sábado, 3 de marzo de 2012

Escándalo de corrupción en Haití involucra a Félix Bautista

Revelan Leonel Fernández presionó renuncia Primer Ministro hacía investigación
Especial para Desbrozando el Camino

HAITI, Isla Hispaniola.-  En un maloliente silencio se mantiene un escándalo de corrupción de varios cientos  de millones de dólares, en el que estarían involucrados el senador dominicano Félix Bautista, mano derecha del presidente Leonel Fernández  y el ex Primer Ministro haitiano Jean Max Bellerive,  y que como primera consecuencia se llevó por delante al renunciante Primer Ministro Garry Conille bajo presunta presión del gobierno dominicano para que detuviera la investigación que realizaba sobre el caso.
Leonel Fernández
De acuerdo a lo publicado por el periódico francés, Le Monde, la investigación sobre la suerte de unos 220 millones de Euros, del dinero donado a Haití para su reconstrucción después del terremoto de 2010,  involucra a tres compañías constructoras propiedad del senador Félix Bautista, y motivó la renuncia de Conille por presiones del presidente Michel Martelly, que a su vez la recibía de su homólogo dominicano que le reclamaba parar las indagaciones o renunciara del cargo.
Félix Bautista
Le Monde indica que el contra se habría concedido injustamente a las empresas dominicanas Constructora Rofi, Constructora Hadom, Construcciones y Diseños RMN, propiedad del senador Bautista, un hombre con estrechos vínculos con el presidente Leonel Fernández, lo que de hecho considera amenaza con provocar una crisis política que puede explotar a ambos lados de la isla .

El ex primer ministro Jean Max Bellerive, firmó esos contratos sólo unos días antes de dejar el cargo el 14 de mayo de 2011.

En tanto, la investigación de una  comisión auditora creada por Conille conducía a oscuros manejos financieros que revelan que parte de ese dinero se usó para financiar la campaña del entonces candidato presidencial Michel Martelly.

Garry Conille
La publicación señala que el senador es bien conocido por ser la mano derecha financiera del presidente dominicano Fernández, y que Félix Bautista tiene un registro exhaustivo tristemente célebre en la República Dominicana que van desde cohecho, malversación de fondos públicos, corrupción y mucho más. Indica que también ha estado bajo investigación por vínculos aparentes con el notorio capo de la droga Figueroa Agosto.

Michel Martelly

Señala que el presidente haitiano, Michel Martelly presionado por su homólogo en la República Dominicana ha exigió al primer ministro Conille suspender la investigación sobre el asunto o renunciar, decidiéndose por la segunda opción, dejando el cargo el 24 de febrero.

La culpa ha sido desplazada hacia atrás hacia delante de la corrupción de funcionarios gubernamentales, ONGs, y a la falta de coordinación en el desembolso de la ayuda.
Haití desde el terremoto de enero de 2012, ha recibido más de 4 mil millones de dólares en ayudas de donantes internacionales, y más de 2 años después del desastre la mayor parte del dinero está en paradero desconocido.

jueves, 1 de marzo de 2012

¡NUEVA YORK CHIQUITO, SEÑOR PRESIDENTE!

Roxana Amaro*
 Desde muy niña mi padre me enseñó a escuchar atentamente los discursos presidenciales y de esta manera me inculcó el gusto por la palabra bien pronunciada, la expresión acertada y la forma culta y elegante al hablar. Como si fuera poco, al día siguiente de cada discurso me hacía leer el mismo en voz alta, disfrutando una vez más de lo que evidentemente era para él todo un espléndido banquete léxico concentrado en una sola pieza de oratoria. 

Aunque en ese entonces todo aquello me resultaba aburridísimo, hoy día puedo agradecerle a Papá el haberme enseñado a tomar conciencia de nuestra lengua y a preocuparme por hacer buen uso de esta riqueza cultural que nos heredó la Madre Patria. Y le agradezco haberme enseñado a sentirme identificada con los valores cívicos que iba adquiriendo en cada audiencia, sobre todo, el valor de saberme y sentirme nacida y criada en este terruño. 

Esta misma conciencia es la que apela a mi sentido de dominicanidad para expresar lo que siento frente al discurso pronunciado por usted, Dr. Leonel Fernández, el pasado 27 de febrero, en el Congreso Nacional, al presentar sus memorias de gestión gubernativa en el marco de la conmemoración del 168 aniversario de nuestra Independencia Nacional. 

Señor Presidente: Permítame felicitarlo por haber logrado sus sueños de hacer avanzar nuestro país, según los datos que presenta. Aunque confieso que hoy entiendo menos que nunca las estadísticas de nuestro crecimiento, por considerarlas de un irrealismo mágico que bien compiten en fantasía con la rica imaginación de García Márquez. Porque si algo ha crecido descomunalmente en la República Dominicana es, sin duda alguna, el alto costo de la vida. Y no me refiero solamente al costo económico que estamos pagando los dominicanos sino, peor aún, al costo social. Ciertamente tengo que admitir que otros números han crecido, como la inflación, el desempleo, los escandalosos casos de corrupción, la enorme cantidad de empresas que han cerrado sus puertas por no poder soportar las altas tarifas eléctricas y los altos valores impositivos; han aumentado también los viajes ilegales, la alta tasa de criminalidad y la delincuencia que nos arropa en las mismas narices de las autoridades. 

¿Dónde están esos resultados en educación, salud, vivienda de los que tan extensa y grandilocuentemente nos habló? ¿A dónde fue a parar esa bonanza y esa riqueza que tanto enarboló como estandarte en su discurso? ¿Quiénes son esos 800 mil nuevos ciudadanos que finalmente se despidieron de la pobreza? Más que el crecimiento de los números del Producto Interno Bruto es una vergüenza ver cuánto ha crecido el número de brutos en nuestro país. Solo hay que ver la producción en serie de analfabetos funcionales que ostentan títulos universitarios y que se convierten a su vez en multiplicadores de ignorancias. No es de extrañar que aquí ahora festejemos el fallecimiento de Duarte en vez de conmemorar su natalicio. 

¡Y cómo nos habla de crecimiento económico, Señor Presidente, si hasta la pobre Doña Alicia, perdón, Doña Margarita, debe hacer malabares con el presupuesto de su hogar en este país de las maravillas! Para medir con precisión los mal llamados niveles de crecimiento, en verdad creo más en los efectivos indicadores económicos que son las amas, y con estas palabras rindo tributo a todas esas mujeres genios de la administración doméstica, quienes con sagacidad y malabarismo logran estirar un presupuesto imposible de reunir para comprar los alimentos básicos de la canasta familiar. 

No, Señor Presidente. No es cierto que los dominicanos estemos viviendo la ilusión dominicana, como usted dijo al hacer la comparación con la simbología del sueño americano. Al parecer, sus frecuentes viajes por las nubes le han hecho olvidar la realidad de esta tierra que se llama República Dominicana, y de sus habitantes, que se llaman dominicanos.

Pero no voy a entrar en materia de hacer un análisis político – económico de su discurso, Dr. Fernández, porque no es el quid de este asunto. Para indicadores me bastan los que tengo a mi alrededor cuando veo la pobreza multiplicada en los rostros de los indigentes en nuestras calles; cuando veo los montones de basura apilados por doquier; cuando veo la impotencia de las madres cargando sus niños enfermos, con sus manos extendidas y las esperanzas rotas frente a tantos corazones indiferentes; cuando veo a tantos padres deambular cabizbajos en busca de un empleo que nunca se concretiza; cuando veo tantos otrora sonrientes dominicanos que hoy sufren en carne propia la desilusión de las promesas incumplidas y la frustración de los objetivos no logrados; cuando veo el analfabetismo crecer descomunalmente disfrazado tras las cortinas de la novedad tecnológica. No. No se trata de eso. 
Mi motivación se debe a la sorpresa que me ha causado escuchar de sus propios labios ciertas expresiones que me recuerdan el complejo de Guacanagarix y que alarman mi conciencia lingüística y sacuden mi conciencia ciudadana. Y desde el pasado 28 de febrero me he preguntado una y mil veces, ¿qué está pasando con la escala de valores de nuestra sociedad, que hasta el propio Presidente de la República la transgrede sin inmutarse? ¿Adónde iremos a parar? ¿Quién tomará cartas en este asunto? Porque si usted tuvo la proeza de compararse con el Hamlet de Shakespeare, habría que cuestionar por qué no ha podido cumplir con tamaña faena de enderezar esta encrucijada social. 

