sábado, 12 de mayo de 2012

“Yo estuve en la conspiración de Miguel Guerrero”, Juan Bolívar Díaz

Miguel Guerrero responde aviesa acusación

Juan Bolívar Díaz


El periodista Juan Bolívar Díaz declaró ese sábado que resulta alarmante que periodistas y comentaristas se nutran del espionaje para hacer su labor, como ocurrió con los productores del programa El Sol de la Mañana, que acusaron de “conspiración” al periodista Miguel Guerrero y un grupo de amigos, por un encuentro celebrado en su casa con el candidato presidencial Hipólito Mejía.

Sostiene que, al igual que Miguel Guerrero, no puede entender que colegas “defensores de la libre expresión” denunciaran como conspiración una conversación con un candidato presidencial.

A continuación el texto de la declaración de Juan Bolívar Díaz, director de noticias de Teleantillas, canal 2, y articulista del periódico Hoy:

Yo estuve en la conspiración de Miguel Guerrero


Miguel Guerrero
No puedo salir del asombro por el hecho de que cuatro destacados comentaristas radiofónicos hayan denunciado la reunión celebrada en el apartamento de Miguel Guerrero por un grupo de periodistas con el candidato presidencial Hipólito Mejía como una conspiración contra el gobierno y para desprestigiar lo que consideran el seguro triunfo de su candidato Danilo Medina.

Sólo faltó que exhibieran y reprodujeran una grabación del animado diálogo que reprodujo en ese encuentro, la prueba del delito de espionaje, como ya hicieron recientemente primero el gobierno, en presencia del Procurador General de la República, y luego cuatro diputados.

De cualquier forma me parece alarmante que periodistas y comentaristas se nutran del espionaje, si es que ellos mismos no lo ejercen. Al grado de que llegaran a afirmar cuántos fueron los asistentes, que a mi no se me ocurrió contarlos, y hasta trataran de identificarlos.

Si es así debo confesar que soy un conspirador impenitente ya que desde que Danilo Medina se lanzó tras la presidencia de la República he participado en por lo menos tres reuniones de grupos de periodistas

Yo me gradué de espantos hace 42 años cuando en la campaña electoral de 1970 volaron mi automóvil con una bomba y meses después una oportuna confidencia evitó que me volaran la cabeza. Pero debo decir que desde entonces nunca me había sentido tan hostigado por el ejercicio de mi profesión. En aquellos años mataron cientos de personas y algunos colegas también pagaron con sus vidas.
Ahora no hay atentados contra la integridad física, pero sí contra la integridad moral. Como muchos otros colegas siento como nunca un esfuerzo por uniformar la sociedad, por acallar la disensión, por excluir y estigmatizar a los que se consideran desafectos.

El gobierno tiene un aparato de medios de comunicación propio y atrapado como nunca en nuestra historia. Con miles de periodistas y comentaristas asalariados, decenas de ellos multimillonarios, pero quiere acallar a algunas decenas que disienten de ellos.

Como Miguel Guerrero, no puedo entender que colegas “defensores de la libre expresión” denunciaran como conspiración una conversación con un candidato presidencial.

Si es así debo confesar que soy un conspirador impenitente ya que desde que Danilo Medina se lanzó tras la presidencia de la República he participado en por lo menos tres reuniones de grupos de periodistas donde se discutió abiertamente su proyecto.

Dos de ellas fueron en casa del respetable colega Rafael Ovalle, y la tercera en mi propio apartamento de Naco. Un cuarto encuentro colectivo, con un grupo de profesionales, tuvo lugar en casa de un distinguido empresario que apoya a Medina.

En esa misma residencia yo tuve una larga conversación con Danilo y en otras dos oportunidades en la oficina del mismo empresario, la última de las cuales ocurrió en marzo pasado. Siempre fueron conversaciones francas y cordiales, de las que no tengo que arrepentirme. Ni siquiera cuando me atreví a expresar opiniones, a veces sin que me las pidieran.
En el pasado ocurrió lo mismo en reuniones individuales o de grupos de colegas o amigos, con Juan Bosch, José Francisco Peña Gómez, Salvador Jorge Blanco, Jacobo Majluta, Hipólito Mejía, Maximiliano Gómez, Otro Morales, Fafa Taveras, y Rafael Chaljub Mejía. Incluso con Jacinto Peynado y Carlos Morales Troncoso cuando eran vicepresidentes de la nación, y con Leonel Fernández e Hipólito Mejía, antes y durante sus presidencias.

