lunes, 17 de octubre de 2011

Los inmigrantes también somos parte del 99 por ciento

En el verano de este año, la empresa con base en New York "Adbusters Media Foundation," mejor conocida por su publicidad anti-consumo, propuso que se realizase una ocupación pacífica de Wall Street para protestar contra la influencia corporativa en la democracia, la creciente disparidad en la riqueza, y contra la ausencia de repercusiones legales tras la reciente crisis financiera mundial.
Después de haber sido virtualmente ignorado por los medios de comunicación, el moviento "Ocupar a Wall Street," finalmente ganó la atención mundial, gracias a la reacción inicial de mano dura por parte de la policía de Brooklyn y a la detención de cientos de manifestantes pacíficos.
"Ocupar a Wall Street," que inició como una serie de manifestaciones  realizadas en el lugar anteriormente conocido como la  "Plaza de la Libertad", ha evolucionado más allá de su nombre – y ya no es sólo la gente valiente que acampa en Zuccotti Park la que protesta, sino que ahora es un movimiento nacional, apoyado por millones de estadounidenses, unido por una frase común: "Somos el 99 por ciento."
Envalentonados por la acción estimulante de los activistas que han estado protestando en Nueva York desde el 17 de septiembre, cientos de miles de personas están acudiendo en masa a las calles en ciudades de todo el país para expresar su disgusto e ira contra un sistema político y financiero que injustamente recompensa al 1% más rico a costa de los demás.
La protesta de Nueva York, fue originalmente inspirada en el movimiento árabe de la pasada primavera, sobre todo en el de las protestas de la "Plaza Tahrir" en El Cairo, que inició la revolución Egipcia del 2011 y la de los "Indignados" en España.
Los participantes, principalmente protestan contra la desigualdad social y económica, contra la avaricia corporativa, y contra la influencia del dinero de las empresas y grupos de presión sobre los políticos, entre otras cuestiones.
"Somos el 99 por ciento," tiene muchas otras demandas periféricas, como aumentar los impuestos a los ricos y a las corporaciones, poner fin a la asistencia corporativa, apoyar a los sindicatos, la protección del Seguro Social y del Medicare.
Otros manifestantes están pidiendo una auditoría o la eliminación de la Reserva Federal, cuidado de salud universal, el desmantelamiento del complejo industrial-militar, poner fin a todas las guerras, inversión en infraestructuras, en el transporte público, etc.
Los objetivos de "Somos el 99 por ciento," pueden ser vagos y en algunos aspectos aparentemente contradictorios, pero nadie puede discutir el hecho de que dicho movimiento expresa una ira genuina contra la avaricia y contra un sistema político que muchos perciben está en favor de los más ricos en un momento de angustia económica y de malestar entre la gente común.
Esta es la razón de que al día de hoy, ya las protestas se hayan extendido a otras partes del país, tales como: Washington, D.C., Los Ángeles, San Francisco, San José, Boston, Chicago, San Diego, Houston, Philadelphia, Miami, Salt Lake City, Portland, Maine, Jersey City, Trenton, Oregon, Seattle, Denver, Charlotte, Kansas City, MO, Austin, Ann Arbor, Cleveland, Dallas, Minneapolis, Sacramento, Tampa, Atlanta, Albuquerque, y Nuevo Mexico.
Este es sin duda un movimiento popular genuino, en contraste con el "Tea Party," que aunque no fue creado por los grandes intereses de la extrema derecha empresarial, fue secuestrado rápidamente por ellos.
La mayoría de los residentes en Estados Unidos, queremos una reforma real de un sistema que muchos creemos encubre injusticia y desigualdad económica.
Por otro lado, los representantes y defensores de la extrema derecha, se oponen a la existencia de un "gobierno grande", solamente cuando este trata de proteger a los consumidores ordinarios, a los pobres, a los no asegurados, al medio ambiente, etc.
Sin embargo, cuando se trata de "reforzar la frontera," para usar la expresión de algunos políticos Republicanos, están en favor de no sólo un gobierno grande, sino de uno enorme.

En su afán de cerrar las fronteras y de deportar a más de 12 millones de hombres, mujeres y niños de minorías, los llamados "conservadores", no tienen ningún ambages en apoyar la idea de convertir a Estados unidos en un estado policial.
Cada vez más ciudadanos estadounidenses, se están revelando en contra de la codicia y del odio.

Y pienso, ¿Dónde están las protestas contra las leyes anti-inmigrantes, la otra causa principal de la desigualdad y la injusticia en este país? ¿Dónde está el movimiento nacional por los derechos de los inmigrantes? ¿Dónde están las marchas pacíficas, las manifestaciones y desfiles pro-inmigrantes como los de hace unos años?

¿Dónde están las protestas contra el racismo y la xenofobia?

¿Estamos los inmigrantes y nuestros partidarios tan intimidados por programas federales crueles y represivos, como "Comunidades Seguras," que nos da miedo salir a las calles pacíficamente?
Si es así, no sólo los miembros de las comunidades inmigrantes estamos en serios problemas, sino también todos los residentes de este país.

 Por Aníbal E. Melo


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"Un ejército de ciervos dirigido por un leon es mucho mas temible que un ejército de leones mandado por un ciervo". Plutarco