A los verdaderos dominicanos que amamos nuestro país, Señor Presidente, no nos interesa tener un Community College, como usted anunció con bombos y platillos, sumándose a la deplorable lista de los protagonistas de la transculturación. Queremos escuelas, liceos, institutos técnicos, academias, universidades, bien equipados y de alta calidad docente. Y, sobre todo, queremos maestros bien preparados para impartir el tan necesario pan de la enseñanza. Es penoso ver cómo en su gestión se ha invertido más en los programas de inmersión del idioma inglés que en desarrollar estrategias para mejorar la calidad de la enseñanza de nuestra lengua materna, la que cada día es más irrespetada como una clara evidencia de la falta de conciencia e identidad con el lenguaje. Por eso no acepto que “E palante que vamo”, cuando usted, la máxima investidura de nuestro país, maltrata indiscriminadamente su propia lengua, que es la lengua de todos, aún cuando usted ha recibido el honor y la distinción de ser nombrado Miembro de la Academia Dominicana de la Lengua. 

¡Qué decepción, Señor Presidente, y qué indignación! ¿Cómo es posible ofender nuestra identidad nacional al expresar, sonriente y satisfecho, que había logrado su sueño de convertir a la Capital en un Nueva York chiquito? Cuando usted expresó este logro no pude menos que pensar, ¿qué dirían esos tres inmortales de nuestra historia si pudieran escuchar sus palabras? O más que decir, ¿qué sentirían Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella al ver la Santo Domingo Primada de América convertida en un Nueva York chiquito? Me imagino, Señor Presidente, que al escucharlo dirían: ¿Y para esto escribimos la historia de la Independencia Dominicana con sangre de verdaderos patriotas, hace ya 168 años?  

Sus palabras, Doctor Leonel Fernández, al parecer demuestran que usted se identifica más con las ideas pedrosantanescas que con el ideario duartiano. Y esta postura suya amerita que todos los dominicanos nos unamos masivamente para defender nuestra identidad, como acto de desagravio a nuestros padres de la patria, porque no es suficiente prueba de identidad el mero hecho de colgar una bandera en el balcón, depositar un ramo de flores ante la estatua del laureado patricio, de respetar los símbolos patrios, o de asistir a los actos públicos de conmemoración de nuestras efemérides patrias, si no llevamos en el corazón el deseo noble y puro de ser, actuar y luchar por preservarnos como somos:  orgullosamente dominicanos. 

¡Cuánto he recordado con amor y con dolor a mis profesores de lengua y de historia, a lo largo de mis años de estudio! ¡Cuánto esforzarse en luchar para formar generaciones de ciudadanos comprometidos con los valores de nuestro país! Pero “E palante que vamo”, aún cuando, quienes repiten una y otra vez su gastado lema publicitario, sean cangrejos parlanchines que, como en la sátira de Juvenal, se contentan con pan y circo.

No, Señor Presidente. No queremos un Nueva York chiquito. Ese era su sueño, pero no el nuestro. Porque el sueño de todos los verdaderamente dominicanos es el de hacer de nuestro país una REPÚBLICA DOMINICANA GRANDE.
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 *Dominicana nacimiento y de corazón, Profesora de Idiomas y Miembro Correspondiente de la Academia Dominicana de la Lengua.-

Reflexión sobre el destino de Danilo

MI VOZ ESCRITA

Por Jorge Herrera

 Danilo, “muere oscuro aunque ande vendiendo velas”. El dicho es de mi tío abuelo Emesilio Guerrero; sólo aprovecho la moraleja para establecer el símil. Cuando el tío Emesilio observaba que su frente cometía errores elementales en una “mano de dominó”, solía decirlo con la propiedad del que conoce las reglas del juego y el gracejo natural de su “trespatinesca” figura.  

Como la guerra, la política es un arte; sólo que con características científicas específicas, también condicionadas por la capacidad creativa. Más que otras ciencias,  la política se nutre de talento y disciplina. La astucia, aunque necesaria, al punto que se la considera consustancial, no es imprescindible, si se tiene la razón y se actúa con buena fe. 

Insisto en que la segunda promesa del lema con que Danilo inició su campaña, es incumplible por el nudo gordiano que lo ata a las descaradas formas de corrupción que caracterizan los gobiernos de Leonel, sin que las denunciara nunca. Únicamente cuando le afectó directamente, casi lloroso, se atrevió a decir: “Me venció el Estado”.

Sin embargo, ahora que es beneficiario del mismo Estado se presta a la pretensión peledeísta de imponerle al país una dictadura constitucional, consciente de que siempre será segundón, por cuanto la pusilanimidad habría moldeado su carácter. Parece que Danilo es masoquista; el más reciente golpe se lo dieron con el timón del Metro…  

En los “Diálogos Intec con los candidatos presidenciales 2012”, Danilo le hace un merecido reconocimiento al dicharachero tío Emesilio. En aquel escenario el candidato del PLD en vano afán de justificar la segunda y tercera proposiciones del lema, como dijera Balaguer, cierta vez: “se hizo pupú fuera del cajón”. (Sic)  

Luego de reconocer que “continuar lo que está bien”, lo ponía en brazos del gobierno, continuó con un circunloquio aberrante que sólo detuvo el auditorio con un alud de incisivos cuestionamientos. Y… ¿cuál fue la salida de ese tunante? Exigir que le den el beneficio de la duda; que lo elijan y lo dejen gobernar. ¡Cuánta insolencia!   



  