En cada uno de los casos estuvieron en mi casa y yo en la de ellos, excepto los que tuvieron que vivir en el clandestinaje. La primera reunión donde mi amigo Leonel discutió abiertamente las perspectivas de su candidatura presidencial con un grupo de periodistas, ocurrió en mi casa en 1995 y yo además puse la cena y los tragos.
Durante los primeros dos años de su primer gobierno, participé en unas cuatro reuniones nocturnas en casas de amigos, junto a cinco o seis colegas. Y fueron bien francas. Pero amistosas.

Lo mismo ocurrió en la primera mitad del gobierno de Mejía. Observen que en ambos casos apenas llegamos a la mitad del período, lo que puede ser evidencia de que la franqueza nos distanciaba y –desde luego- que no busqué nunca el menor beneficio del poder. Algunos de los citados lamentablemente ya no pueden dar testimonio, pero hay varios vivos que son bien importantes.

Me produce una pena inmensa toda la mezquindad y la infamia que se practica en esta campaña electoral. Y crecen mis temores de que degenere en terror y en silencios, y por otra de que las pasiones desenfrenadas desgarren una vez más la débil institucionalidad democrática nacional.
Nunca me he declarado neutral en nada y a mis alumnos siempre les he predicado la militancia activa, jamás la pasividad. Pero también les he invitado siempre a la tolerancia con la diversidad, al aprecio de la pluralidad y al respeto a la honra aún de los mayores contradictores. Me alarman tantos esfuerzos por la estigmatización y el aplastamiento que se manifiestan en los últimos años contra los que disienten del discurso oficial.

Tomo prestada la interjección que ha acuñado ese otro conspirador que es Andrés L. Mateo: ¡Oh Dios! Y la oración con que culmina sus enjundiosos artículos el colega de la diáspora Rafael Calderón: Que Dios se apiade de la República Dominicana.

Miguel Guerrero reacciona

De su lado, el periodista y escritor Miguel Guerrero desmintió a los comentaristas radiales Julio Martínez Pozo, Euri Cabral, Maria Elena Núñez y Víctor Gómez Casanova, los cuales lo acusaron de conspirar contra el gobierno y contra el “triunfo” electoral de Danilo Medina.
En una declaración entregada a Acento.com.do, Guerrero dice que los comentaristas lo acusaron de participar en la supuesta reunión conspirativa junto a un grupo de periodistas y el candidato presidencial Hipólito Mejía, del opositor Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

“Quiero expresar mi profunda preocupación ciudadana por la peligrosa situación a que hemos llegado en el país, en la que, como en los viejos tiempos de la tiranía, se quiere intimidar a la gente pretendiendo hacer ilegal reunirse pacíficamente con un candidato, espiando a los ciudadanos en sus hogares”, expresó.

Indicó que como profesional del periodismo también expresa su profunda consternación porque se utilice la radio para denigrar a ciudadanos por el sólo hecho de ejercer sus derechos de forma civilizada.

Condenó que se levanten falsos expedientes contra ciudadanos decentes, poniendo en peligro su seguridad y la de sus familias, “en medio de un proceso en que el país se lo juega todo, incluso su más elemental aspiración de alcanzar cierto grado de adecentamiento de la vida pública”.

“Quiero informar que esa no fue la primera ni será la última reunión que yo celebre en mi casa con el señor Mejía y que no hemos podido celebrarla con el señor Medina porque éste, con quien me he reunido varias veces en mi oficina, no ha querido concederme ese honor”, advirtió.

A continuación el texto completo de la respuesta:

Declaración del periodista y escritor Miguel Guerrero frente a aviesas acusaciones lanzadas por la radio

Durante muchos años, he hecho una costumbre reunir en mi casa a un grupo de amigos, en su mayoría periodistas, para escuchar a personalidades de la vida nacional, en el campo de la política, los negocios, la cultura y el deporte. En ocasión de la puesta en circulación de algunas de mis obras, las reuniones han sido con libreros y críticos literarios.

