se acostaba sin camisa en el frío piso de la sala de su casa; esta otra de que iba de bola al colegio Cristóbal Colón en la barra de la bicicleta de Carmona, quien también montaba a otros dos pasajeros, uno en el timón y otro en la parrilla trasera y, la estelar, en la que habla de los robos de patos en la casa de Rafael Sánchez Capellán que se adelantaron al hit musical interpretado por Fernandito Villalona.

Bueno, esas son cosas del pasado de Leonel que contrastan de manera monumental con su presente. La vida le giró 180 grados y de abogado sin secretaria pasó a presidente con secretarias y secretarios y subsecretarios a dos por chele. De joven que se tumbaba para combatir el calor en el piso frío de la sala de su casa pasó a ser en menos de un cuatrienio el propietario de una fundación que cuenta con oficinas en New York y donde quiera que hay una embajada dominicana, además de un edificio en Santo Domingo con todos los lujos, incluyendo una cancha privada de baloncesto climatizada. De viajar a la intemperie en la bicicleta de Carmona pasó a moverse por el mundo en jets privados y por todo el país en helicópteros o en caravanas de vehículos lujosos y blindados.
Y qué decir de Félix Bautista, las crónicas de su pasado hablan de que ejercía el oficio de sastre en San Juan, de que en la capital fue comerciante de pollos matados, de que en 1995 se desplazaba en un Honda 70 vendiendo fundas plásticas en los colmados y de que vivía en una modesta vivienda alquilada. Hoy en día a este hombre a quien los peledeístas vitorean como un héroe se le atribuye la propiedad de un jet privado y par de helicópteros, apartamentos lujosos en el país y Miami, compañías de construcción de todos los calibres y una fortuna en dólares y euros cuya extraordinaria cuantía él no puede precisar, porque ya perdió la cuenta.
No hay duda de que en el país nadie ha progresado como lo han hecho Leonel y Félix. Les sobran razones a ambos para quebrar las finanzas públicas en su tentativa de poner a su preso de relativa confianza Danilo Medina en la posición desde la cual ellos impedirían su retroceso a una categoría por debajo de las que sustentaban antes del 16 de agosto de 1996.
Por hoy, me voy. Que Dios le llene de bendiciones, y se apiade de la República Dominicana.
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*Periodista dominicana residente en Nueva York.-

La Izquierda: ¿Culpable?

Felipe Lora


En nuestro país, con excepción de los que están gozando del poder, todos sabemos que la situación política, económica y social esta malograda. Lo único que ha aumentado con los gobiernos elegidos por el pueblo han sido los precios de los productos de primera necesidad, los combustibles, el desempleo, la pobreza, la deuda, la corrupción, el tráfico de influencia, el narco, los crímenes, el entreguismo, el nepotismo, la dependencia política y la económica.
Pero, ¿a quién culpo? ¿Quién, que no sea yo, puede ser el responsable de la calamidad a la que han condenado nuestro pueblo?
¿Quién o quiénes son los responsables de que cada cuatro año, el pueblo tenga que elegir a sus verdugos?
Para un sector de la población sólo hay un culpable: La Izquierda Dominicana.
Pero, ¿culpable de que?
¿Es la Izquierda responsable por los desfalco de los bienes del estado? ¿Es la Izquierda culpable del tráfico de influencia o del rampante nivel de corrupción del Estado? ¿Es la Izquierda la responsable del alto índice de desempleo, del aumento de la criminalidad, de la violencia familiar o del vertiginoso aumento de la deuda externa?
Si le preguntamos a los que acusan la Izquierda les aseguro que la respuesta es un rotundo no.
Entonces, ¿de qué es la Izquierda responsable?
¿De no haber derrotado a Trujillo y sus protectores del Norte en junio de 1949 cuando se produjo la invasión de Luperón o en junio de 1959, cuando se produjo la de Constanza, Maimón y Estero Hondo?
¿Es la Izquierda culpable de haber llenado las cárceles trujillistas con “conspiradores”, o de no haber logrado la vuelta a la constitucionalidad con el regreso del Profesor Bosch al poder?
¿Debemos culpar la Izquierda por no haber derrocado al sanguinario Balaguer en Playa Caracoles o de haber aportado los cientos y cientos de mártires que cada año conmemoramos?
Creo que los que esporádicamente acusamos la Izquierda, yo entre ellos, lo hacemos por frustración.
Nos cansamos de escribir, orándole al coro, con la esperanza de que alguien inicie los cambios que nosotros, desde nuestros escritorios, quisiéramos ver hecho realidad.
Muchos acusamos la Izquierda por su inhabilidad de lograr la unidad del movimiento. No entendemos que los izquierdistas son pensadores libres. Pensadores que no se atan a simples hechos o a precedentes históricos. El izquierdista observa, estudia los hechos, los datos y saca su propia conclusión. El izquierdista cuestiona al poder y cuestiona al que cuestiona. ¡Esa es la naturaleza del izquierdista!
Sin embargo, los que tildamos de “fracaso” el movimiento izquierdista dominicano, por el simple hecho de no presentar una candidatura unitaria en las elecciones, incurrimos en el peligroso error de crear la ilusión de que sólo basta con que la izquierda se una para que se inicien los cambios anhelados por todo el pueblo dominicano.
Y digo peligroso error, pues crea, en el subconsciente del dominicano, la idea de que, la participación en las elecciones de un frente unitario izquierdista, garantizará el triunfo, y por consiguiente, solo bastará con sentarse a esperar el conteo de los votos para que se confirme lo anteriormente citado.
En este sentido no ha sido la Izquierda, hemos sido nosotros los que hemos fracasado.
Hemos fracasado por no haber educado al pueblo.
¿Con que cara me atrevo a acusar la Izquierda si en mi propio barrio hay personas que vendieron y seguro volverán a vender sus votos al mejor postor? ¿Cómo puedo yo acusar la Izquierda si en mi propio círculo hay personas que abiertamente dicen que votaran por Hipólito o por el PLD?
Entiendo la frustración de quienes esperan un milagro; de los que se sienten solos o abandonados. Entiendo la frustración de quienes no encuentran opciones con las cuales puedan identificarse. También entiendo la frustración que causa el vacío que dejan, en cada “elecciones”, las organizaciones de izquierda.
Sin embargo, también entiendo que es nuestra responsabilidad pasar de las denuncia a la acción. De la crítica a la autocrítica, del trabajo solitario al trabajo organizado. Este cambio de actitud puede garantizar que en las elecciones del 2016, el pueblo tenga, en la boleta electoral, la opción que se merece.
Es por eso que hoy invito a ese grupo a cambiar de rumbo. Los invito a que pasemos de acusadores a promotores de la unidad, y que, una vez alcanzada ésta, usemos la pluma y el tintero para invitar a todos los dominicanos a trabajar incansablemente para que en las elecciones del 2016 se respete la voluntad del pueblo.
Si no lo hacemos, seguiremos siendo nosotros, no la Izquierda, los fracasados.

PENSAMIENTO DEL DÍA

"Un ejército de ciervos dirigido por un leon es mucho mas temible que un ejército de leones mandado por un ciervo". Plutarco