sábado, 11 de enero de 2014

IN MEMORIAN A LOS PALMEROS

“Con las estrellas en la frente
Tony Pina

La última vez que lo vieron ‘iban matando canallas con su cañón de futuro’. Entre tiros y ráfagas, coyotes y aullidos, Santo Domingo quedó presa de un sentimiento de impotencia. Ni el aliento humano, s...ólo las botas se sentían…, el miedo se hizo colectivo.
La misma madrugada se oponía a los primeros rayos del sol. Nada, ni las olas del mar Caribe se movían; sólo los gorilas. La aparatosidad militar se adueñó de los matorrales, de los farallones y hasta de los manantiales, de esas correntías soterradas cuyos cauces son cuevas que se comunican entre sí, en los kilómetros finales de sus aguas frías, antes de morir en aquel remanso de Punta Caucedo, entre las playas de Andrés y Boca Chica.
Era el 12 de enero de 1972.
César Féliz, apresado en la víspera, yacía en el piso, torturado, inconsciente, desbaratado por los golpes, tirado en una ergástula del Palacio de la Policía Nacional. Lo detectaron los ‘coyotes’, los sabuesos del inefable coronel Moncho Henríquez cuando conducía la camioneta donde transportaba, una vez a la semana, los alimentos enlatados que consumían los cuatro revolucionarios perseguidos: Amaury Germán Aristy, Bienvenido Leal Prandy, Ulises Cerón Polanco y Virgilio Pérez Perdomo.
Esa noche antes, esposado y salvajemente golpeado, murió fusilado Luis Antonio Ruiz, un aliado de la conspiración y quien tenía la responsabilidad de vigilar los alrededores de la cueva. No pudo ni siquiera dar la advertencia del peligro. Lo llamó, en la oscuridad de la noche, César Féliz, una voz conocida; y Ruiz, al oírla, sin el menor asomo de que algo raro se movía, cayó en manos de la jauría.
Mientras, desconsolada, abatida por los presagios, Sagrario Bujosa Mieses se sacudía en su cama de tormentosas pesadillas. Presentía la tragedia desde hacía dos días, cuando fue a visitar por última vez a su esposo Amaury y al resto de sus compañeros, y esa tarde discutieron la necesidad inminente de abandonar la cueva y buscar otro escondite por el temor a las sospechas de una embestida; pero para tomar la decisión había que esperar, al día siguiente, a César Féliz, y organizar la logística del desplazamiento: transporte, vigilancia y establecer el lugar del nuevo refugio. “Sabíamos que había que moverse rápido, que no debíamos perder tiempo y buscar otro refugio”, declaró la viuda días después de la barbarie consumada.
Pero llegó la celada, llegó la aciaga madrugada: Leal Prandy y Cerón Polanco no pudieron ver el sol del nuevo día, fueron los primeros en caer abatidos; uno, encima del árbol donde se subía cuando hacía el turno de centinela, y el otro, en la entrada de la cueva a la que asomó a oír las ráfagas. Disparos certeros, a distancia calculada, destruyeron ambas vidas.
De manera que dos hombres, dos hombres sólo quedaron en el interior de la cueva, porque, como ya había dicho antes Amaury, “no importa el número de armas en las manos, sino el número de estrellas en la frente”. Amaury fue valiente desde muchacho, desde que correteaba por las laderas de montañas en su natal Padre Las Casas, desde donde bajó y llegó a Santo Domingo para hacerse líder estudiantil, un revolucionario entrenado, el que se convenció que Balaguer sólo podía ser derrocado no sólo con el ‘fal de las ideologías’, sino con el fusil Fal mecánico.
“No lo busquen debajo de una cama, porque ahí no lo van a encontrar, porque yo no parí un cobarde”, se atrevió doña Manuela Aristy, la madre, a decirles a los policías, en ocasión de uno de los tantos allanamientos de que fue objeto la residencia de la familia Germán-Aristy.
En su casa de la calle Salomé Ureña, Bujosa Mieses seguía al corriente del suceso; oía la radio, oía la alcahuetería del general Neit Rafael Nivar Seijas, a la sazón jefe de la Policía: “De ahí no saldrán vivos”.
Santo Domingo se paralizó por completo. Se suspendió la docencia en la Universidad Autónoma, en las escuelas y liceos públicos; los puentes de la ciudad fueron tomados por tropas colocadas estratégicamente, a pesar de que ni siquiera sabían el por qué del zafarrancho; la gente se metió en sus casas, y sólo el miedo y la guardia se movían…
Tal vez por ese júbilo que da el miedo de los oprimidos un grupo de policías se confió de la superioridad numérica y uno a uno, en una acción temeraria, cayeron mortalmente heridos entre los matorrales y rocas que daban acceso a la cueva. Sólo entonces reparó Moncho Henríquez, sólo entonces se quitó las gafas negras Nivar Seijas, sólo entonces recularon los embebidos, la soldadesca; y los pájaros volaron de sus nidos, y los helicópteros sobrevolaron, transportando más tropas en la zona de guerra, en la zona presa ahora del miedo de las fieras.