En cada campaña electoral, las citas me permitieron tener en mi residencia a candidatos y políticos. El actual presidente fue en 1996 uno de esos invitados, tan cercano a las elecciones que llegó a acusárseme de parcialidad.

Por casi dos años, he intentado sin éxito de hacerla con Danilo Medina. Las gestiones con el candidato del PLD, a través de uno de sus voceros, Rafael Ovalles, quien por mucho tiempo compartía los comentarios en mi programa y a quién confié por respeto a las ideas ajenas el segmento de entrevistas, el más importante del espacio, no recibieron respuesta.

Quiero expresar mi profunda preocupación ciudadana por la peligrosa situación a que hemos llegado en el país, en la que, como en los viejos tiempos de la tiranía, se quiere intimidar a la gente pretendiendo hacer ilegal reunirse pacíficamente con un candidato, espiando a los ciudadanos en sus hogares

En el programa radial que conducen Martínez Pozo, Euri Cabral, Maria Elena Núñez y Víctor Gómez Casanova, se dijo este viernes que el lunes pasado nos habíamos reunidos un grupo de catorce periodistas con el señor Hipólito Mejía, para conspirar contra el gobierno y desprestigiar lo que ellos llamaron el triunfo electoral del señor Medina y crear una situación de inestabilidad en el país. También se dijo, sólo Dios sabe con qué malsanos propósitos, que entre los invitados había un funcionario de un prestigioso banco comercial, lo cual es incierto.

Quiero informar que esa no fue la primera ni será la última reunión que yo celebre en mi casa con el señor Mejía y que no hemos podido celebrarla con el señor Medina porque éste, con quien me he reunido varias veces en mi oficina, no ha querido concederme ese honor.

El señor Mejía es un amigo que aprecio y a quien he tratado desde los días en que se desempeñaba como Ministro de Agricultura, durante el gobierno de don Antonio Guzmán. Durante la presidencia del señor Mejía fui un crítico de sus ejecutorias y la esencia de muchos de mis escritos inspiró después mi libro “Tocando fondo”, que es una historia de la crisis económica del año 2003, originada en el más grande de los crímenes económicos contra la República: la quiebra fraudulenta del Baninter.

Mis críticas a su gestión, que pueden leerse en mi columna de El Caribe desde agosto del 2000 hasta agosto del 2004, nunca afectaron esa relación y él siempre ha expresado respeto por mis ideas y yo, desde mi perspectiva de periodista, también he respetado las suyas.

De manera pues que no tendría reparo alguno en reunirme cuantas veces el señor Mejía quisiera honrar con su visita el hogar donde nacieron y he visto crecer a mis hijos, sea en un plano estrictamente personal o en la grata compañía de aquellos colegas y amigos que estuvieron en nuestra más reciente reunión del lunes en mi apartamento.

Las temerarias e irresponsables acusaciones lanzadas en el programa de los señores y la dama señalados, me obligan a hacer la siguiente reflexión que todo ciudadano preocupado por el curso que lleva la nación tiene también el deber de hacerse:

¿Desde cuándo en un país democrático, constituye una actividad conspirativa reunirse con un candidato de oposición, o reunirse, lo que no fue el caso, para darle apoyo, o reunirse, tampoco fue ese el caso, hablar mal de un gobierno?

La señora Núñez me llamó por teléfono para que diera una explicación de la supuesta conspiración urdida en mi casa denunciada en su programa por el señor Martínez Pozo. Le dije lo que correspondía, que no tenía que darle satisfacción alguna, porque nadie tiene derecho a fisgar lo que hago en la mía, como no es asunto mío lo que él o ellos hagan en las suyas, un derecho que nadie puede regatearles ni acusarlos por ello de conspirar para evitar el triunfo de la oposición.

Ante todo esto, quiero expresar mi profunda preocupación ciudadana por la peligrosa situación a que hemos llegado en el país, en la que, como en los viejos tiempos de la tiranía, se quiere intimidar a la gente pretendiendo hacer ilegal reunirse pacíficamente con un candidato, espiando a los ciudadanos en sus hogares.