Que nos tengan en cuenta

José Carlos García Fajardo*

Muchas personas tienen el sentimiento de que su infelicidad es demasiado grande y de que el poder está demasiado lejos; no tienen la sensación de saberse reconocidas y escuchadas por los que poseen los medios para tomar decisiones. Los ciudadanos aspiran a un papel más activo, más inmediato y ligado a su marco de vida. Hay un desfase entre las instituciones existentes y las preocupaciones de los ciudadanos. A pesar de las apariencias, las conquistas sociales de un Estado de bienestar están en peligro y, con ellas, la democracia.
La ambición principal de la democracia es luchar contra la pobreza, la injusticia y la iniquidad: denunciar sin descanso a los falsos profetas. Los medios de comunicación tienen que explicar, analizar y favorecer el civismo de los ciudadanos; de ahí que sea preciso trabajar en ese campo con profesionalidad y rigor intelectual.
¿Cuál es el verdadero papel de los medios de comunicación y de los grupos de presión, de las universidades y de los centros de formación? Las grandes migraciones provocadas por la pobreza son un grito ante la injusticia que tenemos que escuchar para actuar sin contemplaciones. Que nos muevan a la acción apoyada en un pensamiento crítico frente a la inercia de un pensamiento único que nos domina en todos los ámbitos de la vida.
La mundialización convierte a las economías en dependientes unas de otras mientras los mercados financieros establecen una red férrea e invisible que atrapa a los países y controla a los gobiernos. El hombre contemporáneo, no contento con extender la lógica mercantil al conjunto de las actividades sociales, integra dicha lógica a la propia vida y nos amenaza con convertirnos en un mercado de materias primas genéticas.
Las sociedades occidentales ya no se ven con claridad en el espejo del futuro: parecen atormentadas por el paro, desconcertadas por la incertidumbre, asustadas ante las nuevas tecnologías, conmocionadas por la globalización de la economía, preocupadas por la degradación del medio ambiente y desmoralizadas por la corrupción de los dirigentes.
Controlado por los comerciantes, el modelo cultural se ha deslizado hacia lo insignificante, lo sensacional a lo vulgar. Es preciso alzarse en rebeldía para evitar que la civilización se hunda en la fascinación del caos.
La incertidumbre se ha convertido en la única certeza. Estamos en el umbral de una nueva Era.
En medio de un largo y penoso proceso que, bajo una forma u otra, conduce a una sociedad global de la que aún no es posible imaginar su estructura probable. La era de los héroes ha terminado; hoy se sabe ya que todo es solidario y conflictivo. Que el nuevo orden debe englobar todo en su campo de acción: la política, la economía, lo social, lo cultural y lo ecológico.
El enemigo principal ha dejado de ser unívoco, escribía Ignacio Ramonet. Se trata de un monstruo de mil caras que puede adoptar sucesivamente las apariencias de la explosión demográfica, la droga, las mafias criminales, los fanatismos étnicos, el sida, el integrismo religioso, el efecto invernadero, la desertificación, las grandes migraciones, las nubes radioactivas.
En un planeta que cuenta con quinientos millones de ricos contra cinco mil millones de pobres, habrá siempre razones para rebelarse. Y el economista André Gortz señala “Frente a esta sociedad, convertida en extraña para ella misma, tenemos dos tipos de rebeliones. Por un lado, las personas con capacidad cultural para asumir su autonomía exigen la creación y la protección de nuevos espacios de solidaridades autogestionadas y de actividades autodeterminadas contra el poder del Estado y el poder del dinero. Por otro, tenemos la reacción regresiva de aquellos que desearían volver a encontrar la seguridad de un orden premoderno, estable, jerarquizado, integrador, en el que desde el nacimiento cada cual tuviera su sitio asegurado y asignado por su pertenencia a su nación, religión o raza”.
Es un hecho asumido por las mentes más sensibles de nuestro mundo que a la sociedad del consumo ha de sucederle la sociedad del reparto solidario. Después de años de euforia financiera y de mentiras propagadas por el control que tienen en los medios, los ciudadanos vuelven a sentir un fuerte deseo de retorno a actividades virtuosas: la ética, el trabajo bien hecho, la competencia que no la competitividad, la excelencia, la honestidad… al kalós kai agathos (hermoso y bueno, persona honrada, de bien), de la Grecia de Pericles. Se trata del único camino que permite preservar el planeta, proteger la naturaleza y salvar al hombre.
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*Profesor Emérito de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
fajardoccs@solidarios.org.es

miércoles, 29 de febrero de 2012

¡Escriba de esto, por favor!

Elsa Peña Nadal*


Después que mis hijos abandonaron el nido, siempre viajo por navidad a reencontrarme con ellos. Comienzo a prepararme, haciendo una lista de todo lo que debo hacer durante los días anteriores al viaje, y voy tachando hasta llegar al recordatorio final: cerrarle el paso al gas y al agua; pasaporte y boleto aéreo. De Gabriel García Márquez aprendí: “el que tenga mala memoria que se haga una de papel”. 

Y no es que sea tan mala mi memoria; es que son muchos los detalles y tanta la emoción,  que este recurso me asegura no dejar nada al azar. En los encargos están canela, vainilla y ron; dulces específicos para cada hijo;  las tostadas para hacerles el postre frío, y tambien los cariñitos para la nieta y  dos de sus amiguitas.  

La lista se achicó después de las restricciones por seguridad, posteriores al 9/11, pues como buena dominicana, mi hija me encargaba una Mousse de chocolate “pero que sea de La Españolísima”; adónde yo debía ir, primero a llevar el envase y luego a retirarlo, de camino al aeropuerto. ¡Cosas que hace una por los hijos! 

Y hay que anotar tambien las diligencias previas: pagar los servicios;  vacunar al perro y empacarles sus pertenencias,  entre las cuales está la manta debajo de la cual esconde su cabeza antes de dormir;  llevar, con por lo menos tres días de anticipación, tanto al chihuahua como a las tortugas, a los respectivos hogares  adonde se quedaran hasta mi regreso, porque  aunque no lo crean, después de diez años ya conocen mi rutina de viaje y se  ponen bien impertinentes. 

Las plantas de interiores son otro “expediente” a considerar  a la hora de cerrar la casa por dos o tres meses, pero por nada del mundo las sustituyo por plásticas, como algunos me aconsejan; a lo mas que he llegado es a tener una sintética sobre el gabinete de la cocina, porque la anterior que allí colgaba primorosamente, tenia la mala costumbre de criar larvas de mosquitos. Así que un día caí en cuenta de que era mucha mi imprudencia al estarme encaramando tan alto, y tan frecuentemente, para cambiarle el agua a esa plantita,  toda vez que he oído decir que ya estos huesos no cogen soldadura.  

Mi hermana Magnolia se lleva mis viejos bonsáis y las orquídeas y los cuida como si fueran sus bebés; en tanto que mi vecina de al lado,-- que tiene una de las pocas casas de una planta con patio y jardín frontal que aun quedan en esa cuadra del Mirador del Norte,-- se hace cargo de las plantas mas grandes. Cuando me despedí de ellas –yo les hablo a mis plantitas al igual que al perro y a las tortugas--mi vecina se rió al escucharme decirles, apuntándolas con un dedo: “cuidadito con crecer tanto como el año pasado, porque esta vez no van a  poder subir de vuelta por las escaleras; ok?”.  

A mi amiga Martha, le presto el tarro  lleno de hermosas albahacas pero con el encargo de que antes de convertirlas en rica salsa al pesto, me guarde las semillas para el reemplazo  a mi regreso. De las albahacas, tambien me despido, aspirando profundamente  y por última vez  el aroma que perfuma mi cocina.  

Y ya de salida,-- el mobiliario cubierto con colchas y sabanas viejas—hago ante la puerta una oración por mi viaje de ida y vuelta, y bendigo mi casa para que ni ladrones ni terremotos osen atentar contra lo que allí queda y que me ha costado tanto sacrificio reunir: mis recuerdos de poco más de seis décadas.  

Y ahora, casi tres meses después, haciendo los preparativos correspondientes al viaje de regreso, llamo a Maribel, la muchacha que me hace la limpieza y aprovecho para preguntarle por López y Gutiérrez: las dos tortugas que quedaron a su cargo, nombradas así por  mi hijo mayor, quien dijo cuando las lleve chiquitas a la casa, hace diez años, que  su caparazón le recordaba al uniforme marrón y verde de camuflaje que usan los soldados, a quienes solamente llaman  por sus apellidos. 

A seguidas, Maribel me dice un tanto alterada que necesita que yo escriba un artículo de lo que esta sucediendo en su comunidad, con el caso de la escuelita que está en construcción—poco mas de dos años lleva hablándome de lo mismo-- porque ahora, algo sucedió y tenía que contármelo. Después de darme un avance le dije que cuando llegara me ocupaba de eso pues tenía que recabar más detalles.  

El anterior Ministro de Educación, Melaneo Paredes, autorizó la construcción de la escuela, pero al ser sustituido, la nueva ministra la paró por mas de un año y los ingenieros a cargo de la obra ya han pagado mas de cuatrocientos mil pesos a los dos serenos, a quienes en dos oportunidades, además de su sueldo, han tenido que darles cada final de año, todas las prestaciones que por ley les corresponden. 

Ya en una ocasión hubo un robo, y también enfrentaron el inconveniente de la paralización de la obra por las autoridades del propio Ayuntamiento local, alegando violación de linderos. Resumo lo último que me contó Maribel: 

“Siendo las 9:20 P.M. del día 25/2/2012, se presentaron  5  personas en un motor y en un camión de los que contrata el Ayuntamiento para la recogida de la basura, en la obra en construcción del “Centro Educativo Los Conucos de Villa Mella”, ubicada frente a la puerta #4 del Parque Mirador Norte.