El tránsito por Las Américas también fue obstruido; los pasajeros del aeropuerto quedaron varados por horas; ningún vehículo se movía por la autopista militarizada.
Y ya después del mediodía vinieron aviones desde Puerto Rico para con rayos Láser determinar, con vuelos rasantes, el número de hombres y las posiciones donde éstos se encontraban; y hasta entrenados agentes de la CIA tuvieron que venir en auxilio de una oficialidad militar que ya vacilaba del miedo.
El presidente Joaquín Balaguer, repuesto del ánimo perturbado de la amenaza “comunista”, satisfecho de la ‘proeza’ pero con evidente enfado derivado de la torpeza con que se condujeron sus gorilas, meses después, declaró a la prensa: “Los nervios traicionaron a muchos oficiales y soldados; el miedo, como el amor, hay que vivirlo para sentirlo” (Periódico Ultima Hora, 19 de junio de 1972). Y, en efecto, fue Balaguer, a mediados de diciembre de 1971, el que convocó a una reunión al Palacio Nacional a la jerarquía militar para que le informaran sobre el paradero de Amaury Germán Aristy: ¿Qué pueden decirme ustedes, la seguridad del país, del grupo Los Palmeros”, les espetó, y un silencio invadió el ambiente. Nadie osó responderle al mandatario hasta que éste volvió a inquirir: “¿No saben nada? Por lo que veo, ninguno de ustedes sabe nada”.
Nivar Seijas, perdido entre sus celos de mando por una rivalidad castrense que le trastornaba sus sueños, se atrevió a decir: “Excelencia, esos comunistas están bien lejos de nosotros”.
Moncho Henríquez, años después, rodeado de gallos en su traba del poblado de Guerra, refirió que Balaguer, antes de responderle a Nivar Seijas, ordenó que lo mandaran a buscar al Palacio Nacional (El Caribe, 13 de enero de 2008), y ya en presencia del gobernante éste prosiguió su inquisición; sacó del maletín que tenía recostado a su lado una fotografía donde aparecía Bienvenido Leal Prandy durante la celebración de sus bodas con una hija de un empleado de la Lotería Nacional, una ceremonia donde el administrador de la institución fungió de padrino.
¿Y éste, el de las gafas negras, quién es? ¿No es Leal Prandy? ¿Cómo fue que entró al país y ustedes no saben todavía que todos Los Palmeros están aquí?, y mientras Balaguer, molesto, hacía estas y otras preguntas comenzó a mostrarles la fotografía a todos los altos oficiales allí presentes, incluyendo al director del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI), quienes no se atrevieron a hacer ningún comentario.
“Si no fuera por los gringos hace tiempo que mi gobierno hubiese sido derrocado, porque ustedes lo que están es chismeando, no están en lo que debe de estar”, regañó el presidente.
La foto había sido tomada en la casa de la urbanización El Cacique, en las inmediaciones del Centro de los Héroes, por un agente de la CIA con una cámara tipo encendedora. La CIA no confió, sino en Balaguer, mostrarla.
Moncho Henríquez reveló que fue entonces cuando Balaguer le impartió instrucciones precisas para que se pusiera en contacto con el agente de la CIA que tomó la fotografía y que lo mantuviera informado de todos los pormenores de las pesquisas hasta que dieran al traste con la ubicación y captura de Los Palmeros. “¡Y con nadie más hable sobre este tema, sólo conmigo!”, dijo el mandatario dando un manotazo sobre la mesa y disolviendo de inmediato la reunión.
Decenas de agentes encubiertos del temible Servicio Secreto fueron incorporados a una labor de zapa, y en tres semanas César Féliz era vigilado por la calle Estrelleta de Ciudad Nueva y por donde quiera que éste se movía. (Moncho Henríquez, Listín Diario, 18 de abril de 1987).
“Los tengo, Presidente”, y Moncho Henríquez explicó en detalles al mandatario dónde estaban escondidos Los Palmeros.
“Haga lo que tenga que hacer, ¡pero hágalo sin comentarlo mucho, ni siquiera en la Policía!, le habría respondido Balaguer, y un coronel sintiéndose halagado por la primera figura política, él mismo, ese mismo día, 11 de enero, impartió instrucciones a un equipo de oficiales de Operaciones Especiales de la Policía Nacional para que asumieran el control de la zona, conjuntamente con tropas del Ejército y de la Fuerza Aérea.
Y así, atrapada entre fusiles y angustias, entre chasquidos y miedos, llegó la madrugada de aquel 12 de enero de 1972…, y luego de los disparos, las bombas, los morteros para dos hombres con más valor que todos los sabuesos echados en su persecución, para dos revolucionarios que la última vez que los vi irse “iban matando canallas con su caño de futuro”.

