viernes, 11 de noviembre de 2011

Contra una educación sexista

La separación de los niños y las niñas en las escuelas sólo consigue mantener los estereotipos y refuerza conductas sexistas, según un estudio de la revista Science, La seudociencia de la escolarización por sexos. La prestigiosa revista científica viene a apoyar la educación mixta en colegios que, en los últimos tiempos, se ha visto atacada por aquellos que prefieren aulas diferenciadas por sexos. Las diferencias cerebrales entre los sexos y los éxitos en las notas académicas, defiende Science, no justifican que la educación diferenciada sea mejor. Por el contrario, las desventajas se hacen insalvables en el ámbito social.

Mujeres y hombres no somos iguales físicamente. Nuestros cuerpos son diferentes y nuestros cerebros también, como lo demuestra la neurociencia. Por ejemplo, el cerebro femenino tiene más conexiones entre los hemisferios y está más compartimentado que el de los hombres. También reaccionamos de manera diferente ante los estímulos externos. En el Hospital de la Universidad de Nueva York, el doctor Hoffman realizó un experimento con bebés recién nacidos. Tomó bebés de ambos sexos y observó cómo reaccionaban ante el llanto de otros bebés. El resultado fue que los bebés femeninos se alteraban, se sentían incómodas, lloraban… mientras que los bebés varones seguían tranquilos. Así, Hoffman concluyó que las mujeres nacen más predispuestas a la empatía que los varones.
A estos y otros estudios han reaccionado algunos que consideran más adecuado para el desarrollo de niños y niñas que ambos sexos no estudien en las mismas aulas. La profesora de la Universidad Carlos III de Madrid, María Chaparro, cree que la educación diferenciada es mejor para el alumnado. Explica que las niñas se desarrollan antes y que tienen unas habilidades diferentes a las de los niños. “Además, no sólo son los ritmos de maduración. Tienen diferentes intereses, aficiones, socialización, forma de exteriorizar los sentimientos, forma de reaccionar…”, añade Chamarro. También Michael Fize, sociólogo francés y autor de Las trampas de la educación mixta, argumenta que “la educación mixta no ha conseguido asegurar la igualdad de sexos ni de oportunidades, que era su objetivo, y en las escuelas sigue habiendo problemas de violencia entre géneros, sexismo, indisciplina…” Otra profesora francesa, Nicole Mosconi, argumenta que, en los colegios mixtos, los estereotipos quedan reforzados, ya que los niños son los que hacen los trabajos y juegos de hombres, y las niñas quedan relegadas a lo meramente femenino y arrinconadas en el patio del colegio.

En países como Estados Unidos, Alemania, Francia o Canadá los colegios de educación diferenciada han crecido en los últimos años como opción para la formación de los jóvenes. Sin embargo, los problemas de sexismo, violencia o indisciplina que se achacan a la educación en aulas mixtas no tienen que ver con el modelo en sí, sino por las personas que cada día dan las clases, con los estereotipos culturales y con aquello que los niños y las niñas ven en sus casas. Así, si mamá es la que cocina y papá el que hace el bricolaje en casa… el niño repetirá el modelo. Si por el contrario, papá se encarga de bañarles o hacer la compra y mamá de llevar el coche a arreglar, pues ese será su modelo.

La educación mixta ayuda a que niños y niñas aprendan a relacionarse, a que interactúen y se entiendan. Si el niño aprende a convivir desde pequeño con personas de diferentes culturas, religiones, géneros… los conflictos que puedan generarse serán menores en la edad adulta, porque ya habrán aprendido a resolverlos. Es en una escuela plural en la que los niños y niñas aprenden valores, como el del respeto, la solidaridad y la convivencia.

Ana Muñoz Álvarez
Periodista

La conquista no tan silenciosa de China

Durante años multinacionales extranjeras han sacado tajada de la oportunidad de una sociedad china dispuesta a prosperar bajo condiciones difíciles. En un principio, le llamaron el dragón dormido, la superpotencia emergente, porque interesaba que su potencial se hiciera realidad en forma de un mercado de cientos de millones de personas. Es cierto que algunas compañías se estrellaron y tuvieron que adaptar sus expectativas a un país que tampoco estaba dispuesto a regalar nada, pero otras se han beneficiado de los bajos salarios durante décadas.

Las potencias occidentales, mermadas por una profunda crisis después de años de excesos, contemplan ahora a una China que gana terreno como inversor en África y en Latinoamérica a golpe de talonario, y que es capaz de competir directamente en algunos sectores tecnológicos importantes, como el ferrocarril de alta velocidad o la industria espacial. Hasta tal punto que algunos han pasado a verla como el dragón que amenaza.


Nada ilustra mejor la inversión en el equilibrio de la balanza que el desarrollo del país en estos dos sectores. Justo en medio de la tormenta que atraviesa la economía mundial, especialmente en Europa por el problema de la deuda, China ha conseguido un nuevo hito en su carrera espacial acoplando dos naves en órbita. Un logro de gran importancia de cara al proyecto que tiene el país de construir su propia estación en la próxima década.

China hizo su primer vuelo espacial tripulado en 2003. Por aquel entonces, a Estados Unidos y a Europa aún les quedaban unos años de idilio económico. Hoy la situación es bien diferente. Estados Unidos ha tenido que cancelar o retrasar muchos de sus proyectos y confiar buena parte del futuro de la navegación espacial a la industria privada, mientras que la coalición de países detrás de la actual Estación Espacial Internacional es incapaz de acordar qué hacer más allá de 2020, fecha prevista para su cierre.