Los asaltantes estaban armados con un revólver y sorprendieron a uno de los dos serenos; lo amordazaron y amarraron de pies y manos y lo envolvieron en una capucha, procediendo a cargar el camión con 30.5 quintales de varillas y 2 quintales de alambre dulce.

Mientras esto ocurría, los moradores del barrio próximo a la obra, alertados por el otro guardián, se apersonaron al local (más de 250 personas entre hombres, mujeres y niños) y procedieron a apresar a uno de los atracadores y desataron al sereno que estaba al borde del asfixie, echando un espumero por la boca; y de paso, le sacaron la batería al camión.

La policía fue llamada y se presentó a la obra, tomó al prisionero y se lo llevó; se llevó tambien el motor y luego apresó a dos ladrones más y persigue a los dos restantes. Cuando la policía, auxiliada por una grúa, procedía  a llevarse el camión con toda la carga encima, cuatro balazos salidos de manos de un lugareño, desinflaron las cuatro gomas del camión. Así que la policía se fue, dejando el camión que fue descargado por los moradores (quienes hasta piquetes les han hecho a la Ministra, doña Josefina Pimentel, para que les termine de financiar la obra, ¡pero si no recibe ni a los ingenieros!).

La policía dice ahora que para formalizar la querella, la fiscalía exige que el camión sea  llevado al cuartel policial pero que hay que alquilar una grúa que cuesta 3 mil pesos (Grúa que sí apareció gratis cuando el camión estaba cargado)”. 

Dígame usted amigo lector, ¿quién tiene que buscar los tres mil pesos? ¿La policía que necesita el “cuerpo del delito”; el ministerio, dueño de la obra en construcción; los moradores de Villa Mella; los ingenieros,  los ladrones  o los dueños del camión que son clientes del ayuntamiento? Yo creo que “ahí hay un maco” y que no se quiere profundizar en ese frustrado robo a una obra del Estado. 

Villa Mella tiene un Metro, la escuela puede esperar. Ojala que no la inauguren cuando la comunidad haya enterrado a algunos de sus moradores, porque después de este incidente, ahí están todos muy pero que muy calientes. !“Cosas veredes, amigo Sancho”! como diría mi papá. 

No creo que este suceso haya sido recogido por los diarios: son cosas de barrios de  gente pobre; aún nadie ha muerto (aunque al sereno poco le faltó); además, a los ingenieros, que sigan teniendo paciencia y descuadrándose con el presupuesto inicial.  

En verdad, ironías aparte, doy gracias a Dios por este tiempo tan hermoso pasado junto a los míos, pero esta conversación con Maribel me hizo aterrizar en mi país, aún antes de que las ruedas del avión se posen sobre el suelo de Quisqueya, con el acostumbrado aplauso de los pasajeros a la tripulación; aplauso que a pedido del capitán, a veces hay que repetir, cuando él  considera que en el primero hubo falta de entusiasmo.
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*elsapenanadal@hotmail.com

domingo, 26 de febrero de 2012

Ejercicio gubernamental psicopático

Rafael Calderón*
Aunque le restan todavía seis meses para entregar la banda presidencial, si lo quisiera, el doctor Leonel Fernández podría darse por completamente satisfecho de haber consumado lo que con propiedad se puede definir como un ejercicio del estado con auténtico perfil psicopático.
Como Usted sabe, los psicópatas no se ven reflejados en sus semejantes y tienen una manera de ser, una personalidad que le permite actuar sin piedad y con total indiferencia ante el dolor ajeno. Nadie puede negar que el gobierno del PLD de ninguna manera se mira reflejado en el pueblo, pues de lo primero que se ocupó su líder fue del cambio de estatus y de imagen de sus ministros.
Recordemos que el presidente Fernández en 1996 arrancó multiplicando por 20, como mínimo, los sueldos que encontró para los ministros. Los montó en yipetas, y al parecer se bajó una orden para que usaran lentes Cartier y que vistieran con la elegancia de los “yupies”, para que la diferencia entre gobernantes y gobernados fuera obvia comoquiera que se le mirara, lo que vino a complacer la añeja psicopatía de sus compañeros.
Leonel Fernández
Los peledeístas siempre intentaron creerse superiores, el egoísmo petulante de su lema “servir al partido para servir al pueblo” habla claro de sus originales sentimientos. Otra cosa hubiese sido de haber adoptado como divisa “servir al pueblo para servir al partido”, pues la prioridad hubiera sido entregar al pueblo lo que el partido (que es lo mismo que decir su dirigencia) se ha llevado en su larga estadía en el gobierno.
Tampoco olvidemos que, con excepción del doctor Leonel Fernández, quien se le había adelantado en el codeo con el poder, la mayoría del Partido de la Liberación Dominicana vivió hasta el 16 de mayo de 1996 con la ínfula de que la sociedad dominicana se dividía entre “corruptos y peledeístas”, una presunción que se derrumbó públicamente por completo en el primer mes de su gobierno, en el momento en que Miguel Solano, subsecretario administrativo de la presidencia, hizo la primera denuncia de corrupción, por lo que se convirtió en el primer cancelado del presidente Fernández.
Dije al principio que el doctor Fernández podría darse por completamente satisfecho con su ejercicio psicopático del gobierno, pero eso es imposible que ocurra, porque una de las características de los psicópatas es que tienen su necesidad en expansión permanente.
Miguel Solano
Me acojo a lo dicho por el doctor Hugo Marietan, cito: “el psicópata es una persona que tiene un comportamiento distinto porque tiene necesidades distintas que satisfacer. Por eso hace un uso particular de la libertad, crea códigos propios, repite patrones conductuales y tiene necesidades de estímulos intensos”.

Añádale a eso lo siguiente: “los psicópatas son generalmente líderes, aman el poder, y ven a los demás (sus víctimas) como objetos, como herramientas útiles para alcanzar un beneficio”.

Y al leer el párrafo que voy a citar me dio pavor al pensar en los planes que tiene Leonel con su candidato Danilo Medina, cito:

“Otra característica básica (de los psicópatas) es la cosificación, que implica quitarle al otro los atributos que lo valoran como persona, es decir, desjerarquizarlo para considerarlo un objeto y, desde esta maniobra psicológica, poder manipularlo”. Estamos claros en que Danilo fue “desjerarquizado” en 2007 y que ahora es un objeto que Leonel manipula, con el agravante de que con doña Margarita como su compañera en la boleta peledeísta, como dicen por allá, le tiene el agua puesta a punto de hervor.

Por hoy, me voy. Que Dios le llene de bendiciones, y se apiade de la República Dominicana.

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*Periodista dominicano radicado en Nueva York.-

¿Espectáculo de circo?

Elsa Peña Nadal*
 En el circo, el señor de los cuchillos los lanza con tiro certero, y al caer, van silueteando la figura de la persona que, atada de pies a cabeza, con los brazos abiertos y en total silencio, opta por no dejar escapar, no digamos que ni un grito; ni el más mínimo suspiro. Uno tras otro se oye el golpe seco, aterrador, del arma que se clava en la madera.  

Pero los que se impresionan, se alborotan y se inquietan, son los espectadores

 Cualquiera pensaría que poner en riesgo así la vida, y con tanta frecuencia, ha de ser cosa de locos. ¿Tan buena es la paga para someterse, una y otra vez al mismo peligro?, se preguntarán los espectadores.

Pero, ¡qué va!; es que el experto tirador y la persona inmovilizada, “están  compuestos”; como dicen los cibaeños: ambos saben que esa tabla tiene un trasfondo de potentes imanes. Puro truco, como casi todo lo que se mueve entre las bambalinas. 

El dueño de la franquicia circense tiene muchos circos repartidos por el área. En cada uno de ellos, el gerente o jefe principal, tiene libertad para contratar a los actores, quienes, con sus multifacéticas habilidades, entretienen y divierten a los lugareños, los que  pagan un precio por ocupar un asiento bajo las carpas variopintas, siempre con la expectativa de encontrar muchas novedades.   