Y expresar como profesional del periodismo mi también profunda consternación porque se utilice la radio para denigrar a ciudadanos por el sólo hecho de ejercer sus derechos de forma civilizada, levantando contra ellos falsos expedientes que ponen en peligro su seguridad y la de sus familias, en medio de un proceso en que el país se lo juega todo, incluso su más elemental aspiración de alcanzar cierto grado de adecentamiento de la vida pública.
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 Tomado de www.acento.com.do

jueves, 10 de mayo de 2012

¡Sean juiciosos!

Elsa Peña Nadal*
El menor de mis dos hijos cursaba el bachillerato y  tenía una novia tan jovencita como él y cuando íbamos a buscarla a su casa para alguna salida, su madre, oriunda de un país sudamericano  que  ahora no  recuerdo,  indefectiblemente  los despedía  con este consejo: “!Sean juiciosos!”.
Entiendo que con toda sutileza,  les orientaba a  no perder “el juicio” y a controlar ese desbordamiento  de  hormonas y testosteronas,  propio de los adolescentes enamorados,  a fin de evitarse problemas que pudiesen torcer el rumbo de sus vidas. Ella, como madre, cuidaba celosamente a  su hijita y yo hacía lo propio con mi hijo, ejerciendo nuestra  responsabilidad de padres y de  adultos experimentados.
Ahora, viendo el curso que viene tomando la actual campaña electoral, entrada ya  en “la curvita dela Paraguay” , habría que recordarles a los principales actores involucrados en ella,  la gran responsabilidad que tienen frente al pueblo dominicano,  de cara al futuro inmediato; pidiéndoles, de igual modo, que sean juiciosos.
Y  es que algunos políticos están  actuando con unos niveles de desesperación,  como si hubiesen   perdido la noción de las cosas,  olvidando que   si ponen en peligro  la estabilidad social de esta nación, las consecuencias de sus actos  nos afectarán a todos por igual.
Particularmente, no entiendo ese nivel de desesperación  en un partido que se declara ganador en la primera vuelta;  algo  que certificarían los observadores internacionales, así como   también  Participación Ciudadana,  con la exactitud y responsabilidad conque esa institución se ha manejado desde su fundación en cada proceso electoral.
Nadie entiende el porqué de ese ajore; de esa campaña  tan indelicada;  de ese bombardeo  de  publicidad tan avasallante, tan agobiante; de las trabas a Participación Ciudadana; del interés de  utilizar militares para trasladar la utilería electoral y quién sabe si después, hasta las propias urnas. ¡A lo Balaguer! 
Nadie entiende que haya tanto temor a  perder de  un partido como el PRD  que,  ajuicio del oficialismo, hizo el peor gobierno que ha tenido este país,  en contraposición con la eficiencia, excelencia y pulcritud con que el PLD dice haber gobernado  en los dos últimos periodos de su administración.
¿Sera que al PLD le cuesta admitir –como  dice la amiga Cosette  Álvarez--que  ha sido el propio PLD el encargado “de llevara Hipólito Mejía a la categoría de Necesidad Nacional”? 
Un amigo y destacado abogado me dice  hoy, medio en broma pero sin ocultar su preocupación: “Lo que venimos diciendo: Aquí se está preparando algo grande. El Apocalipsis Electoral. El Fin del Mundo Democrático y la llegada del Salvador de la Nación. Una  dictadura de un solo partido”.
 ¡Ojala que los que han extraviado el juicio lo recuperen a tiempo, porque este pueblo no merece pagar los platos rotos de un banquete al que nunca fue invitado!
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*elsapenanadal@hotmail.com




miércoles, 9 de mayo de 2012

No hay que ir a Harvard

Elsa Peña Nadal*


A medida que pasan los años más me aferro a mis recuerdos; de ahí que me la pase citando
frases que usaban mis mayores, tras decir: como decía papá, como decía mamá; o, como decía mi abuela. A veces cito al profesor Juan Bosch.