En la industria ferroviaria el cambio ha sido aún más drástico. Todavía era Bush Presidente en Estados Unidos cuando China se lanzó a tender líneas de tren de alta velocidad de miles de kilómetros con la ayuda de potencias en la materia, como Japón o Alemania. Durante el Gobierno de Bush, Estados Unidos llegó a aprobar presupuestos para un plan de desarrollo de este sector. Sin embargo, la paradoja es que China se ha convertido en cuestión de años en exportador de tecnología a este país, mientras que en Estados Unidos, Obama tiene grandes dificultades para aprobar financiación para la alta velocidad.

Durante la crisis, China ha nadado contra corriente. Se las ha arreglado para mantener el fuerte crecimiento económico, ha aumentado sus inversiones en el extranjero, especialmente en África y Latinoamérica, y ha continuado la vertiginosa expansión de su ferrocarril al tiempo que llevaba sus primeros satélites y naves al espacio.

A Occidente le gustaría que el desarrollo de China fuera de otra manera y por eso reclama al Gobierno chino que aprecie su moneda. Pero éste le responde que ya lo está haciendo, lo cual es cierto, aunque no al ritmo que gustaría en los despachos de la Casa Blanca. Lo último que interesa a los políticos de Pekín es una apreciación abrupta del yuan que ponga en peligro la competitividad del sector exportador.

Las encarcelaciones de activistas en China y la creciente censura a los medios de comunicación son incómodas para muchos gobiernos, pero el margen de crítica es reducido ante la necesidad de liquidez tras años de excesos financieros. China tiene reservas enormes y necesita ponerlas en circulación. Por eso es común ver cómo después de un período de desentendimiento entre China y otros países a raíz de los derechos humanos, se escenifica un acuerdo en forma de operaciones de compra de deuda o de inversiones millonarias.

Europa acaba de pedir ayuda de nuevo a China, pero ésta se lo ha pensado dos veces esta vez. El gigante asiático resulta tener sus propios problemas. Y no son pocos. El modelo de desarrollo económico obsesionado por el PIB aumenta cada vez más la brecha económica entre ricos y pobres, mientras que la burbuja inmobiliaria plantea un futuro incierto, la inflación amenaza los bolsillos de quienes menos tienen, la corrupción daña la imagen de los políticos y la sociedad se conmueve por los efectos de la falta de valores. La economía es el punto fuerte del Partido Comunista chino y eso parece convertirla también en su talón de Aquiles.

Tal vez, esas mismas compañías y países que tanto beneficio han sacado de China durante décadas, y que ahora apuntan hacia otras regiones donde pretenden encontrar el nuevo El Dorado, deberían preguntarse: ¿es China la verdadera amenaza?

Jorge Planelló Carro
Periodista

jueves, 10 de noviembre de 2011

El 4%, qué se enseña, y para qué

R. Osiris de León.

El presidente de la República Dominicana, Dr. Leonel Fernández Reyna, quien durante varios años se desempeñó como profesor universitario en la prestigiosa Universidad Autónoma de Santo Domingo, acaba de producir una impactante declaración que ha estremecido a toda la nación dominicana, cuando en torno al debate sobre su violación a la Ley General de Educación, 66-97, que obliga a entregar el 4% del Producto Interno Bruto para la Educación, dice que “lo fundamental es debatir qué se enseña, cómo y para qué”, y que satisfechas esas inquietudes, “se pasaría a lo otro”, es decir, a considerar una mayor inversión en la educación.

Y en eso el Presidente Fernández tiene toda la razón, porque lo fundamental es saber “qué se enseña, y para qué”, pues en las escuelas públicas debieron enseñarles a muchos de los funcionarios de su gobierno a no robarse descaradamente los fondos públicos que debieron ser destinados al desarrollo del país y a la reducción de la pobreza.

Debieron enseñarles a muchos de los funcionarios de su gobierno a no comprar los vagones del Metro al doble del precio pagado por Shanghái a la misma empresa francesa Alstom a la cual la OPRET le compró los vagones Metrópolis, lo cual tuvo un sobre costo de 2,200 millones de pesos, y debieron enseñarles a no gastar casi 100 mil millones de pesos en un Metro que no beneficia a la población, pero que ha beneficiado a mucha gente del gobierno.

Debieron enseñarles a los funcionarios de su gobierno a no regalarle a la empresa minera Barrick Gold la mina de oro de Pueblo Viejo, Cotuí, la cual hoy vale unos 50,000 millones de dólares, suficientes para pagar la deuda externa, y debieron enseñarles a sus diputados y senadores a no aprobar un contrato sin leerlo.


Debieron enseñarles a muchos de los funcionarios de su gobierno que un pequeño acueducto municipal para 12,000 habitantes urbanos no puede costar 5,000 millones de pesos.

Debieron enseñarles a muchos de los funcionarios de su gobierno que una carretera de dos carriles simples no puede costar 6 millones de dólares por cada kilómetro.

Debieron enseñarles a muchos de los funcionarios de su gobierno que un edificio de parqueo, en hormigón, y que consta de un sótano y siete entrepisos sobre el nivel del terreno, para un total de ocho niveles de aparcamiento, con un área total de construcción de aproximadamente cuarenta y siete mil (47,000) metros cuadrados" no puede costar 900 millones de pesos, sobre todo, si el terreno, que es lo más caro, era propio y no tuvo ningún costo.

Debieron enseñarles que por principios éticos ambientales en Los Haitises nunca debió ser autorizada, ni mucho menos defendida, una cementera que iba a contaminar las aguas subterráneas necesarias para la subsistencia de las futuras generaciones.
Debieron enseñarles a muchos de los funcionarios de su gobierno que cuando se aproxima una tormenta, o un huracán, hay que activar de inmediato los planes de emergencia, sin discusiones y sin demoras, porque las discusiones y las demoras se convierten en tragedias como la de La Mesopotamia, durante el paso del huracán Georges, en septiembre de 1998, y la de la Presa de Tavera, durante el paso de la tormenta Olga, en diciembre de 2007, las que en conjunto provocaron unas 500 muertes innecesarias y pérdidas materiales por encima de los diez mil millones de pesos, y todo eso fruto de la ignorancia de sus funcionarios, ninguno de los cuales fueron amonestados, ni sancionados.