El histórico 12 de Enero

 

CRONOLOGÍA
Del 12 de enero de 1972


 
 
 
Por Hamlet Hermann

Esta descripción ha sido realizada  a partir de lo publicado por la prensa dominicana entre el 8 y el 17 de enero de 1972. Sólo dos párrafos provienen de vivencias particulares hechas por personas ligadas a esos hechos. Sirva este ordenamiento como punto de partida para análisis posteriores de parte de quienes pretendan aproximarse lo más posible a la verdad histórica.
Desde Cuba, el coronel Francisco Caamaño Deñó envía un mensajero alertando a los Comandos de la Resistencia sobre una peligrosa infiltración enemiga en sus filas y urgiéndolos a realizar una retirada táctica. Los compañeros en Santo Domingo rechazan totalmente esa orden de su jefe máximo y reorientan sus acciones políticas.
El jefe de la Policía Nacional, general Neit Nivar Seijas, declaró que “desde hace 20 días (desde el 24 de diciembre) se seguía a un carro modelo 1972 propiedad de César A. Félix, la misma persona que alquiló la casa en la que se supone se escondían los prófugos (Comandos de la Resistencia).”
Familiares de algunos de los dirigentes de los Comandos de la Resistencia celebraron con éstos la llegada del año nuevo 1972 en la casa escondite del kilómetro 14 de la autopista Las Américas.
Una reunión de altos jefes policiales y militares tuvo lugar el día 6 de enero de 1972 en el Palacio de la Policía Nacional. Oficiales estadounidenses tomaron parte en la preparación de los planes para una operación de cerco y peinado de los barrios de la capital que se ejecutaría dos días después.
Tensión y extrema expectación vivió gran parte de la ciudad capitaleña el sábado 8 de enero de 1972 con la inesperada presencia de centenares de militares y policías que realizaron allanamientos masivos después de ocupar militarmente varios sectores de Santo Domingo. Por lo menos dos helicópteros de la Fuerza Aérea estuvieron sobrevolando los sectores afectados durante todo el tiempo que duró la masiva operación. Ese rastrillaje buscaba espantar a los revolucionarios que se encontraban ocultos por la ciudad y así provocar que se desplazaran hacia otros lugares. Todo sería cuestión de observar con detenimiento a los sospechosos de servir de contacto entre la organización y los dirigentes que hacían vida clandestina permanente.
Un sargento del Servicio Secreto pudo seguir a César Félix la noche del martes 11 de enero de 1972 y ver cómo, alrededor de las 8:00 de la noche, tomaba un camino que se internaba monte adentro desde la autopista Las Américas. Un par de horas después, el carro fue localizado en la calle José Gabriel García de Ciudad Nueva. Su dueño fue arrestado y conducido al destacamento de la Policía del kilómetro 12 de la autopista Las Américas. El general Nivar Seijas ya se encontraba allí y había ordenado que tropas de operaciones especiales rodearan el sitio señalado por el sargento del Servicio Secreto.
El área fue rodeada desde las 10:00 de la noche y las fuerzas policiales y militares penetraron hasta allí a las 2:15  de la madrugada. A esa hora ya los perseguidos habían abandonado la casa y se habían internado en una cueva.
César Félix condujo a las tropas al lugar exacto donde se encontraba el grupo de los Comandos de la Resistencia. Una vez frente a la casa, el general Nivar Seijas dijo que Félix se lanzó al suelo con inusitada destreza, presumiblemente para esquivar posibles disparos desde la casa. El propio Félix gritó: “Salgan que soy yo y me tienen preso”. Entonces salió Luis Antonio Ruiz, un joven que fue descrito como el sirviente de los “prófugos”. Ruiz fue entonces detenido para, posteriormente, ser asesinado por la Policía.
Las tropas ocuparon la residencia localizada en uno de los extremos de la autopista de Las Américas en el kilómetro 14 ½. En sus alrededores chocaron con dos miembros del grupo, quienes abrieron fuego contra los soldados y policías. Durante ese tiroteo resultaron heridos varios efectivos policiales, dos de los cuales murieron poco después en el hospital militar Lithgow Ceara. En el intercambio, del lado de los revolucionarios, cayeron Bienvenido Leal Prandy (a) La Chuta y Ulises Cerón Polanco.
El general Neit Nivar Seijas no quiso explicar a la prensa cómo la Policía conocía anticipadamente los nombres de los dos revolucionarios caídos durante las primeras horas del miércoles 12 de enero de 1972. Los periodistas especulaban que si los prófugos estaban fuertemente pertrechados y camuflados, cómo era posible que la Policía supiera los nombres de las personas alegadamente dentro de la residencia. Evidentemente habían obtenido esa información de fuentes de inteligencia e interrogatorios.
Al iniciarse los intercambios armados, los periodistas preguntaron al jefe de la Policía si no había posibilidades de apresar vivos a los prófugos a partir de ese momento.