Cuando papa veía que realizar alguna tarea o trabajo encomendado nos estaba presentando
cierta dificultad, en lugar de facilitarnos la solución y para obligarnos a que “usáramos el
cerebro”, nos decía invariablemente lo mismo: “Para resolver eso no hay que ir a Harvard”;
en alusión a la famosa universidad privada norteamericana, ubicada en Cambridge,
Massachusetts, en donde desde 1636 estudian personas de todo el mundo; incluidos príncipes herederos y potentados.

También mi padre se refería con frecuencia a la necesidad de dejarnos guiar por el sentido
común. Y recordándolo ahora, en medio de esta campaña electoral, pienso que para entender las siguientes cuestiones, tampoco hay que matricularse en Harvard, y nos bastaría conque usásemos nuestro sentido común.

1.¿Tienen calidad moral para hacerlo, y se les puede creer a aquellos que acusan a otros de corruptos, cuando no han instrumentado una sola investigación, ni sometimiento contra ninguno de los funcionarios de su gobierno que han sido reiterativamente denunciados de malversación de fondos públicos y de un enriquecimiento vertiginoso; y que por el contrario han salido, tanto individual como colectivamente, a dar la cara por ellos, defendiendo lo indefendible?

2.¿Puede un ciego burlarse de un tuerto, o un conejo decirle al burro orejón?

3.¿Se puede creer en la idoneidad de unos políticos que se han aliado con miembros de
otros partidos, llevándolos a ocupar, por años, cargos de importancia en instituciones claves del Estado para pagarles su adhesión con el disfrute holgado del erario, sin pedirles cuentas; haciéndose todo el tiempo de la vista gorda y que, cuando estos mismos aliados, negociantes de la política, deciden cambiar de parcela y enfilar hacia el lado opuesto, recurren a amenazarlos y a chantajearlos, procediendo entonces a desempolvar auditorías y a formularles acusaciones que nunca antes les hicieron? ¿No son sus empleadores pasibles de ser enjuiciados también por omisión y/o complicidad?

4.¿Se puede creer en la buena intención de un gobierno que, a solo escasas dos semanas de unas elecciones presidenciales, anuncia la construcción de nuevas obras, mientras inaugura, a la carrera, decenas de otras que no realizó a lo largo de dos periodos consecutivos?

5.¿Si como dicen, han hecho dos excelentes gobiernos y el pueblo tiene tan buena percepción de ello, por qué la necesidad de gastar tantos millones de pesos del erario en una apabullante y descomunal campaña política, donde resaltan errores de sus oponentes que solo consiguen recordarnos las medallas que, en esas mismas artes, ellos han acumulado?

6.¿Usted tiene conocimiento de que en varios países del mundo donde se han producido denuncias de actos de corrupción y de falsificación de tesis de grado, en contra de algunos funcionarios y candidatos, estos han renunciado de inmediato a dichos cargos y aspiraciones y se han disculpado públicamente ante la ciudadanía, aun cuando la mayoría de esos casos, no alcanzo la magnitud de los producidos en nuestro país?

7.¿Usted cree que es posible que personas que se forjaron y militaron por años bajo la dirección de un hombre de la calidad moral, la sensibilidad social y el nivel cultural e intelectual de don Juan Bosch, después de gobernar en tres oportunidades, no hayan tenido como prioridad erradicar definitivamente el analfabetismo de este país y dedicar a la educación, todos los recursos establecidos por la ley?
La autora, Esa Peña Nadal, junto al profesor Juan Bosch en 1976.
8.¿Verdad que los alumnos de don Juan han tenido tiempo suficiente para mejorar la calidad de vida de los dominicanos y, en especial, de “los hijos de machepa”, en lugar de utilizar un dinero que no les pertenece para convertirse en “tutumpotes”, como decía el Profesor Bosch?

9.¿Usted no cree que muchos de estos políticos y funcionarios peledeístas se burlan del pueblo y de la memoria de don Juan Bosch, parapetándose bajo su figura y memoria, en tanto hacen todo lo contrario a lo que él preconizaba?

10.¿Usted sabe que Juan Bosch decía que el hombre avaro no administra su dinero sino que es el dinero el que administra al avaro, llevándolo a cometer grandes atrocidades?