Si el Presidente Fernández hubiese preguntado antes “qué se enseña y para qué se enseña”, de seguro que muchos de los funcionarios de su gobierno hubiesen aprendido a no negociar en contra de los intereses del país, y de esa forma no hubiesen regalado, mediante la denominada capitalización, el sistema eléctrico nacional, el cual, además de regalarlo, nos ha costado un subsidio de 265,000 millones de pesos en los últimos 7 años del PLD, simplemente para beneficio de los generadores de electricidad, y que con todo ese dinero hubiésemos resuelto el problema eléctrico nacional, de por vida.

Si el Presidente Fernández quiere darle fuerza a su nuevo concepto de “qué se enseña y para qué se enseña”, sólo tiene que revisar el contrato de generación eléctrica firmado con la Cogentrix, el cual nos cuesta 2 mil doscientos (2,200) millones de pesos al año, con la planta apagada, y que con lo que le hemos pagado a la Cogentrix, sin recibir nada a cambio, hubiésemos instalado una planta a gas natural, o a carbón, de 300 Mega Watts de potencia, y de bajo costo de producción de energía, y verá que sus funcionarios tienen mucho que aprender.

Es evidente que el Presidente Fernández ha tomado conocimiento de que en su gobierno es necesario debatir “qué se enseña y para qué se enseña”, porque muchos de sus funcionarios no aprendieron en el libro de Moral y Cívica, ni en los “Círculos de Estudios”, del PLD, que los fondos públicos no son para el rápido enriquecimiento de funcionarios públicos que ayer llegaron al gobierno en carros públicos, y hoy son más ricos que cualquier gran empresario de larga tradición, y se esmeran en un exhibicionismo económico impúdico.
Como el Presidente Fernández quiere debatir “qué se enseña y para qué se enseña”, debía introducir en la escuela universitaria de la Fundación Global la “Cátedra profesor Bosch”, para enseñarle a muchos de sus funcionarios que el profesor Bosch dijo en el año 1982 que "Los dominicanos saben muy bien que si tomamos el poder no habrá un peledeísta que se haga rico con los fondos públicos; no habrá un peledeísta que abuse de su autoridad en perjuicio de un dominicano; no habrá un peledeísta que le oculte al país un hecho incorrecto o sucio o inmoral."

Esa “Cátedra profesor Bosch”, pudiéramos pagarla con los fondos provenientes del 4% establecido por la Ley 66-97 para la Educación, y de esa forma el Presidente Fernández haría un homenaje de recordación de la honorabilidad del profesor Bosch, y sus funcionarios aprenderían a ser tan honestos como el profesor Bosch y vivirían tan humildemente como vivió el profesor Bosch.

Si el presidente Fernández quiere saber “qué se enseña y para qué”, los dominicanos podemos decirle que a sus funcionarios hay que enseñarles a no robarse los fondos públicos, a no ser arrogantes, a no ser prepotentes, a no ser mentirosos, a no ser demagogos, a no creerse dueños de los cielos y de la tierra; a no considerarse por encima del bien y del mal, a no creerse dueños de los tres poderes del Estado y de la Junta Central Electoral, y a no traicionar la memoria de su fundador el profesor Bosch, y que para eso sus funcionarios son los primeros que necesitan que se cumpla con el 4% establecido por la Ley General de Educación.-