Los actores circenses son por lo general los mismos: malabaristas, trapecistas, adivinos, domadores; gordas que lloran por un sólo ojo; enanos, gigantes y muchos, muchos payasos. Y créanme que se ganan su buen dinerito; pero, obviamente, jamás ni nunca como su empleador directo. Aunque seguramente  los que más ganan son aquellos que se arriesgan más, haciendo peligrosas piruetas y saltos a gran altura. ¡Y de cuántas  maneras!  

De los circos sabemos que han de tener caballos, elefantes, gallos, leones, osos y hasta cerdos. Pero resulta que ahora, el magnate foráneo dueño de la franquicia circense, se ha antojado de anexar a su inventario las especies que, desde tiempos precolombinos, habitan en nuestro Parque Nacional del Este.
El quiere apoderarse de las “17 especies de murciélagos, 112 especies de aves, (que son) mas de una tercera parte de la avifauna insular de la Hispaniola”; según leí en una declaración de prensa emitida por la Academia de Ciencias, la UASD y la Fundación Dominicana de Estudios Marinos. Inc.

Dichas instituciones, por ésta y muchas otras razones de peso, dicen rechazar “cualquier tipo de intervención que vulnere cualquiera de las Áreas Protegidas del país, la violación de la Ley 64-00 de Medio Ambiente y Recursos Naturales, la Ley Sectorial de Áreas Protegidas 202-04, así como la Soberanía Nacional y la Constitución de la República”.

¿Querrán acaso tambien los dueños de la franquicia,-con sucursal en Isla de Vieques- incluir en su espectáculo a las tortugas marinas que vienen anualmente a desovar en esas playas?; ¿Pretenden que sus payasos hagan piruetas aplastando con sus botas las Estrellas de Mar y cazando los lepidópteros en la Playa de las Mariposas? ¿Que tipo de “show” les montarían a los mas de 300 mil turistas que, se estima, visitan anualmente nuestra Isla Saona?  


¿Será que mas adelante tambien se instalará la compañía circense en la Bahía de Samaná, con la excusa de que son unos peligrosos submarinos al servicio del narcotráfico, todas esas ballenas jorobadas que con su pesada carga vienen a parir en la costa; o a aparearse, repitiendo el periplo que cada año maravilla a criollos y extranjeros? 

Cuando me enteré de la noticia-- dada por los llamados a defender nuestra soberanía y a impedir el tráfico de estupefacientes--juro que pensé igual que otras personas: que la misma no era mas que una puntual bola de humo; un rumor puesto a correr con ocasión de los recientes “cañonazos” que han estado amenizando el carnaval dominicano. Y así lo quisiera seguir creyendo. ¡Pero, ¿y si es que nos están tomando el pulso?  

A esa información no se le ha dado seguimiento, y por lo tanto, ya no esta en los diarios; y porque además, en nuestro país las malas noticias se generan tan aprisa que van cubriéndose la una con la otra; como la piel de la cebolla, y en este momento y  hora no sabemos si va, o no va, la instalación de la base naval que anunciara la Marina de Guerra. Ya periodistas y medios pasaron la página. ¡Qué barbaridad! 

Por esto, al reciente temblor de 3.5 grados con epicentro en Saona, lo asumo como un llamado de la isla a nuestra conciencia colectiva para que no le demos la espalda ante esta abominable amenaza. 

Esta es una broma de mal gusto y muy pesada. Un inoportuno caramelo de cuaresma que no vamos a aceptar: ni como nos llegó ahora, bien envuelto en el celofán del comunicado de Univisión y de la bemberria del carnaval; ni tampoco mas adelante, aunque venga revestido con la distracción del asueto de Semana Santa y de los colorines y fanfarria de este proceso electoral en curso. 

En este asunto hay mucho en juego; por lo tanto, con esto no se juega; ni como bola de humo ni como posible adefesio. ¡Sáquenlo del guión; o de lo contrario, desmantelen el circo, recojan sus bártulos y váyanse con su música a otra parte!  

Como dicen los muchachos de ahora: ¡¿Pero es locos que están?!

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*elsapenanadal@hotmail.com

Reflexión sobre una eventual disfunción cerebral (1 de 2)

MI VOZ ESCRITA
Por Jorge Herrera

 La torpeza en un político que aspira a la presidencia, tanto en el discurso como en la acción, es decepcionante. Pero cuando, además, el sujeto  pretende justificar lo injustificable, preocupa y le sugiere a cualquier observador que podría tratarse de una disfunción cerebral. Es posible que eso decretara muchas deserciones en el PLD. 

Insisto en que el lema inicial de la campaña de Danilo con su segunda proposición lo metió en una encerrona fatal. El candidato peledeísta no puede condenar la oprobiosa corrupción que ha apadrinado el matrimonio presidencial con su complicidad, hasta prueba contraria, en tanto nunca la denunció. 

La “caja de Pandora” que abrió el comunicador y abogado Marcos Martínez, sobre la cuenta millonaria en euros de su compañera de boleta, confirma la presunción. ¿Por qué, en lugar de lagrimear como cocodrilo y  recurrir a histrionismos sentimentales, doña Margarita, no reivindica la promesa incumplida de Leonel, e invierte frente al país, el fardo de la prueba? 

Sería un golpe de efecto demoledor, ejemplarizante y trascendente. ¡Hasta yo aplaudiría su arrojo! Pero… ¿y es fácil  arriesgarse a una debacle tan segura? Por eso, junto a sus abogados y camanduleros “juega al tiempo”, confiada en que un chapulín con hábitos sacrosantos, interponga sus oficios en pro de una solución salomónica. 

Por supuesto, previo depósito de honorarios, acaso en la misma entidad bancaria local que realizara la transferencia al banco danés de los fondos que se alegan, y que a ultranza la dirección de un matutino gratuito cuestiona, y combate con “lógica infantil”, esperanzada en lograr el indulto que ha estado procurando en favor del propietario del grupo a que pertenece el medio. 

Pero bien, ese no es el propósito de esta reflexión. Lo que persigue el autor es desenmascarar la bufonada con que Danilo pretende embaucar al electorado. En los “Diálogos Intec con los candidatos presidenciales 2012”, quedó retratado de cuerpo entero como un farsante que sólo espera la oportunidad de aplicar un “librito” que ni él entiende…


Abre los ojos (Sobre el escándalo de las cuentas)