“Ellos no querían arreglos lo que ofrecían era tiros. Pero tengo que cumplir con mi deber sea como sea.”
Contestó el brigadier Neit Nivar Seijas.
La zona donde se escenificó la lucha había sido evacuada de civiles desde horas de la madrugada y la misma fue declarada zona militar.
Llegar al kilómetro 14, atascarse, volver a la capital para desviarse por la carretera antigua hacia el Este tomaba a un vehículo alrededor de dos horas. Los vehículos que tomaban la vieja carretera que conduce a San Pedro de Macorís eran detenidos y minuciosamente requisados.
La aerolínea doméstica Alas del Caribe abrió un puente aéreo de veinte vuelos entre el Aeropuerto Internacional de Las Américas y el de Herrera con el fin de movilizar pasajeros llegados al país o que saldrían de éste.
En Santo Domingo se registraron diversos acontecimientos, desde la suspensión de clases en planteles educativos hasta pedreas contra automóviles, escuelas y negocios. Un grupo de personas se dio a la tarea de quemar gomas de vehículos en las calles de la parte alta de la ciudad. Las labores docentes de la Universidad Autónoma de Santo Domingo fueron suspendidas cuando la Policía acordonó sus alrededores. Los alumnos de la escuela Paraguay, en Ciudad Nueva, la emprendieron a pedradas contra agentes del orden público.
Desde las 9:00  de la mañana, los profesores de los liceos Juan Pablo Duarte, Paraguay, Unión Panamericana, Estados Unidos, Argentina y Víctor Estrella Liz decidieron suspender las clases en previsión de posibles desórdenes.
Por otra parte, en Santiago, tropas combinadas de la Policía y el Ejército y la Fuerza Aérea tomaron medidas.
A las 10:35  de la mañana un oficial se desmontó de un helicóptero e informó al jefe de la Policía y al secretario de las Fuerzas Armadas que tres sujetos le habían disparado a la nave desde una casa de concreto ubicada en el pequeño monte boscoso.
Los periodistas pudieron observar que desde los predios del Palacio Nacional partían jeeps y carros de asalto con soldados en traje de campaña fuertemente armados.
Fue formada una comisión de personalidades que pedía un cese al fuego para entonces solicitar a los perseguidos que se entregaran a las fuerzas del orden. La comisión la componían el nuncio apostólico, monseñor Luciano Storero; el rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, doctor Rafael Kasse Acta; el secretario general de la Asociación Médica Dominicana, doctor José García Ramírez; el director del periódico El Caribe, doctor Germán Emilio Ornes; el director del Listín Diario, Rafael Herrera, y el dirigente del Bloque Revolucionario Universitario Cristiano, bachiller Radhamés Castillo Mesa.
El doctor Balaguer se encontraba en una reunión con la Comisión Nacional de Desarrollo y optó por no responder a los reclamos de los comisionados. No obstante, se mantuvo atento al curso del combate que se entabló entre fuerzas regulares y jóvenes revolucionarios, acusados por la Policía Nacional del asalto al Royal Bank of Canada.
Un civil, balaguerista y antiguo diputado por Higüey, no identificado por la prensa, propuso una tregua y una comisión mediadora de eclesiásticos. El alto mando militar desechó la sugerencia y ordenó el uso de más efectivos y armas pesadas contra los jóvenes acorralados. Por lo menos en tales momentos hubo descontrol de la situación por el alto mando militar.
Luego de varios intercambios de disparos, hubo un cese de fuego alrededor de las 12:25 p.m. hasta que llegó la artillería pesada. Los efectivos policiales y militares sufrieron el mayor número de bajas alrededor de la 1:00 de la tarde cuando se produjo un intenso tiroteo alrededor de la cueva donde se encontraban Amaury Germán Aristy y Virgilio Perdomo Pérez.
La operación de ataque comenzó nuevamente a las 2:30 de la tarde cuando llegaron refuerzos en la forma de dos carros blindados de asalto, dos tanques AMX-60, dos cañones de 105 mm sin retroceso y ametralladoras de gran calibre. Además, un avión bombardero con insignias de Estados Unidos sobrevoló el área.
Los cuatro vehículos blindados se internaron en el lugar donde estaban los dirigentes izquierdistas poco después de las 2:00 de la tarde. El secretario de las Fuerzas Armadas, contraalmirante Ramón Emilio Jiménez, proclamó entonces que había que “acabar esta fiesta pronto” y desde ese momento llegaron más tropas y armamento.
Alrededor de las 3:00 de la tarde, asesores militares norteamericanos visitaron al alto mando de esa operación, ubicados en la autopista de Las Américas. Los aparentes miembros del Grupo Consultivo de Asistencia Militar (MAAG) fueron vistos en un carro blanco. Estuvieron unos 30 minutos en el sitio.
El jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea Dominicana, general Juan Folch Pérez, propuso que se usara un avión Vampiro para disparar una bomba denominada “granada 81” la cual, según él, podría ser lanzada desde 1,000 pies de altura.