Honrando y educando en valores

Elsa Peña Nadal*
Recientemente  en la ciudad de Santiago de los Caballeros, tuve  una experiencia enriquecedora que me demostró que no todo está perdido en nuestro país; que trabajando honradamente se pueden lograr los sueños; que la educación sigue siendo la mejor herramienta para sacar adelante a nuestra juventud y  lograr una mejor nación. También reafirmé que  la lucha y el sacrificio de tantos hombres y mujeres dominicanos no han sido en vano ni caerán en el olvido. (Todo esto, pese a las desastrosas administraciones gubernamentales donde los funcionarios han hecho maestrías en  malas artes,  y  también a contracorriente  del “amemamiento” social en que nos encontramos sumidos.)
“Los países  se hacen ricos y se institucionalizan cuando su gente se involucra en los asuntos públicos, cuando ponen el trabajo como uno de los fines de sus vidas y cuando rinden tributo a la familia y a un conjunto de valores que son necesarios para la vida armoniosa en sociedad.  Y esa cultura se enseña en la casa, en la escuela, en la comunidad, en las fuerzas armadas, en el servicio voluntario y en las iglesias”, dice un editorial de Diario Libre que acabo de leer.
Ciertamente, “construir  un país es una obra de bien”, y a eso ha apostado con éxito el licenciado Narciso Eusebio González Batista con su tesonera labor de equipo en el Colegio Padre Emiliano Tardif , donde el primer ejemplo a seguir es su vida misma, sus logros personales y los de su digna familia, profesionales todos que le acompañan en la hermosa labor de ofrecer a Santiago, al Cibao y a todo el país, una educación humanista al servicio de la vida  basada en la creatividad, el pluralismo y la solidaridad, donde la excelencia académica va de la mano con la responsabilidad social.
Pecaría de irresponsable  superficialidad si pretendiera en esta entrega definir con exactitud la importantísima labor que en esta academia se está llevando a cabo desde hace poco mas de   diez años y  que, abriendo surcos va dejando sus huellas en nuestra juventud; una labor que fuera de Santiago quizás muchos desconocen pues mas allá de su impresionante planta física, de la organización y la disciplina  que se aprecian a simple vista, en este Colegio hay un trabajo silente, humilde, paciente y minucioso pero sumamente  fructífero, como el que realizan las abejas y las hormigas.
Visitar el Colegio Padre Emiliano Tardif, en Santiago, bien  podría ser una parada obligada en la ruta por el Cibao, pues es como visitar un museo cultural y patriótico donde Narciso González—también a mi me impactó su nombre—ha puesto sumo cuidado no sólo en la elección del  nombre del colegio sino también en el nombre de los  edificios, de los murales, salones, aulas y otras dependencias, como las deportivas, laboratorios, biblioteca, cafetería, economato, aula virtual, enfermería y botica escolar, salón de arte, la cancha, el parque infantil y hasta  la sala de espera,  pues como bien dice este singular y entusiasta educador, citando a Alejo Carpentier: “Nominar es crear: los nombres de las cosas son las cosas mismas”.
Las paredes del colegio son murales y galerías para educar, y a la vez, honrar epopeyas, a  héroes y heroínas,  y  en ellas  se pueden admirar los nombres y/o las pinturas con los rostros de los presidentes dominicanos, desde Tomás Bobadilla hasta la fecha; de la evolución del Escudo Nacional, 22 diseños desde  el 1844 hasta nuestros días; de grandes maestras y maestros dominicanos  y latinoamericanos; de los hombres y mujeres que se destacaron en Febrero del 1844; de los Restauradores de la República; de los héroes del 1916 contra la intervención norteamericana; de la resistencia antitrujillista, desde  1930 hasta el 1961, y de  los ajusticiadores de Trujillo; así como de los que se destacaron en la Guerra de Abril del 65 y de   los mártires de la resistencia antibalaguerista.
 También en los murales están las primacías nacionales;  nuestros caciques indígenas;  las primeras mujeres en destacarse en alguna actividad académica, científica, artística o en la lucha por su tierra;  los más destacados lideres mundiales por los derechos humanos y la paz; los científicos, religiosos, filósofos y  humanistas, investigadores e inventores que ha tenido la humanidad; entre otros que se me escapan.
Narciso González posee una vasta cultura pues es un adicto a la lectura y tiene en su haber una Maestría en Educación Superior; tres licenciaturas Magna Cum Laude: en Educación, Mención Letras Modernas, en Comunicación Social y en Derecho; así como un Diplomado en Legislación de Tierras; además de un largo historial en educación continuada,  en experiencia docente  y gremial; es autor del libro “El aroma de la Resina” y ha sido prologuista de decenas de obras de reconocidos escritores. Su paso por las universidades  PUCMM, UASD, UTESA  y la UAPA y una educación familiar en valores, dieron como resultado a la persona que es el director propietario de una academia educativa que puede ser ejemplo a seguir en toda nuestra geografía nacional.
Pero como no hay grandeza donde no hay  humildad, esta labor docente y formativa de una nueva generación de dominicanas y dominicanos, en la cual está involucrada toda una familia de profesionales, no es todo lo bien conocida que debería ser pues no se busca con ella reconocimiento personal, nominaciones, ni publicidad, ni posicionamiento social (en una sociedad donde todo esto se compra y se vende). Por eso, cuando hace dos meses recibí la llamada telefónica del director del Colegio y me dijo su nombre, lo primero que pensé fue que me estaban tomando el pelo; también me confundió que un colegio con el nombre de un sacerdote católico carismático fuese a develizar un mural con las fotos de unos cuarenta periodistas mártires, caídos en el ejercicio de su deber, desde el trujillato hasta la fecha.
El inmenso e inmerecido honor de develizar ese mural  caía sobre mi persona  pero me esperaban muchas otras sorpresas. Un acto rigurosamente planeado donde no quedó un cabo suelto: desfilamos desde el edificio de la administración, seguidos de la banda y el batón ballet del colegio, hasta llegar a un salón de actos, grande, amplio, plagado de simbología, donde están descritos sobre una columna que baja desde la tercera planta del edificio, la Misión, Visión y los Valores y/o Virtudes que potencian en el alumnado. Nos esperaba de pies y aplaudiendo, un alumnado alegre, involucrado y consciente. Subimos a la tarima y allí, en medio de mi silla y la del director, había otra vacía que tenía, pegada a su respaldo, una foto de Héctor Homero Hernández,  debajo de la cual se leía: Homenaje, Honor y Hombría.
A los que me conocen no les extrañará saber  que me embargó una fuerte emoción mientras escuchaba los himnos nacionales  y de la revolución de Abril, así como esas magnificas letras del himno del Colegio Padre Emiliano Tardif, frente a  tantos jóvenes estudiantes que colmaron el salón y los balcones de las tres plantas que lo circundan. Luego escuchamos canciones y poesías alegóricas a las luchas patrias, así como la lectura de mi biografía y del significado de mi nombre y del de Homero. El licenciado González agotó un turno que más que un discurso improvisado, fue una cátedra magistral sobre educación en valores y patriotismo; sobre humildad y esfuerzo; sobre el ejercicio honesto de la profesión del periodista; acerca de la lucha y el sacrificio de HHH y de sus compañeros; de la alegría, el entusiasmo y el sacrificio que implica  luchar por construir una Patria digna y una mejor nación. Y citó la famosa frase de  Julius Fucik,  periodista, combatiente y mártir checoslovaco: “Por la alegría he vivido, por la alegría he ido al combate y por la alegría muero; que la tristeza jamás  sea unida a mi nombre”.
Fui a honrar sin saber que saldría  honrada. El colegio me entregó una placa que dice: “Por ser una genuina promotora de la lucha popular y excelente difusora de los afanes libertarios de la mujer dominicana a través de la historia; con ocasión de develizarse el mural “Mártires de la Libertad de Prensa de la República Dominicana”; la placa tiene las fotos de Amín, Homero y Amaury (“Los tres grandes”, como los define Narciso). También recibí la Medalla al Mérito Femenino Hermanas Mirabal , “por ser heredera y continuadora del imperecedero legado de las eternas mariposas de Salcedo, en su vuelo indetenible por la libertad y redención de nuestro pueblo”. Luego procedimos a develizar el mural dedicado a los periodistas mártires e hicimos un recorrido por todo el colegio.
En mis palabras de agradecimiento dije entre cosas que :”De todos los actos a los que he asistido donde se ha honrado la memoria de  Homero Hernández  y a los periodistas dominicanos, éste  es para mí el mas significativo, pues ha sido realizado en un centro educativo sui géneris, con la participación directa  de una juventud que esta siendo educada en valores morales y con espíritu crítico, en la que ponemos todas nuestras  esperanzas para contribuir a dotar a la sociedad de profesionales probos y capacitados y lograr así la meta y el ideal de construir una Patria libre, Próspera y Feliz. Les prometo con toda humildad que seré merecedora, hasta el final de mis días, de todo el cariño y el respeto que ustedes me han demostrado hoy con este invaluable reconocimiento. Gracias del alma, en nombre de los familiares de todas las personas cuyas memorias han sido honradas y perpetuadas en este día”.
Dejo constancia escrita de esta actividad realizada el  miércoles 26 de Octubre, con el único objetivo de destacar la valiosa labor educativa del Colegio Padre Emiliano Tardif, donde,  con anterioridad, también han sido igualmente honrados numerosos dominicanos y dominicanas, muy queridos y respetados por mi.