Pedro Cabiya*


La inversión que insiste en hacer el estado dominicano en el analfabetismo, embrutecimiento e indolencia del pueblo que supuestamente encabeza pagó la semana pasada pingües dividendos. La revelación hecha por el ciudadano Marcos Martínez, de que la primera dama de la República y candidata a la vicepresidencia del estado (junto con Alberto Cedeño, Félix Bautista y José Manuel Taveras Lay) es titular de una cuenta multimillonaria (en euros) en el Danske Bank y de otra en el CreditSuisse, causó un revuelo transitorio rápidamente neutralizado por los medios de comunicación del régimen (que son casi todos), lambones asalariados, lambones pro bono, alabarderos y repugnantes escuderos de dirigentes peledeístas, con una combinación mortífera de sandeces, sentimentalismos, estupideces e intimidación. A esta efectiva fórmula se le añadió un pizca de nuestra innata inclinación colectiva a la frivolidad, la indolencia, la pereza, la desidia y el derrotismo, y afortunadamente ya estamos de vuelta en nuestro relajante spa de me importa un coño, echados sobre un sofá de que se joda todo y sorbiendo un refrescantefrappé de qué carajo puede uno hacer. Sin mucha alharaca y sin tener que armar ni un solo argumento lógico, los medios, dirigentes y personeros variados nos convencieron de que NO es nuestro deber cuestionar a nuestros líderes, que nuestros líderes y oficiales públicos NO tienen que rendirnos cuentas de sus cuentas y que, en fin, no compete a ciudadanos ordinarios meterse en cuestiones “políticas”. Nos convencieron de que está bien ser irresponsables y hacer silencio, que ya se encargarán otros de esclarecer los hechos, que los tribunales ya están apoderados, que ya se verá, que mientras tanto podemos seguir tuiteando que me duele el trasero de estar tanto tiempo sentado viendo GossipGirl, o lo fea que salió Kim Kardashian en el programa de ConanO’Brian. Ya saldrá la verdad en algún momento, eso no lo irán a dejar así, claro que no, de modo que podemos volver a Facebook y publicar un álbum con fotos de nuestro French Bulldog haciendo piruetas en la sala, qué risa, del corillo tan “ápero” que armamos en Shuffle, de lo mala que se puso Fulana por mezclar Kahlúa con Passoã, del bonche en Palmilla, de lo bueno que está Bradley Cooper. O peor: nos convencieron de que todo es una artimaña del PRD, en cuyo caso lo mejor es desechar esas acusaciones, esos perredeístas son capaces de las cosas más siniestras, qué carajo, lo que hay que oír, mejor me olvido de eso y acabo de decidirme por fin si le llevo a Fulana los cuadritos de chocolate blanco de La cuchara de madera o los brownies de Pastelería del Jardín…
Naah… Que se joda. Mejor la llevo a La Dolcerie y que ella pida lo que quiera…
Pero no.
Gracias, pero no gracias. Yo tengo el serio problema de que me encanta usar el cerebro. Y si algo me gusta aún más que usar mi propio cerebro es enseñarle a la gente a usar el suyo. De modo que dispénsenme unos minutos y pasemos a analizar con mayor detenimiento, valiéndonos de la razón y la lógica, los eventos de la semana pasada. No digo que debamos prescindir de evidencia incontrovertible; sí digo que con lo que hay basta para inclinar la balanza de nuestro juicio para uno u otro lado. Vayamos por partes; nos moveremos de los argumentos de menor peso a los de mayor, por aquello de llevar suave a los que no se bebieron hoy su Ginkgo Biloba.
La revelación: ataque a las credenciales
Marcos Martínez es un comunicador santiaguero, productor de un programa de televisión. Es abogado. Hasta ahí la cosa va bien. A raíz de su revelación por los medios, no obstante, Martínez ha sido el objeto de innumerables acusaciones. Entre ellas, la de ser un difamador, un correveidile y, la peor de todas, un líder perredeísta. Los periodistas lo han abandonado a su suerte (al momento de redactar estas líneas el Colegio de Periodistas corrió presuroso a desligarse de Martínez, quien ahora es “solo un abogado”).
El primer ataque, obviamente, hace blanco en las credenciales. Al parecer, no basta que Marcos Martínez sea un ciudadano dominicano al que le cayeron en las manos pruebas tan incontrovertibles, a su juicio, que decidió arriesgar su reputación, su libertad y su vida para darlas a la luz pública. Se propagó como el fuego sobre la sabana el argumento de que se trataba de un fraude y mucha gente lo aceptó, por más que la lógica dictara que el vocero de tal fraude solo podría pasarla mal. ¿Exactamente qué gana un comunicador al difundir una noticia como la que difundió Marcos Martínez? ¿Un premio? ¿Un Pulitzer especial que recibiría de manos de los policías que rodearon su casa? ¿Qué raciocinio trabaja en la cabeza de los que acusaron a Martínez de fabricar embustes? En todo caso, la razón me dice a mí que quienes deciden meterse en un aprieto de estas magnitudes lo hacen a sabiendas de que su mejor y mayor protección se la brindan la veracidad y certeza de las aseveraciones. En otras palabras, Martínez, o cualquier otro dominicano que sienta que su deber ciudadano es enfrentar el régimen, se sentirá más protegido y confiado mientras más convencido esté de que sus pruebas son legítimas y que su actuación es la correcta. En subsiguientes apariciones, Marcos Martínez no solo ha reiterado su acusación, sino que parece desear con fervor que alguien lo desmienta con pruebas contundentes. Él ha mostrado los documentos en los que apoya su posición. Margarita Cedeño no puede, para rebatirlo, limitarse a colgar un video en Youtube y ponerse llorar.

Los medios de comunicación: la protección colegiada inconsciente

Dijo en cierta ocasión George Carlin que no es necesaria una teoría conspirativa cuando existen intereses comunes. Los dirigentes y capitanes de las diferentes clases, gremios e industrias poseen los mismos intereses, frecuentan los mismos clubes, probablemente se graduaron de las mismas escuelas y comparten los mismos deseos y temores. De esa forma, es perfectamente posible que prescindan de reuniones conspirativas en mitad de la noche para coordinar esfuerzos en aras de conseguir lo que quieren. Un buen ejemplo de cómo funciona esta coordinación no-presencial de algunos grupos nos lo dieron los medios masivos de comunicación en su rechazo colegiado de la información que había obtenido Martínez. No se trató de un rechazo editorial. Se trató del absoluto silencio. Será imposible para generaciones futuras saber por los periódicos lo que sucedió en esos días, porque según la prensa, nada estaba pasando. Este vacío periodístico contribuyó a persuadirme de que Martínez podía estar diciendo la verdad, de que este era, realmente, el escándalo de desvío de fondos del erario público más colosal de la historia dominicana y que, en consecuencia, ninguno de los periódicos de mayor distribución (realmente vehículos de los grupos empresariales que todos conocemos) tocarían la noticia; me excusarán el juego de palabras, pero ni siquiera se hicieron eco de la noticia de que Marcos Martínez había anunciado tal noticia… ¡Al menos eso era noticia!
Los ingenuos podrían caer en la trampa de pensar que nuestros diarios nacionales se trazan como meta la difusión de la verdad. A estos santos inocentes hay que educarlos en las veleidades del manejo de la información por organismos que realmente están en el negocio de vender anuncios. La verdad es un concepto desestabilizante, muy malo para el comercio, y mucho más la posibilidad de una verdad tan escandalosa como la del Danske Bank y el CreditSuisse. Hay que entender que los empresarios que actúan detrás de los consejos editoriales se benefician del statu quo; la gente que genera el billete por lo general detesta los cambios drásticos, igual que los niños o los locos. De esta forma, sin tener que reunirse en un almacén abandonado, como en las películas, intuitivamente todos los periódicos impresos de mayor renombre se rehusaron a acercarse a la noticia. El sepulcral silencio proveyó una medida del miedo, y esa medida del miedo que flotó sobre el aire debió habernos servido de prueba valedera de que algo andaba podrido en el estado de Dinamarca.