Mientras tanto, las tropas trasladaron morteros, lanzallamas, carros de asalto, dos cañones de 105 mm sin retroceso y otras piezas de artillería hasta un lugar cercano a la cueva. Refiriéndose al cerco tendido a los considerados guerrilleros, el contraalmirante Ramón Emilio Jiménez Reyes manifestó: Por ahí no pasa ni un gato. Mientras se realizaban esas movilizaciones militares, el secretario de las Fuerzas Armadas proclamó: ¡Qué no salga uno vivo!
La operación duró unas 15 horas de intenso tiroteo por la fuerte resistencia contra los efectivos militares y policiales que ofrecieron Germán Aristy y Perdomo Pérez, quienes se mantuvieron en acción defensiva desde horas de la mañana hasta avanzada la tarde.
A las 4:14  de la tarde se informó de la muerte de Virgilio Eugenio Perdomo Pérez, el último de los defensores de esa posición en la cueva desde donde mantuvieron a raya por más de 10 horas a unos mil quinientos (1,500) guardias y policías, la mayoría pertenecientes a las tropas mejor entrenadas de las Fuerzas Armadas.
Ya a las 4:30  de la tarde fueron retirados del escenario los tanques, los morteros, los cañones y se reforzó el contingente de soldados y policías que realizó el rastreo, supuestamente, en la búsqueda de Plinio Matos Moquete y Harry Jiménez.
Después que los dirigentes de los Comandos de la Resistencia cayeron sin vida, tras fuertes combates, los efectivos de la Policía y las Fuerzas Armadas se ensañaron contra sus cadáveres apuñalándolos, golpeándolos y quemándolos. Aumentó el dolor de los familiares el hecho de que les entregaran los cuerpos de sus parientes, totalmente desfigurados. Tomaron esto como una demostración de la cobardía de esos militares. A todos trataron de cortarles la cabeza según las señales que presentaban en sus cuellos, los que habían sido seccionados casi totalmente.
El cuerpo de Amaury Germán presentaba golpes, posiblemente propinados a culatazos en la frente, la nariz y el ojo derecho. Por la forma en que deformaron su cara, tuvieron que recurrir a señas particulares para identificar el cadáver.
Lo de Virgilio Perdomo fue lo más monstruoso porque de su cara no quedó rastro de lo que él era. Lo pusieron en condiciones que era imposible reconocerlo. Estaba totalmente lleno de heridas de bayonetas y trataron de cortarle la cabeza y una mano. La esposa de Virgilio dijo que le quedaba el consuelo de que “Como él murió hoy, es como mueren los valientes.” También dijo que al cadáver de su esposo le robaron el anillo de matrimonio, un reloj y otras prendas, y exigió su devolución. El cadáver fue entregado desnudo a sus familiares.
La madre de Cerón Polanco dijo que su hijo, después de muerto, lo quemaron, lo golpearon y lo apuñalaron.
En horas de la tarde, sólo después de finalizados los combates en el kilómetro 14, el director de Protocolo del Palacio Nacional, doctor Andrés Hermida, le comunicó al nuncio apostólico que el Presidente lo recibiría alrededor de las 6:00 de la tarde. El presidente Joaquín Balaguer prometió al nuncio apostólico garantías para la vida de los sobrevivientes del encuentro de ayer con las Fuerzas Armadas y la Policía que pudieran quedar todavía en la zona del kilómetro   14 ½ de la autopista de Las Américas.
El jefe de la Policía, general de brigada Neit Nivar Seijas, dijo a periodistas que había recibido órdenes superiores de entregar los cadáveres si los familiares se comprometían a realizar funerales de manera ordenada. En lo que se refiere a los funerales, el nuncio ha prometido recomendar que se conserve la calma y el orden a fin de que no se transformen en una manifestación política.
Un decreto expedido esa misma noche por el Poder Ejecutivo ascendió a los miembros policiales muertos en esos hechos.
La Asociación Dominicana de Abogados (Adoma) “dejó constancia de su más enérgica protesta por los sucesos acaecidos a la vez que condena el proceder inhumano, incivilizado e ilegal de las autoridades responsables en el hecho a quienes de seguro la historia los juzgará.
Por su parte, el presidente del Partido Revolucionario Dominicano, Juan Bosch, consideró que “la confianza general recibió una herida seria, pero no mortal, con los cercos y los allanamientos que tuvieron lugar el sábado día ocho de este mes (enero), y cayó herida de muerte ayer” (12 de enero). El pueblo piensa y pensará que si esos hombres estaban cercados, debió esperarse un tiempo prudente, por lo menos hasta que llegaran las luces del día para entablar negociaciones con ellos.
Bosch enfatizó: “Ha sido bajo la influencia de los llamados consejeros militares y policiales norteamericanos que nuestra Policía ha pasado a militarizarse y, al militarizarse, ha dejado de actuar como Policía para actuar como organización militar. Los policías se han convertido en soldados y en vez de pensar que su función es mantener el orden público han pasado a creer que es hacer la guerra.