miércoles, 9 de noviembre de 2011

¡Hablando de museos!



 Giannella Perdomo Pérez*

De no existir fundaciones y patronatos, entre otros, dedicados a la  conservación de testimonios sobre actividades  políticas, vivencias, objetos, fotos, etc.,  de aquellos que participaron en luchas contra regímenes dictatoriales, la memoria histórica de los pueblos se diluye en el tiempo. Sin ellos, la presente y futuras generaciones ignorarían la evolución de nuestra sociedad, además de sus conquistas por el logro de una nación digna y civilizada. Para el enriquecimiento de los mismos, facilitamos legajos que durante décadas hemos guardado celosamente. En tal sentido, con relatos de quienes compartieron prisión con mi padre, Eugenio Perdomo Ramírez, es preciso emprender un vuelo hacia el pasado.  

Cárcel de ¨La Victoria, moría la tarde del domingo 31 de enero o del lunes 1ro. de febrero del 1960; los allí prisioneros, integrantes del develado Movimiento Clandestino 14 de Junio, se disponían a cenar.  Un militar interrumpe y reclama la presencia de Eugenio Perdomo Ramírez, quien se levanta y es conducido al área de torturas de la aterradora prisión “La 40”.   

Leandro Guzmán, testigo presencial de los hechos, entre las páginas 126-132, de su libro “De espigas y de fuegos”, de quien con gran respeto reproduzco, nos acerca a la escena: “Se nos ¨invitaba¨, según dijera Candito Torres, a un "ajusticiamiento revolucionario”. (Candito Torres, segundo jefe del Servicio de Inteligencia Militar-SIM). 
 
“En la sala de torturas a donde nos llevaron estaba Eugenio Perdomo sentado en la silla eléctrica, atado de piernas y brazos…. El periodista  no quería cumplir la encomienda de accionar un lazo con un pedazo de madera que aprisionaba el cuello del detenido… Le llamábamos ¨tortol¨ y,  efectivamente, hacía las veces de un torniquete asfixiante.
 
“Perdomo, aunque atado, se debatía en busca de aire… El periodista apretaba y apretaba más el ¨tortol¨, al conjuro de las exhortaciones perversas de los torturadores…” (Johnny Abbes García, Jefe del SIM y Candito Torres).
 
“Perdomo cayó, al fin, en los estertores de la agonía, hasta que sus pulmones y su corazón se paralizaron.
  
“Me obligaron a recoger el cadáver de Perdomo para llevarlo hasta el baúl de un carro de dos puertas, Chevrolet…  Mis fuerzas no alcanzaban para mover el cadáver de Perdomo.  Intervino un esbirro llamado Flicho Palma…. Pensé que mi vida concluiría pronto: había sido testigo de una ejecución y eso equivalía, normalmente durante el trujillato, a una sentencia de muerte.
 
“… Abbes García le ordenó a un subalterno que al día siguiente llevaran al Periodista a su oficina en la avenida México, para entregarle una pistola y asignarle una serie de ¨misiones¨ que debería cumplir”.  Ante esta propuesta respondió: “que estaba dispuesto a aceptar lo que él ordenara". 


El periodista en cuestión  respondía al nombre de Rigoberto Belliard, amigo de Eugenio, con quien compartía mesa familiar en varias ocasiones.  Belliard, acusado por Leandro Guzmán ante los tribunales  de Santiago de los Caballeros, juzgado y condenado a varios años de prisión, puesto en libertad misteriosamente, viajó a los Estados unidos, donde encontró su muerte por razones que desconozco.  

Leandro concluye: "Estar en La 40 equivalía a vivir dentro de la propia muerte.  Raros eran los días en que allí no se mataba, se mutilaba o se pervertía a alguien.  Unas horas después del estrangulamiento de Perdomo, asesinaron a Ángel Russo, un hombre decente, un militante que tenía antecedentes antitrujillistas de larga data...  Los esbirros me obligaron después a ponerme la ropa de Russo. Mas aun,… fui forzado, en medio de gritos y amenazas, a tomarme su ración: un chocolate de agua  y un pan".   
 