Los panegíricos: el contrataque de los alabarderos

El silencio de la prensa contrastaba mucho con el escándalo de las redes sociales. Los anquilosados medios impresos pueden hacer todo el silencio que quieran, pero no pueden acallar a las masas empoderadas con sus propios medios de difusión; incapacitados para la acción, inflexibles y demasiado ligados a poderes económicos como para maniobrar al compás de los tiempos, son dinosaurios en vías de extinción. Pero de poco les sirvió el silencio cuando las redes sociales bullían de indignación. Fue hora de que entrara en acción la tercera línea de defensa del régimen; de este y de cualquier régimen: sus personeros, lambones y alabarderos.
En su biografía de Hitler, Ian Kershaw discute la noción de “trabajar en dirección del Führer”. En un régimen personalista en el que se han destruido sistemáticamente todas las instituciones del estado, específicamente el edificio de la ley, los funcionarios, oficiales públicos, adláteres, edecanes y simpatizantes del líder máximo se enfrascan en una competencia reñida por complacerlo, anticipándose a cumplir deseos que no han sido articulados, ni tienen por qué serlo. Todos “saben” lo que quiere el “Führer” y corren a satisfacerlo. Los que vivieron la pesadilla del Trujillato saben de lo que hablo, porque el mismo fenómeno se dio aquí durante la dictadura de Chapita. En el caso que nos ocupa, está claro cómo esperaba nuestro Führer que se comportaran sus seguidores.
Y bien que lo hicieron. Presurosos, obedientes, diligentes, moviendo sus rabos y jadeando, acudieron a Twitter a guindar sus conciencias, a empeñar su vergüenza, a desembarazarse de su honor. Y no cualquier gente de cualquier calidad: dijeron presente acuciosos estudiantes de derecho con buenos puestos en el gobierno, comunicadores de prestigio, inteligentes escritores y empresarios prósperos. Nuevamente coordinados por sus intereses comunes, sin que lo precediera una reunión de trabajo, dieron en tergiversar la noticia de Marcos Martínez desde el mismo ángulo: donde decía claramente que el periodista había mostrado documentos fehacientes para respaldar sus acusaciones, estas “cajas de resonancia”, para tomar prestada la fabulosa frase de Margarita Cordero, empezaron a tuitear y a retuitear la consigna que le dio la vuelta al Internet: que Martínez estaba haciendo acusaciones sin pruebas.
Se multiplicaron los hash tags abyectos: #estoyconmargarita, #margaritayoteapoyo. Los laudatorios #margaritadamaseñera, #margaritadamadecente. Los patéticos: #primeradamaconsupueblo.
El blanco de los alabarderos era la potencial metida de pata de Marcos Martínez, que durante el día de la revelación permaneció en silencio. Casi saboreaban la satisfacción moral que les daría cuando la primera dama produjera pruebas, a más tardar el día siguiente, que pusieran al osado periodista en chirola. Al próximo día, cuando Martínez reapareció y reiteró sus acusaciones, cuando se hizo patente que este no era ningún tiro a ciegas, los alabarderos, como hocicudos perros de aguas, desaparecieron de Twitter.

El weekend: Ganar tiempo

Dos horas.
Este es el tiempo que le hubiera tomado a la primera dama esclarecer el asunto y meter preso a Marcos Martínez. Dos horas hubieran transcurrido entre la llamada de larga distancia para pedir una certificación de no vinculación y la llegada de dicho documento. Dos horas como máximo es lo que han tenido que esperar amigos y conocidos que se han visto precisados de solicitar ese documento en los bancos ya mencionados. Dos miserables horas entre un email de ida y uno de respuesta, si se hubiera preferido esa vía. Los mecanismos están establecidos.
En su tiempo, Balaguer también fue acusado en la prensa de poseer una cuenta millonaria en las Islas Caimán. El entonces presidente, pausadamente, preparó un poder notarizado y le dijo al periodista que había hecho la acusación que fuera a buscar ese dinero. Si lo encontraba, era suyo. No se habló más del asunto; el periodista se retiró con el rabo entre las piernas. Me pregunto por qué Margarita Cedeño no ha optado por una solución tan brillante para este problema, solución que le han propuesto incontables editoriales, columnistas y tuiteros. Imaginémoslo:
Margarita Cedeño: ¿Así que yo tengo una cuenta multimillonaria en el Danske Bank, y otra en el CreditSuisse? Aquí tiene usted, Marcos Martínez, un poder notarizado que le autoriza a pedir un certificado que demuestre si yo he tenido cuenta en ese banco y qué dineros han sido depositados ahí. Y aquí tiene también un pasaje de avión. Vaya. Si la encuentra, entréguele esos cuartos a un orfanato de Santiago o quédese con ellos… Pero si no la encuentra, ni evidencia de que existió alguna vez, usted viene preso.
Punto… Solucionado el problema. Todo el mundo a callarse la boca. Viva Margarita Presidente…quiero decir, Vice-Presidente.
Pero no.
La firma de abogados contratada por la primera dama ya habló de que necesita 45 días para responder. ¡Cuarenta y cinco días! ¿Para qué? Si los demás argumentos hasta ahora no han surtido un efecto convincente, este debería ponerte a pensar. A mi entender, esta descarada petición de mes y medio se perfila como la prueba más condenatoria. A mi entender, y al tuyo, si usas la cabeza, cada día que pase sin que se obtenga esa única prueba fiable, es un día en el que más profundamente se entierran los facinerosos que serían capaces de saquear a un pueblo pobre; cada día que pase es un día más para sembrar entre nosotros la sospecha de una componenda compleja que enturbiará la legitimidad de la pruebas exculpatorias cuando finalmente se materialicen, si es que alguna vez lo hacen.

Base naval en Saona: la burda distracción

Si estás en capacidad de utilizar las 8 libras de seso que todos tenemos en el cráneo, te darás cuenta de lo conveniente de la absurda noticia precisamente en esta coyuntura. Como palomas que acuden hacia un nuevo puñado de maíz que alguien ha tirado en otra parte de la plaza, allá se ha volcado la sociedad virtual, dejando para otro día la acusación de desfalco. Los medios masivos, cual perritos con juguete de goma nuevo, la han repetido ad nauseam con una felicidad y una disposición que debe ponerte a pensar. ¿Qué es lo que quieren que no veas? ¿En qué quieren que no pienses? Tú eres más inteligente de ahí. Abre los ojos.
Conclusiones Ignorar una noticia como la que impactó a nuestro país la semana pasada es posiblemente el ejercicio más ridículo de denial. Como ya he mencionado arriba, que nuestra sociedad sea capaz de continuar sus quehaceres cotidianos con la pasmosa beatitud de los que poseen un búnker secreto abastecido para cincuenta años es una actitud suicida. La comparación no es gratuita. Apropiándome de las palabras de KurtVonnegut, es como si siguiéramos con nuestra vida de siempre luego de que nos avisaran que un meteoro está a punto de impactarnos y borrarnos de la faz de la Tierra. Una noticia así (la del meteoro) ¿no ameritaría un cambio drástico y definitivo de nuestro concepto de participación democrática y de trabajo solidario? ¿Cuántas personas estarían en la disposición de pensar que el impacto no tiene nada que ver con ellos? ¿Qué parte de esta analogía no entiendes?
Tampoco es como que la acusación nos obliga a ver a los imputados bajo una luz diferente de la que ya conocemos y bajo la cual ya estamos acostumbrados a verlos. ¿Acaso el ex convicto Félix Bautista se ha dado a conocer en la prensa por sus obras humanitarias, su sacrificio, su humildad y su generosidad? ¿Por su desprendimiento? ¿Acaso la primera dama no hizo noticia el día que hizo cocaleca en la tienda regenteada por Luis María Llorente, en España, adquiriendo “gran cantidad” de zapatos y carteras, para esfumarse luego de que su aparatosa escolta obstaculizara el tránsito de la Avenida Castilla en Gijón? ¿Acaso la presidenta de Transparencia Internacional no dijo que “cualquier país en donde el Índice de Percepción de la Corrupción se haya incrementado como en el caso de República Dominicana, debe hacer un análisis profundo y determinar que está ocurriendo para frenar el problema”?
Este no es uno de esos escándalos que se pueden olvidar fácilmente, sin investigarlo a fondo, despachándolo como una simple treta del PRD. Es demasiado dinero. Pero incluso las cifras que estamos manejando se prestan a perder el sentido. Al fin y al cabo, son solo números, dígitos. Podemos, empero, verlo de otra manera. Quizá entendamos mejor la magnitud de este presunto desfalco si en lugar de repetir la suma supuestamente desviada, nos referimos a ella de otra forma. Después de todo, estamos hablando de más de la mitad del presupuesto anual de la nación. También nos estamos refiriendo al bendito 4% que se necesita para adecentar la educación… el 4% y un chin más. En las referidas cuentas del Danske Bank y el CreditSuisse habrían 500 escuelas equipadas con pizarras inteligentes; cinco años de capacitación para todos los profesores de media y secundaria; varios hospitales, por lo menos 1,000 máquinas dializadoras y suficientes gasas, sueros, jeringuillas, alcohol y demás suministros básicos para varios años; habría en esas cuentas exactamente 16,000 pozos acuíferos para que las comunidades más aisladas puedan beber agua limpia; habría 160,000 viviendas de emergencia para nuestros conciudadanos que viven en casuchas hechas con basura; habría varios aumentos salariales para nuestros maestros; habría suficiente como para diseñar, ejecutar y sostener un plan de reciclaje ciudadano a nivel país; habría un parque eólico, y hasta dos; habría suficiente para implementar un plan de emprendedurismo para jóvenes en todos los sectores más pobres de la República, que comprenden, prácticamente, la casi totalidad del territorio nacional; habría dinero en euro suficiente para verterlo en investigaciones certeras que nos libren para siempre del dengue, la malaria, la filariasis; habría una biblioteca para cada vecindario; habría 5,000 becas universitarias…
Que salga una noticia en los medios tradicionales no la hace verdad; de la misma forma, que una noticia salga por los medios virtuales no la convierte en mentira. El régimen, a través de sus alabarderos, quiere convencerte, no solo de que esta es una bola de Internet carente de legitimidad, sino de que no es de tu incumbencia averiguar con certeza si tienen razón o no. Lo han decidido por ti. En otras palabras, han determinado que el ejercicio de la política no te corresponde. De que para eso están los periodistas, los jueces, los políticos. Nada más lejos de la verdad; el ejercicio de la política te corresponde a ti como un deber y una responsabilidad, incluso si vivieras en un país donde ninguno de los actores mencionados, ni los periodistas ni los jueces ni los políticos (una buena parte de ellos, al menos), hubiera malbaratado su honor. Involucrarse en política no es algo que se relega a los oficiales elegidos para la administración pública; esos son simples empleados, o deberían serlo. El verdadero poder político sigue en tus manos; nunca ha estado en otro lugar. De modo que no hay por qué esperar a que “se dilucide” el caso de este supuesto desfalco, no hay que esperar a que lo resuelvan. No hay que esperar por Nuria ni por Huchi Lora ni por Juan Bolívar Díaz ni por Marino Zapete ni por Anonymous. Ninguno de ellos tiene el monopolio de la información ni de la acción ciudadana. Esto te toca a ti. Esto lo podemos resolver nosotros mismos.