 

A los 84 años muere Francis Santana


Esta pudo haber sido la última entrevista que se le hizo al hoy fallecido Francis Santana, quien murió  a la edad de 84 años, afectado de una serie de complicaciones  a la salud provocadas por la diabetes.

 
Santo Domingo

“El merengue más corto que he cantado en mi vida fue frente a Trujillo”, recuerda entre largas carcajadas Francis Santana, el famoso “Songo”, quien ha dedicado 65 de sus 83 años de edad al arte y se mantiene activo, con potente y afinada voz. 
En el año 1956, recuerda, cuando era voz principal de la orquesta La Antillana, del maestro Antonio Morel, inició frente al dictador Rafael Leonidas Trujillo la interpretación del tema “Massá Massá”, que tiene su origen en el folclore haitiano. Las letras de inmediato enojaron al tirano, que ordenó detener la música: “¿Esta es una fiesta de haitianos, carajo?”. 
“Tan tan, tarantan, tan tan”, se vio obligada la orquesta a terminar de improviso la pieza musical.  
Juan Francisco Santana, su nombre de pila, es conocido como  el “papaupa de los cantantes”. Nació el 20 de junio de 1929, en el barrio San Carlos de esta capital, y nos concedió una entrevista en su residencia, donde vive tranquilo, menguado por achaques de salud, en compañía de su atenta esposa Liliam Manzano. Explica que su apodo “Songo” proviene de su madrina, quien lo vio en una película muda y le dijo a su mamá cuando estaba embarazada que así le llamarían porque sería un gran artista.
“Te felicito, me dicen que tienes otro amor, te felicito...”, cantó entonado, recondando sus tiempos de más éxito desde un sofá en su residencia de la urbanización José Contreras. 
Francis -El Songo- Santana
Su carrera comienza siendo un adolescente, cuando junto a varios muchachos integró un grupo musical en la calle Caracas con Juana Saltitopa, en Villa Francisca. Luego formó parte de sexteto Moderno, de Villa Consuelo, que dirigía un primo. Tocaba guitarra y hacía coro. 
Conoció a Luis Vásquez, gran cantante, quien lo recomendó con el director de  la orquesta La Antillana, Antonio Morel, con quien inició una cadena de éxitos.
Con su salto a la música quedó atrás en el barrio la venta de dulces. Cursó hasta el cuarto grado en la escuela Haití.
 Tocaba en bailes en varios centros de recreación. “Tocábamos de todo, bolero, merengue, son, pasodoble, danzones”, recuerda. 
Francis Santana acostumbraba a amenizar fiestas de Radhamés y Ramfis, dos hijos de Trujillo, acompañando a Joseíto Mateo con el conjunto ‘Decí tres veces que hacé’ de la Aviación Dominicana.  Sólo una vez cantó frente al tirano, la ocasión del susto. 
En la época, la Super Orquesta San José, de Papa Molina; la Generalísimo Trujillo, de Luis Alberti, y la Antillana, de Morel, eran las agrupaciones de moda.  
Esposa
“Ella cuando me conoció se volvió loca”,  dijo entre risas Francis en alusión a doña Liliam, con quien lleva 39 años de matrimonio y junto a quien procreó tres hijas, Katiuska, Anyara y Yasilda. De un matrimonio anterior, Francis es padre de Francia y Betty, quienes viven en el extranjero.
Cita entre sus amigos en la música a Fernando Casado, Frank Cruz, Joseíto Mateo  y Vinicio Franco.
Exhortación
A las nuevas generaciones de cantantes, Francis les advierte que se alejen del uso de drogas y de cualquier sustancia que dañe sus vidas y carreras. “Que no usen esos vicios nuevos, eso acaba con la vida. Para cantar no se necesita eso, está dañando la juventud. Yo nunca he usado nada de eso y tengo 65 años cantando”. 
Grupo Bonyé y salud
Francis Santana sigue activo. Canta dos domingos al mes con el grupo Bonyé en Las Ruinas de San Francisco, en eventos coordinados por el Ministerio de Turismo. La semana pasada fue sometido a cirugías de piernas por presión sanguínea  y diabetes: se le hinchaban los pies y fue necesario amputarle la punta de dedos de los pies.
500 CANCIONES
Ha grabado más de 50 producciones, con más de 500 canciones. Su gran éxito “Te Felicito”, es solicitado en sus presentaciones. Su más reciente disco es “Esto es Bolero”, de 2010. 
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DE PADRE CANTANTE Y PELOTERO AFICIONADO

Francis siguió los pasos de su padre Rafael Santana, quien fue uno de los primeros cantantes en grabar en el país.
Su progenitor era del Este del país, y su madre, María de la Cruz García, capitaleña.
Tenía siete hermanos, cuatro mujeres y tres varones.
Sobreviven dos de ellas y él.
En su niñez jugaba béisbol. El dueño del colmado Gloria, en la calle Caracas esq. Jacinto de la Concha, era el dueño del equipo. Pagaba por “hit”, En un juego Francis ganó RD$6.
“Me va a quebrar el negocio, Songo”, le dijo una vez.

 

Frases cohetes, el método de discurso engañoso para políticos perversos

Para definir a la nueva generación de "coheteros" de la política


REDACCIÓN.-El norteamericano Philips Brougthon inventó un método para decir frases y discursos que impresionen a los interlocutores o al gran público, haciendo aparecer a quien las pronuncia como una persona sabia y profunda, aunque en el fondo no signifiquen nada.Es un sistema simple, que consta de 30 frases “cohetes” agrupadas en tres columnas, cada una de las cuales lleva la numeración de 0 a 9. Así, combinando los números se obtendrán expresiones que engañan e impresionan a los incautos e incluso a los más cautos.
Veamos:
0 – Programación
0 – Funcional
0 – Sistemática
1 – Estrategia
1 – Operacional
1 – Integrada
2 – Metodología
2 – Estructural
2 – Equilibrada
3 – Planificación
3 – Comunicacional
3 – Digitalizada
4 – Dinámica
4 – Global
4 – Coordinada
5 – Propuesta
5 – Direccional
5 – Escalonada
6 – Implementación
6 – Opcional
6 – Persuasiva
7 – Reingeniería
7 – Institucional
7 – Estabilizada
8 – Proyección
8 – Multidimensional
8 – Paralela
9 – Prospectiva
9 – Transversal
9 – Holística