Los cadáveres retirados de ¨La 40¨, algunos descuartizados, posteriormente eran depositados en las incineradoras utilizadas para la quema de basuras, ubicadas en las cercanías de la cárcel o en el área occidental del puente Juan Pablo Duarte, para su cremación y/o lanzados al mar, hoy autopista "Las Américas",  como alimento de los tiburones que merodeaban la zona.

Eugenio Perdomo Ramírez y Leandro Guzmán, fueron vecinos por varios meses, en Santiago de los Caballeros, razón por la que se conocían muy bien.  
El 11 de abril del 2011 visité al Ing. Guzmán en sus oficinas de Santo Domingo; encuentro de minutos imborrables!  Cargado de emoción, comentó las vivencias descritas en su libro, además de ricas estampas familiares, según recordó:  "En algunas ocasiones, a ustedes  les invité a nuestra casa -se refería a mi hermana menor Elia Celeste y el primito Tony- para comer conmigo y con María Teresa.   ¡Y justamente a Leandro, como desgracia de vida, le obligan a presenciar la muerte de mi papá, su compañero político y vecino en ¨Los Pepines" de Santiago!!!!  

En su oportunidad, Federico Andrés Lora Pérez, comentaba: “Giannella, sobre tu padre te diré que nos reunieron una tarde al anochecer en la cuarenta y Eugenio, que conocía a Vitico González, se nos acercó porque  el grupo de Santiago estábamos esposados juntos y comenzamos a hablar y nos dijo que casi no oía por los golpes que le habían dado en la cabeza y el oído, lo cual era muy común en la cuarenta pegarle por los dos oídos”.    

Adolfo Alejandro Franco Brito, quien intercambió con Perdomo unas cuantas palabras la posible  noche  de su ejecución, con recuerdos imborrables de horrendas vivencias, transcurridos 51 años, 
" regresa" a las celdas y refiere: ¨Nos obligaban a escribir nuestra declaración, a continuación de la que debíamos hacer oralmente.  Estas declaraciones se hacían  luego de haber sido sometidos a las acostumbradas sesiones de bárbaras y a veces sangrientas torturas: golpes, extracción de uñas, descargas eléctricas utilizando el ¨bastón¨, aplicadas en la zona genital, entre otras". 

José Israel Cuello Hernández, más explícito, escribía: “Tu papá no dejó ropa ni libros, ni cartas ni maleta y mucho menos colchoneta porque de nada de ello disponíamos en las condiciones de las cárceles de aquella época.   

“Al llegar a La 40, lo primero que se hacía era el despojo de toda vestimenta, absolutamente de toda. Al único que alguna vez vi con alguna permisividad en el vestuario fue a Cayeyo Grisanti, precisamente en la celda de La Victoria desde donde fue retornado a La 40  tu padre junto al seminarista Papilín Peña González para ser asesinados. Tenía Cayeyo un soporte para contener el brote de una hernia inguinal como toda vestimenta; un pedazo de cinturón que no cubría nada, por supuesto.
Eugenio Perdomo Ramírez
“Yo a tu papá no le vi en La 40, porque probablemente llegó allí antes que yo, que fui detenido el 21 de enero en la madrugada, poco después de las seis de la mañana y pienso que él llego dos o tres días antes e interrogado entonces. 
“Fuimos sí trasladados todos a La Victoria la noche tenebrosa del 30 al 31 de enero de 1960, después de que se produjera el asesinato de la mayoría de "los panfleteros" a algunos de los cuales dejamos vivos en el patio de aquel recinto cuando éramos empujados al hacinamiento dentro de las "perreras" de la policía, esposados de dos en dos.
“Al llegar a La Victoria nos llevaron a las zonas de sus "solitarias", mucho más amplias que las de La 40, pero mucho más sucias y repugnantes que aquellas por su tiempo de uso. Mientras las de la casa de torturas tenían un pequeño baño en cada uno, relativamente nuevo, las de La Victoria carecían de tal exquisitez, lo que obligaba a los prisioneros a hacer las necesidades fisiológicas en una lata vacía de aceite de maní que no se diferenciaba en nada de otra destinada al agua "potable” para beber y a una tercera contentiva de un menjurje que en la mañana y noche consistía en harina de trigo hervida y sin condimentos y a mediodía de un sopón donde era frecuente un condimento aterrador en la penumbra de aquel recinto: los ojos de las vacas.
“En primera instancia nos colocaron en grupos de seis a ocho en cada celda, muy holgados, pero esa misma noche nos consolidaron en paquetes de treinta o más, de manera que en muchos casos hubo que alternarse para dormir acostados.
  “En esa celda de consolidados conocí, entre otros, a don Eugenio, cuando procedimos a identificarnos dentro de la más absoluta y tenebrosa oscuridad, y no sólo por el nombre sino por las ocupaciones así como por los vínculos familiares.
“No fue esa misma noche que se los llevaron, a Papilín y a él,  decía, porque la primera dosis de latas que recibimos merecieron la bendición de Papilín, que era seminarista, y no podía ser esa noche primera porque fue muy hondo en su espesura que se produjo el traslado.
Cuando llegaron las latas, una con agua, otra con la harina y la tercera evidentemente empleada antes en heces fecales, todo el mundo las miró con cierta indiferencia. ¡Nadie las tocó! hasta que Papilín tomó la de harina, la bendijo diciendo que: “esa era la comida y que no debíamos debilitarnos”, tomando de inmediato un trago de aquello sin ocultar la repugnancia.
“En esa celda estaban los que luego constituyeron en gran medida el primer grupo de prisioneros llevados al Palacio de Justicia para la farsa de un juicio en que se nos condenó a todos a 30 años de prisión y a 600 mil pesos de multa pagaderos a peso por día.
 “Unas horas después, tu papá y Papilín fueron sacados juntos de la celda y llevados, es de suponer, a La 40, donde no tengo idea de si alguien les vio y presumiblemente allí murieron".
En el intercambio de recuerdos, José continúa relatando: "El de Freddy se complementa con el mío en el detalle referente a los dos días que estuvimos juntos, que yo no pude precisar antes pero que, al leer el suyo, pude recordar. O sea, no fueron devueltos a La 40 la misma noche de la llegada, y la fecha de Freddy es también más precisa, fue del 29 al 30 el traslado tenebroso. Los detalles de Leandro sobre su muerte son espeluznantes y la pieza utilizada para la ejecución aparece en los catálogos universales de la infamia como "el garrote vil" muy empleado en la Guerra Civil española".
Freddy Bonnelly, revolviendo sus vivencias, nos facilita datos de igual valor, al comentar: " Comparto casi todo lo dicho tanto por Leandro como por  José, excepto con la fecha.  Como te dije, donde por primera y única vez que vi a Eugenio fue cuando nos llevaron desde "La 40"  a "La Victoria" el día 29 de enero, en la media noche, amaneciendo el 30; lo que no puedo precisar es si transcurrieron uno o dos días, es por eso que digo que pudo ser el 31 de enero o el 1ro. de febrero del 1960.
“Ya en la ¨La Victoria¨, nos introdujeron a la solitaria de más o menos 6 pies de ancho por algunos 12 de largo.  Nos metieron a 18 totalmente desnudos, en algunas  otras celdas metieron hasta 22.  Como no podíamos acostarnos todos, ya que el espacio no daba, Eugenio y yo nos quedamos parados hablando casi toda la noche, en espera de que algunos se despertaran y nos dieran el espacio.  Hablamos mucho pero no puedo recordar lo que dijimos.  Si sé que me dijo que era de Santiago y que tenía familia.   Lo que no puedo precisar es si fueron uno o dos días, por eso digo que pudo ser el 31 de enero o el 1ro. de febrero del 1960, porque vinieron a buscar a Eugenio, en la tardecita, para llevarlo a La 40, antes de la hora de cenar en la referida área.  Al poco tiempo, cuando nos dieron visita, Leandro me contó cómo sucedió”.  