11.¿Usted duda que esté en peligro en estos momentos la democracia dominicana y que nos encaminemos hacia la instauración de un gobierno de fuerza si el PLD se ratifica en el poder, toda vez que su gobierno controla todos los poderes del Estado; utiliza el dinero del erario para comprar a todo aquel que le pone precio a su dignidad; y que esta realizando unos comicios en condiciones de total desigualdad para los partidos de oposición, dando claras señales de pretender violentar la voluntad popular, no solo para continuar aumentando sus fortunas, sino también para garantizarse la
impunidad y evitar tener que dar cuenta de sus actos ante la justicia dominicana y la norteamericana?

12.¿Si el partido oficialista se siente tan seguro de ganar en la primera vuelta, por qué se dice que planea crear disturbios en los centros de votación de algunos barrios humildes de la capital y del interior, en donde el PRD tiene buen posicionamiento y que para estos fines utilizará a personas identificadas con los símbolos del partido opositor; y que además procederá a comprar cédulas a boca de urna; lo que podría ocasionar lamentables e innecesarios enfrentamientos entre los votantes?

13.¿Usted tiene una idea de cuántas batallas y gestas heroicas ha librado este pueblo para alcanzar esta democracia que hoy tenemos-- recordadas en un Museo Memorial de la Resistencia y por varias fundaciones patrióticas—que les han costado la vida, cárcel, exilio, dolor y sacrificios a tantas familias dominicanas, y que, por tanto, es un deber patrio el impedir que perezca la democracia en nuestro país?

14-¿Verdad que para contestar estas preguntas no hay que ir a Harvard University pues solo basta con recurrir a nuestro sentido común?

Sabemos que la gran mayoría del pueblo dominicano es gente de bien, honesta, esforzada y trabajadora; que merecemos vivir en paz y con calidad de vida, en un país que es rico en recursos naturales y humanos y que no debe seguir siendo botín de los piratas de turno.

¡Ojalá primara el sentido común en todos los involucrados y responsables de la buena marcha de estos comicios electorales para que sea respetada la voluntad popular; para evitar enfrentamientos inútiles que ocasionen nuevas pérdidas de vidas y para que se nos garantice a todos la tranquilidad que merecemos!
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martes, 8 de mayo de 2012

Diputados de ultramar una nueva farsa

Son una conspiración contra la diáspora
Roberto R. Rodríguez R.

No conformes con el caos y el derroche que han sembrado en el país, las tres pandillas con siglas de partidos políticos que han tomado por asalto a la sociedad dominicana en los últimos 46 años, pretenden –si nosotros lo permitimos—extender allende los mares el “llévenselo todo” que han implementado en el país.

La nueva estafa –que no es más que una retranca política y de negación a nuestros eventuales derechos como dominicanos— la constituye el caramelo de la supuesta representación congresual de la diáspora.

Para ello se han puesto de acuerdo  --ellos, sin importarles la opinión nuestra acerca de lo que realmente necesitamos—en asignarnos un número de “diputados” que ni se corresponde con nuestra población votantes en el exterior ni viene a llenar ninguna necesidad. Es un desperdicio más de dinero del Erario.

Esto no es más que una continuación de la duplicidad de funciones públicas, en la que se han puesto de acuerdo los tres partidos tradicionales –y otros alternativos que hacen coro—para crear posiciones en beneficios particulares a costa del presupuesto nacional.

Lo de los “diputados” en el exterior es algo que todo dominicano que se respete debe rechazar –y aunque vote por el partido que le simpatice--, es un compromiso de conciencia anular la boleta congresual. Esto si ciertamente le importa la pulcritud y transparencia en el manejo de los fondos públicos.

La duplicidad de funciones, como parte de la corrupción sistémica, es uno de los principales huecos por donde se fugan los fondos públicos del país. Y ello no es accidental. Es una creación deliberada para suplir y atender reclamos individuales de sus seguidores. Es el resultado de la quiebra y/o “privatización” de las empresas del Estado que ejecutó Leonel Fernández y el PLD.

Todo cuanto pretenda hacer por los dominicanos en el exterior un miembro de su comunidad en un Congreso Nacional como el nuestro plagado de vicios, corrupción, elementos inescrupulosos, disfuncional y poblado por individuos --en su mayoría-- faltos de honorabilidad, es una responsabilidad de las sedes consulares dominicanas en cada nación. Por tanto se hace innecesario este invento único que ningún otro país del mundo lo tiene.