¿Qué podemos hacer? ¿Qué puedes hacer tú?

Mucho, de hecho. Resulta que tanto Margarita Cedeño como todos los miembros del gabinete de Leonel Fernández (y de cualquier otro gabinete de cualquier otro partido) son PEP:
PoliticallyExposedPersons, o Personas Políticamente Expuestas. Como tales no deberían habérseles abierto estas cuentas en primer lugar y de habérselas abierto, debieron haber pasado por un screening exhaustivo. Búscalo en Wikipedia, o refiérete al whitepaper del WolfsbergGroup, también disponible en el Internet. Un PEP “por virtud de su posición o la influencia que pueda detentar, presenta un mayor riesgo de verse involucrado en sobornos y corrupción”, y por tanto, el banco, a causa de los problemas que un posible desfalco podría acarrear, se vería imposibilitado de defender los acuerdos contractuales que lo vinculan con el ahorrante.
El proceso para detectar un PEP se hace durante la apertura de la cuenta. Un banco que abra una cuenta sin el duediligence para determinar si el cliente se trata de un PEP y que conduzca negocios con PEPspuede incurrir en serias multas. En otras palabras, la institución financiera debe saber que se las ve con un PEP y debe, en ese caso, monitorear constantemente los movimientos de la cuenta.
Si tales cuentas existen (o existieron) los bancos de los presuntos cuentahabientes que nos ocupan, o les abrieron las cuentas sabiendo que eran PEP (y por la tanto han monitoreado esas cuentas todo el tiempo) o no (lo cual no es una buena noticia ni para el banco ni para los cuentahabientes). En cualquiera de los dos casos, tanto el CreditSuisse como el Danske Bank deben de ser informados por una coalición de ciudadanos de que, en palabras del WolfsbergGroup, es posible que les hayan abierto cuentas a personas “cuyas circunstancias financieras” les atraerán “interés público adicional”. En cualquiera de los dos casos, en el momento en que se abra una investigación sobre el asunto (que imagino que ninguna de las perspicaces organizaciones de participación civil del país ha tenido la clarividencia de incoar a través de agencias especializadas en el asunto), los fondos del PEP, si existen, quedan inmediatamente congelados… ¿Te suenan mejor ahora los 45 días? Ante este panorama de congelación de fondos, ¿qué podría suceder durante esos 45 días? Piensa un poco.
La existencia de controles para detectar y excluir a PEPs de las instituciones bancarias europeas no impide que sea posible para algunos colarse. Hosni Mubarak y MuammarGhaddafi son dos buenos ejemplos de PEPs que consiguieron abrir cuentas en bancos europeos. Sus fondos, en cuanto fueron descubiertos, fueron congelados. Muchísimas personas son expertas, no obstante, en abrir cuentas a PEPs. Conocen el papeleo y saben cómo darle la vuelta al asunto. Sus servicios se cotizan extremadamente bien, como se podrán imaginar. Una investigación seria de este caso debería comenzar por ubicar quién, en este país, tiene ese know-how.
De nada sirve leer un artículo si no puedes sumarte a la acción. De modo, que aquí te pongo un fácil recetario para poner en movimiento las cosas.
No tetomarániunahora.

1.Escribe al Danske Bank y al CreditSuisse. Visita sus páginas en la Web, ubica la pestaña de contacto y ponte a escribir. Identifícate como un ciudadano dominicano con derecho a saber los movimientos financieros de sus oficiales públicos. Explícales que han surgido serios alegatos en relación a cuentas multimillonarias supuestamente abiertas y activas a nombre de la primera dama de la República Dominicana, Margarita Cedeño, y otros miembros del gabinete del presidente Fernández. Explícales que estas personas son PEPs; recuérdales que, si existen las cuentas, es su deber monitorear sus estados, depósitos y demás movimientos… y prepararse para recibir un alud de cuestionamientos e investigaciones. Pregúntales cómo creen que reaccionaría el ciudadano danés o suizo promedio si se enterara de que bancos tradicionales como ellos están involucrados en la expoliación de un país pobre. Adviérteles que estarás próximamente escribiendo también a periódicos suizos y daneses. Despídete.

2.Escribe a periódicos daneses y suizos. Métete en Google y ubica los periódicos principales, pero no excluyas a los pequeños e independientes. Ubica la pestaña de contacto y explícales lo mismo de arriba. Cuéntales que necesitamos su ayuda esclareciendo este caso. Que es lo menos que pueden hacer.

3.Escribea Avaaz.org.


5.Lee el whitepaper publicado por el World Bank, StolenAssetRecovery.Todos deberíamos ser duchos en estos temas.

6.Ruega que todo sea una falsa alarma, por el bien de nuestro pobre país.

7.Siéntete bien de que tomaste acción, porque a ello te empujó la intransparencia que percibiste en el manejo de estas acusaciones.
Yo aviso que me alegraré si se provee prueba exculpatoria convincente; pero tú, alabardero, ciego apóstol que, como en el cuento de Bosch, dejaste tu cabeza en la dirección del partido, ¿qué harás si se producen pruebas contundentes de que todo esto es cierto?
Nada desearía más que resultaran falsos todos estos alegatos. Por el bien de todos nosotros, ojalá sean falsos. Pero, obviamente, no podemos esperar a que nos resuelvan la incógnita los propios imputados. Basta que seas dominicano o residente legal para que tengas el derecho y el deber de emprender esta campaña. Que no te convenzan de lo contrario. Mis cartas ya fueron enviadas. Mientras más cartas se envíen, más difícil será ignorar el problema. Tuitea este artículo, retuitéalo. Envíalo, reenvíalo, multiplícalo. Colócalo en las páginas de Toyjarto, Alianza País, Participación Ciudadana, o menciónalos en tu Twitter con el enlace. Involucra a tu comunidad más cercana. El aluvión que limpiará el escenario político debe comenzar hoy.
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* Escritor, poeta y guionista

PENSAMIENTO DEL DÍA

"Un ejército de ciervos dirigido por un leon es mucho mas temible que un ejército de leones mandado por un ciervo". Plutarco