Si se combinan, por ejemplo, los números 6, 3  y 9 en el orden de primera, segunda y tercera columnas obtendremos la frase cohete: “Implementación comunicacional holística”. 
Y si combina los siguientes números 0, 8 y 1 obtendrá la frase: “Programación multidimensional integrada”. Imagínese a un político: “En nuestro país es necesario lograr una programación multidimensional integrada entre el Estado y el sector privado para poder alcanzar el desarrollo…bla bla bla….”
Cuando escuche una frase altisonante, que le parezca "bonita", "impresionante", deténgase a analizarla serenamente, para verificar si en verdad comunica algo importante, o simplemente se trata de palabras vacías en busca de votos.
Los 11 principios de Goebbels, el jefe de propaganda de Adolfo Hitler
Joseph Goebbels
Joseph Goebbels el jefe de propaganda del dictador alemán Adolfo Hitler desplegó una intensa labor de convencimiento y persuasión del pueblo alemán y de otros pueblos, en base a los siguientes 11 "principios". Estos "principios" son usados hoy por la mayoría de los políticos, aunque con diferentes palabras y no de manera tan evidente:
1.- Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.
2.- Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
3.- Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.
4.- Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
5.- Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.
6.- Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.
7.- Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
8.- Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
9.- Principio del silencio impuesto. Acallar al enemigo sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
10.- Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
11.- Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad.
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Tomado de www.acento.com.do

 

"La delincuencia es una peste en la República Dominicana" dice el Jefe de la Policía

SANTO DOMINGO. El jefe de la Policía, mayor general Manuel Castro Castillo, calificó la delincuencia como una "peste", y externó su preocupación ante el avance de la misma. Sin embargo, dijo que durante el 2013 se mostró una reducción significativa de los hechos criminales en todo el territorio nacional y, sobre todo, "en el Plan Navidad Tranquila, donde, en el Gran Santo Domingo, principalmente en el Distrito Nacional, se produjo una reducción de un cincuenta y dos por ciento de esos hechos".
"La delincuencia va a continuar, la delincuencia va a seguir cometiendo hechos, hay factores causantes que la generan, y la Policía sigue combatiéndola, durante todo el 2013, principalmente en los seis meses de mi gestión, nosotros logramos el apresamiento y sometimiento de 15 mil ciudadanos", dijo.
Si embargo, agregó que está sorprendido por la ligereza con que estos delincuentes salen de la cárcel con una velocidad pasmosa, y vuelven y reinciden y cometen atracos, robos y otros delitos.
Recordó que en su discurso por el Día del Poder Judicial, el presidente de la Suprema Corte de Justicia resaltó de que en la justicia existe una mora judicial y que esa mora judicial dificulta la lucha contra el crimen. "Mientras exista esa mora judicial, vamos a continuar con esta ola delictiva" dijo.
Por otra parte, el jefe policial anunció para la próxima semana, la entrega de 200 motocicletas para la Autoridad Metropolitana del Transporte (Amet), y 300 camionetas a la Policía que serán utilizadas para el sistema 9-1-1.
Asimismo, dijo que se instalarán más de cien cámaras inteligentes en sitios estratégicos que formarán parte del mismo sistema y servirán para combatir la delincuencia. Estas cámaras serán donadas por Corea, y Taiwan que anunció la entrega de US$4 millones, entregando la primera partida de dos millones el pasado jueves.
Ese dinero es invertido en la compra de motocicletas para reforzar el patrullaje por cuadrantes "que estamos diseñando en todo el Gran Santo Domingo para la aplicación del sistema 9-1-1".
Castro Castillo habló en una improvisada rueda de prensa ofrecida en la explanada del Palacio policial.

miércoles, 8 de enero de 2014

¿Cómo vivirán los pobres?