Basta con que las sedes consulares dejen de manejarse con criterios mezquinos y sentido de bodegueros, y que en cambio asuman las responsabilidades establecidas en la ley de Relaciones Consulares aprobada por la Convención de Viena. 24 de Abril de 1963, y de la cual República Dominicana es signataria.

Si se pone atención al contenido del tratado aprobado por la mencionada Convención, es fácil concluir en lo que señalamos que esa representación de diputados de ultramar es un derroche más de dinero, porque es una duplicidad de funciones. ¿Qué carajo pueden hacer que no esté contemplado en las responsabilidades consulares, las cuales anexamos a continuación, tal y como fue aprobada por la Convención de Viena, y en la entrega venidera vamos a tratar de poner al desnudo los propósitos ulteriores que se esconden detrás de todo esto y que no son otros que perjudicar a la diáspora en sus derechos políticos. Ahora leamos el tratado:

Las funciones consulares consistirán en:

a) proteger en el Estado receptor los intereses del Estado que envía y de sus nacionales, sean personas naturales o jurídicas, dentro de los límites permitidos por el derecho internacional;
b) fomentar el desarrollo de las relaciones comerciales, económicas, culturales y científicas entre el Estado que envía y el Estado receptor, y promover además las relaciones amistosas entre los mismos, de conformidad con las disposiciones de la presente Convención;
c) informarse por todos los medios lícitos de las condiciones y de la evolución de la vida comercial, económica, cultural y científica del Estado receptor, informar al respecto al gobierno del Estado que envía y proporcionar datos a las personas interesadas;
d) extender pasaportes y documentos de viaje a los nacionales del Estado que envía, y visados o documentos adecuados a las personas que deseen viajar a dicho Estado;
e) prestar ayuda y asistencia a los nacionales del Estado que envía, sean personas naturales o jurídicas;
f) actuar en calidad de notario, en la de funcionario de registro civil, y en funciones similares y ejercitar otras de carácter administrativo, siempre que no se opongan las leyes y reglamentos del Estado receptor;
g) velar, de acuerdo con las leyes y reglamentos del Estado receptor, por los intereses de los nacionales del Estado que envía, sean personas naturales o jurídicas, en los casos de sucesión por causa de muerte que se produzcan en el territorio del Estado receptor;
h) velar, dentro de los límites que impongan las leyes y reglamentos del Estado receptor, por los intereses de los menores y de otras personas que carezcan de capacidad plena y que sean nacionales del Estado que envía, en particular cuando se requiera instituir para ellos una tutela o una curatela;
i) representar a los nacionales del Estado que envía o tomar las medidas convenientes para su representación ante los tribunales y otras autoridades del Estado receptor, de conformidad con la práctica y los procedimientos en vigor en este último, a fin de lograr que, de acuerdo con las leyes y reglamentos del mismo, se adopten las medidas provisionales de preservación de los derechos e intereses de esos nacionales, cuando, por estar ausentes o por cualquier otra causa, no puedan defenderlos oportunamente;
j) comunicar decisiones judiciales y extrajudiciales y diligenciar comisiones rogatorias de conformidad con los acuerdos internacionales en vigor y, a falta de los mismos, de manera que sea compatible con las leyes y reglamentos del Estado receptor.
Nos vemos en la otra entrega.