“Entre los que ocupábamos esa celda—sigue contándome Freddy Bonnelly-- estaban Cayeyo Grisanti, Luis Ramón Peña González, (a) Papilín, mi hermano Carlos Sully, José Cuello, Feliz Germán, Manolito Baquero, Villamán Olsen, Sully Martínez Bonnelly, Moncho Imbert, Alfredo Bergés, René Del Risco Bermúdez, Paquitín Noriega, yo y seis más cuyos nombres no recuerdo.  No recuerdo que a Papilín se lo llevaran ese día.  Él fue quien inició rezar el rosario y a lo que yo recuerde, se lo llevaron varios días después de esto y lo trajeron de nuevo a la celda.   Él nos dijo que querían obligarlo a declarar  que Mons. Pepén estaba involucrado pero que  no lo hizo.  Según recuerdo
fué el 30 o 31 como a las 6 de la tarde que lo vinieron a buscar. ¡No  volvimos a verles!”  

Sin mayor trascendencia en precisar las fechas, a finales de enero o principios de febrero del 1960, lo que sí importa registrar es que Eugenio Perdomo Ramírez y el seminarista Luis Ramón Peña González, (a) Papilín, de manera vil y cobarde fueron  salvajemente “ajusticiados” en la abominable cárcel “La 40”.  

Para concluir, los museos memoriales recogen las historias de las naciones, escritas en las páginas del sacrificio de sus hijos.  Con estas notas, pretendo aportar parte de las experiencias que familiarmente y sin mejores opciones,  debimos asimilar durante la ¨Era Gloriosa¨ del ¨Benefactor de la Patria¨, justo durante el mes de junio, cuando la patria se viste de gala homenajeando a los hombres que conforman la Raza Inmortal y a todos aquellos que nos legaron el privilegio de sus luchas, además de reconocerles como miembros inolvidables del heroico Movimiento  Clandestino 14 de Junio.  ¡Que no se pierda nunca nuestra memoria histórica!  ¡Loor a los Mártires y Héroes de Junio!  

lunes, 7 de noviembre de 2011

Sinceridad, Señor Presidente

Por Juan Bolívar Díaz

Al presidente Leonel Fernández le está haciendo falta un amigo sincero que le recomiende un poco de humildad y honradez intelectual al enfrentar la indeclinable demanda nacional de priorizar la inversión en educación como fundamento del desarrollo, para que no siga ofendiendo hasta a sus propios colaboradores como ocurrió el jueves durante un acto de graduación celebrado en el Palacio Nacional.

El mandatario sostuvo que "en un debate serio sobre la educación primero hay que decirle qué se enseña, cómo se enseña y para qué se enseña, y luego hablar del resto", es decir de la inversión, insistiendo en querer poner la carreta delante de los bueyes y desconociendo el sabio adagio popular de que el dinero no lo es todo, pero sin él estamos condenados a la pobreza.

Habría que comenzar preguntándole cuantos años más necesita en la presidencia de la nación para hacer que le respondan esas preguntas, y en quiénes confió para que durante más de una década respondieran cuestiones tan vitales para la "sociedad del conocimiento del siglo 21" que él tanto ha ponderado. ¿Tal vez otros 12 años? Y si no encontró colaboradores capaces de darle esas respuestas, su trascendencia demandaban que saliera a buscarlas, aunque tuviera que auto designarse Ministro de Educación.
Pero no es cierto que esas preguntas y muchas otras no hayan tenido respuestas, tantas que hay que preocuparse por la memoria del primer mandatario. Se le ha olvidado que desde el Diálogo Nacional en su primer gestión, hasta la Cumbre de las Fuerzas Vivas en el 2009, la inversión y la calidad de la educación han sido la prioridad 1-A de gran parte de la sociedad organizada y de los educadores.