Elsa Peña Nadal*
< Esta expresión, muy utilizada irónicamente por personas que sin ser pobres tampoco son ricas, esta asociada a mi niñez ya que la escuchaba de un tío político que en su juventud fue un famoso y apuesto pelotero de una liga local y que terminó sus días jubilado por el Banco Agrícola, tras trabajar muchos años en esa institución. Tío Pupo se expresaba de esta forma tras degustar una sabrosa comida o cuando terminaba de tomarse un cafecito, mientras leía una novelita de vaqueros recostado del tronco de un frondoso árbol en el patio de mi casa. Él, tras hacerse la pregunta, se respondía a si mismo cantando: Ni me looo imagino. Y ciertamente, pocos sabemos, ni nos imaginamos, cómo se enfrenta una vida de carencias y de pobreza extrema. Si en la clase media nos quejamos de la crisis económica y de los malos servicios de todo tipo, ¿cómo han de vivir los que carecen de todos los servicios? Si usted es de los que comió calentado mas de una vez después de las cenas del 24 y del 31, y tiene aún en la despensa algunas nueces, galletas y dulces, no puede entender las penurias de los que anduvieron detrás de una cajita navideña de las que dieron el gobierno, los partidos políticos y otras instituciones; algunas de las cuales les eran arrebatadas por infelices, a los infelices que las transportaban a pies, o subidos en la cola de un moto concho. El pasado domingo pude apreciar nueva vez y muy de cerca, cómo se manifiesta la pobreza de una forma cruda y lastimera. Una pobreza heredada; una pobreza que se reproduce a si misma y que pasa de una a otra generación. Mi amiga, cuyo nombre omito por respeto, ya vieja, cansada y retirada de tanto trabajar en casas de familia, mientras iba pariendo y dejando solos a los hijos e hijas que tuvo con diferentes parejas, ahora tiene que criar a los nietos que sus hijos adolescentes les vienen dejando a su cargo. Hijos e hijas sin trabajo fijo y que abandonaron a destiempo la escuela. Niñas pariendo bebes sin saber aún vestir a una muñeca. Y ahora esta angustia por la hija de quince años que salió embarazada y que pasa mas tiempo internada en la maternidad que en la casa porque tiene un embarazo de alto riesgo y mucha, mucha anemia. Y luego me llega la noticia de que ya parió un bebe prematuro, de poco menos de ocho meses, y que a ella les siguen dando los mareos porque la anemia no cede. Y lean esta barbaridad: Le dieron de alta en la Maternidad Nuestra Señora de La Altagracia, y le entregaron al bebe prematuro que no pesa ni tres libras, sin una receta, ni una medicina y sin orientación alguna. Sólo me dijeron que si se me ponía malo que lo llevara al Robert Read, me conto la jovencita con la angustia reflejada en el rostro porque como toda madre, ya ama a su hijo y teme por su vida. Fui a visitarla a la cuarta planta donde tienen a los recién nacidos en riesgo. Un cuadro desolador, decenas de cunitas con bebes con problemas de salud; algunos prematuros; uno abandonado desde hace tres meses, y algunas madres jovencitas, preocupadas y llorosas que esperan las horas de vista para entrar a ver a sus hijitos, cuyos turnos empiezan a las seis de la mañana, luego a las once y otra vez en la tarde. Algunas madres se van y regresan mas tarde; otras se quedan de día corrido y hasta duermen sentadas y recostadas como pueden en unos sillones en una sala adyacente. Comen lo que ellas llevan o les llevan, o lo que compran en las cercanías; incluida el agua de beber. Imagínese el panorama de una mujer recién parida o en riesgo, desvelándose, preocupada, mal alimentada y mal aseada; tomando concho en motores y algunas con cesáreas aun sin cicatrizar. Vi a la hija de mi amiga, animada; me contó que ese dia domingo su bebé cumplió un mes y que le darían de alta pronto. Lo vi bien, aunque muy pequeñito. Luego salimos para encaminarla a su casa y en la puerta nos topamos con la Primera Dama que repartía juguetes a los niños internos, con ocasión del Día Reyes. Rafael Ovalle, su asistente y mi amigo de infancia, me llama y le regala a la joven madre una caja con una muñeca grandísima que ella llevaría a una de sus sobrinitas. Iba contenta, almorzaría en su casa y volvería en la tarde para quedarse nuevamente a dormir en el hospital. Cuando tenia por la mitad este articulo, me llama la abuela llorando pues al bebe le dio un infarto y no sabe si la están engañando pero ella teme que haya pasado lo peor. Llame a la joven madrecita a su celular y me dice muy agobiada y con voz entrecortada por el llanto que aun no lo ha podido ver, que está vivo y que le han dicho que se pondrá bien. La acompañan allí el padre del bebe y otros familiares que ya antes habían salido a comprar los medicamentos que le han indicado al prematuro.
Una vida incierta la este bebe que irónicamente lleva por nombre Engels. Incierta y desdichada como la vida de su madre y la de su abuela. Pero aun así, hay casos peores, como el del bebecito abandonado por su madre en un basurero y que ya tiene allí tres meses, solito sin una madre que vele por él ni pronuncie su nombre; a merced de la atención de las ocupadas enfermeras. Ore y pedí a Dios misericordia por esos bebes, por sus jóvenes madres recién paridas, asustadas. Y ore también por este país tan desafortunado. ¿Qué más puedo yo hacer? Y pregunto, ¿dónde están los defensores de la vida en el vientre? ¿O es que cuando nacen ya estos bebes no son criaturas de Dios? ¿Y cómo puede un médico darle de alta y mandar a su casa a una joven inexperta con un bebe prematuro en sus brazos, sabiendo que este requiere de una atención especializada, sin indicarle que lo lleve de inmediato al hospital infantil? ¿Qué hacen las trabajadoras sociales y las voluntarias en esos centros cuando ven casos como estos? ¿Por qué Salud Publica no implementa programas unificados entre los hospitales públicos de Maternidad con el hospital infantil Robert Read Cabral, a los fines de manejar casos como estos y evitar así la muerte de estos bebes de alto riesgo y el consecuente sufrimiento de sus familiares, si al final terminaran allí con menos probabilidades de salvarles la vida? Hoy leo en la prensa el triste caso de seis bebes muertos en un hospital de Los Mina; caso que de haberse dado en una clínica privada estaría ocupando titulares de primera pagina. También leo que los familiares de tres jóvenes, supuestamente apresados vivos y fusilados por la Policía, alegan que sus hijos no tienen expedientes policiales y hasta dan el nombre de un oficial que los extorsionaba. Pero la reseña en el diario es pequeñita, y es probable que de ahí no pase la cosa pues los familiares serán amenazados y como no tienen dinero ni recursos, y como ya el Jefe de la Policía dijo que eran sicarios, ahí termina la historia. Porque lo viven a diario y lo saben muy bien, a estos familiares de los jóvenes asesinados, y de los bebes que se debaten hoy entre la vida y la muerte en el Robert Read; así como a estos funcionarios de Salud Publica y de la Policía Nacional y a los profesionales de la medicina de esos centros de salud, quizás no haya que preguntarles ¿Cómo vivirán los pobres ? -------- *elsapenanadal@hotmail.com

PENSAMIENTO DEL DÍA

"Un ejército de ciervos dirigido por un leon es mucho mas temible que un ejército de leones mandado por un ciervo". Plutarco