domingo, 6 de mayo de 2012

Democracia o dictadura y Miguel desguabinado

Entre Usted  y yo
Por Rafael Calderón*

El 20 de mayo el asunto no será una elección entre Hipólito Mejía, por un lado, y por el otro Leonel Fernández, Danilo Medina, Margarita Cedeño y Miguel Vargas. Lo que indicará cada voto que caiga en las urnas es la particular decisión por la democracia o la dictadura de cada uno de los votantes.
Cualquiera que se deje llevar por la propaganda masiva, por los millares de comentaristas y periodistas bajo sueldo en el gobierno y por los medios que llenan sus espacios de acuerdo a los intereses de Leonel, concluirá en que la democracia está fea para la foto, porque la encarna Hipólito, quien no sabe disimular y comete muchos “errores”, el mayúsculo de los cuales lo arrastra desde 2003; mientras que del lado de la dictadura lo que hay son aciertos y, sobretodo, riqueza personal, con Leonel como el portaestandarte que movió a sus colaboradores de la abulia de la inopia a la agresividad de la avaricia que le mantiene en expansión la necesidad de acumular cada día más millones de pesos y dólares.
Usted sabe que -de acuerdo con lo que nos han repetido millones de veces durante las tres contiendas presidenciales y las dos congresuales de 2004 para acá- el error mayúsculo de Hipólito fue “el mal manejo” (no se quedó callado) en relación con el fraude del Baninter. Él no aprovechó el poder que tenía para tapar lo que estaba ocurriendo, algo que durante su primer gobierno Leonel tapó muy bien, a gusto y en agradecimiento a que Ramoncito Báez lo había puesto en su nómina de asesores jurídicos.
El “error” de Hipólito de denunciar lo que estaba pasando colocó, de inmediato, una caterva de medios y periodistas detrás de Leonel, los cuales le son leales hasta hoy, debido a que anualmente les destina para su consumo unos $10 mil millones del pastel presupuestal del país.
Leonel y su prensa han afirmado durante casi 10 años que el culpable del fraude bancario fue Hipólito. La mayoría del país creyó en eso a fe ciega el 16 de mayo de 2004. Pero, aunque el país dio por cierto lo dicho, lo ocurrido de allá para acá es toda una paradoja, porque Leonel no fue capaz de evitar que sus amigos banqueros fueran a parar a la cárcel en su propio gobierno, mientras que el señalado como culpable está a un tris de regresar triunfante a la presidencia.
No voy a entrar en detalles de los demás “errores” en lo que incurre Hipólito pronunciando verdades ofensivas, para no quitar espacio a los muchos “aciertos” de Leonel y su ejército de prensa, quienes nos han demostrado el extraordinario poder que tienen para proteger sus baluartes y atacar con todas las armas en procura de consolidar su dictadura.
Leonel Fernández, Danilo Medina e HÍpólito Mejía
El acierto mayúsculo de Leonel y sus medios en estos días, sin duda, es haber sacado de la palestra pública a Félix Bautista. En torno a este baluarte del peledeísmo, a quien Leonel protege con orgullo paternal, se construyó un muro inexpugnable que no admite opiniones que cuestionen a ese osado maestro de la corrupción en la construcción, además de potentado senador.
Otro “acierto” grande de Leonel y su prensa es haber bloqueado la denuncia de que Danilo Medina por años se mantuvo engañando tranquilamente al país con relación a su supuesto título de ingeniero químico. Es grandioso lo que han logrado para seguir promoviendo sin ningún rubor a un mentiroso para el cargo de presidente de la República, en realidad títere de la dictadura si lo arreglado en la Junta Central Electoral les funciona. Claro que al país le está saliendo inmensamente caro el asunto, porque el presupuesto inicial de la campaña hecho por Leonel fue de $40 mil millones, cifra que hace rato fue superada.
Sin duda que a Leonel también hay que anotarle entre sus “aciertos” el haber reducido al ingeniero Miguel Vargas Maldonado de contendor suyo en la carrera presidencial en 2008 a colaborador dentro del PRD con la desprestigiada categoría de Caballo de Troya. Lo cierto es que la desguabinada que Leonel le ha dado a Miguelito después del pacto de las corbatas azules no tiene parangón en materia de engaño político; lo arruinó en todos los órdenes.
Y el “acierto” de todos los “aciertos” que cohesiona la vocación dictatorial del peledeísmo es la armonía,  la convicción y la intención de sus dirigentes de hundir por completo el país antes de soltar el poder, con el apoyo de su ejército de prensa.
El próximo día 20 toca, pues, a cada uno de nosotros escoger si con su voto entrega a nuestro país a la democracia o la dictadura.
Por hoy, me voy. Que Dios le llene de bendiciones, y se apiade de la República Dominicana.
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Es un periodista dominicano residente en Nueva York.

PENSAMIENTO DEL DÍA

"Un ejército de ciervos dirigido por un leon es mucho mas temible que un ejército de leones mandado por un ciervo". Plutarco