El diagnóstico y las soluciones al retraso educativo quedaron expuestas ya en el primer plan decenal de Educación 1992-02, empujado por la sociedad dominicana durante la gestión de la doctora Jackeline Malagón. Cuando ese plan concluyó técnicos bajo la regencia de la doctora Milagros Ortiz Bosch, diseñaron otro, desechado cuando Fernández volvió al poder en el 2004 y designó a la doctora Alejandrina Germán como secretaria de Educación, quien procedió a hacer aprobar y poner en vigencia su propio Plan Decenal de Educación 2008-2018.

Debe recordarse que, como los dos anteriores, ese nuevo plan educativo fue precedido por una amplia consulta que abarcó el período 2005-06 a partir del llamado Foro Presidencial por la Excelencia de la Educación Dominicana, cuyo lanzamiento y conclusiones fueron proclamadas por el presidente Fernández y recogidas en un elegante folleto. Las consultas abarcaron a cientos de organizaciones sociales de todo género y a miles de educadores y personalidades.

El libro del Plan Decenal contiene una lista de cientos de "Personalidades y Organizaciones Participantes", comenzando por los 24 integrantes de la "Comisión Institucional" para su elaboración, que incluye a los mejores técnicos colaboradores del presidente Fernández, entre ellos la actual ministra Josefina Pimentel, a 28 integrantes del Consejo Nacional de Educación, 6 consultores y 7 exsecretarios de educación.


Entre las instituciones participantes en las consultas están las universidades, organismos internacionales, entidades estatales, partidos políticos, iglesias, asociaciones empresariales, profesionales, sociales, sindicales y medios de comunicación, incluyendo las de la diáspora dominicana en Estados Unidos y Europa.

Si el Plan Decenal no respondiera las preguntas básicas, el presidente Fernández debiera concluir que equivocó el país que ha gobernado. Pero ese programa es abarcador sobre los ingredientes imprescindibles para una educación de calidad, incluyendo un capítulo 8 sobre financiamiento, el cual proclama que para lograr sus objetivos y metas "se requiere una inversión sostenida y comprometida por parte del Estado, que alcance en el 2012 el 4.09% del PIB o el 20.46% del gasto público total".

El problema del presidente Fernández es de sinceridad. Quedaría mejor si reconoce que su discurso y acción han andado divorciados y que él ha preferido invertir en cemento. El 47% de la inversión pública del 2012 se irá en obras viales.-

Tomado de www.acento.com.do

domingo, 6 de noviembre de 2011

Voló solito

Por Narciso Isa Conde



El aeropuerto de El Higüero fue nombrado Joaquín Balaguer en honor a su “magia” corruptora, desplegada en el marco de un sistema aeroportuario diseñado para traficar de todo: personas, dinero, armas, drogas…Su pista no da para el aterrizaje de “aviones espías no tripulados”, pero la corrupción que lo arropa da para inventarse un avioncito muy especial.

Alegan que estaba en el hangar de “Punta Cana” y que pertenece a esa empresa, aunque su matrícula dice otra cosa. Pinta ser uno de esos “aviones bombas”: de los que se roban para vender y se venden para revender, y hasta se “tumban” y “retumban”.

 Este finalmente “retumbó”.

Dicen que un piloto de helicóptero, que no de avión, facilitó el robo entrando a la pista por vía normal, pero con “identidad falsa” y acompañados de otros dos “pilotos”  que simularon ser “pasajeros”.

El carnet del piloto para esa “falsa identidad” -imprescindible para pasar la barrera de seguridad- no ha sido mostrado por las autoridades que lo acusan. ¿Cómo entraron –si realmente entraron– al aeropuerto? Quizás fue obra del fantasma Balaguer del Higüero, operación no captada por las enceguecidas cámaras que abundan por allí.
A los “pilotos” acompañantes, uno venezolano, se les atribuye conducir a Venezuela el bimotor Turbo-Pro  Beech Craft Quin 200. Pero resulta que ambos fueron apresados aquí, no son pilotos y no fueron presentados a juicio.

El avioncito voló solito. Otra de las “magias” de san Balaguer del Higüero.

Cuentan que lo empujaron cuatro hombres (misión físicamente imposible). Nadie lo oyó encender sus ruidosos motores, ni reportaron su despegue, ni  lo persiguieron en el aire. ¡Tucanos, radares y CESAres dormían profundamente “por órdenes superiores”!

El “facilitador”  del “robo” no salió por donde entró. Sencillamente se esfumó.

El “avión bomba”  no ha sido devuelto, posiblemente porque su matrícula no se corresponde con las señas de los reclamantes ¡Algo “mágico” tendrán que hacer para arreglar ese tollo!

Diligentes sí fueron las altas jerarquías militares (de cuyo “informe” se desligó la DNCD) para acusar del hecho al hijo de un general rebelde, embarrando de paso a toda su familia.

Parece que en lo del avión hay un “maco con cacata” muy propio de las pugnas intermafias cívico-militares, que autoridades implicadas procuran ocultar.

  Y que en la acusación al hijo del general rebelde, prima una alta dosis de perversidad consistente en “echarle una vaina” al padre a manera de venganza de la peor calaña.

PENSAMIENTO DEL DÍA

"Un ejército de ciervos dirigido por un leon es mucho mas temible que un ejército de leones mandado por un ciervo". Plutarco