Un día cualquiera del año 1989 en algunos medios de comunicación de la República Dominicana comenzaron a ser publicados artículos sobre lo nocivo que resultaba para la salud la soldadura con plomo de los envases metálicos usados para introducir alimentos para le venta al público.
Los periodistas fueron lanzados como perros de presa sobre una multitud de expertos que daban "testimonios" sobre los terribles daños de ese tipo de soldadura en ese tipo de envases.
De repente, la gente común de la calle comenzó a observar las latas que contenían salsa, leche, maíz en grano, gandules... y cualquier otro tipo de alimentos.
Los clientes ya no querían comprar ningún alimento que estuviera dentro de una lata almacenada en envases soldados con plomo.
Aquella prensa que mantuvo la campaña, se ocupaba de mostrar sugerentes fotografías que mostraban las formas irregulares de la soldadura con plomo, para que los clientes la reconocieran y la rechazaran.
Como alternativa, sugerían que la soldadura eléctrica y con otros metales era inofensiva a la salud.
Lo dijeron y lo repitieron de manera insistente, tanto en anuncios comerciales como en artículos periodísticos "independientes", en "noticias" divulgados en los noticiarios "independientes" y... "por ahí María se va".
El tiempo pasó. Poco más de veinte años han transcurrido de esa masiva campaña de radio, televisión y prensa contra la soldadura con plomo.
Una parte de los expertos planteaba que la cantidad de plomo utilizada en la soldadura de los envases no era dañina.
Parece que tenían razón, puesto que 21 años después de esa feroz campaña contra la soldadura con plomo, no se conocen estudios de que a la gente se le esté desprendiendo el pelo, ni que tenga la sangre llena de plomo, ni que padezca de terribles dolores de cabeza por consumir leche, por ejemplo, envasada en latas soldadas con plomo.
Entonces, ¿Qué pudo haber ocurrido para que "la prensa" se lanzara en masa a la realización de esa campaña?
¿Porqué, de repente, ya no mencionaron más el tema?
Ocurre que, según se supo más tarde, un agresivo empresario español había hecho una importante inversión en nuevas maquinarias especializadas en soldaduras eléctricas de envases de metal para alimentos.
El hombre quería una cuota en el mercado de las latas. Ese mercado estaba dominado por los industriales de soldadura con plomo.
Pero, ocurre que en la "guerra de las latas", los que trabajaban con plomo tenían una desventaja enorme: no eran propietarios de medios de comunicación, como sí lo era el empresario español que declaró la guerra.
Así las cosas y después de varios meses de "combate", el español logró su objetivo al obtener una suculenta cuota del mercado de las latas.
Como por arte de magia, a los reporteros ya no les interesó más decirle a la gente lo malo que era la soldadura con plomo, el tema fue lanzado al zafacón y son pocos los que la recuerdan, pero el empresario español continúa engordando su cartera.
Ese español es un tipo altamente inteligente. Sacó lecciones y, con el tiempo, aumentó su poder en los medios de comunicación. Es el mayor editor de diarios del país y posee canales de televisión con poderosa influencia sobre la población.
Pone a la gente a pensar en lo que él quiere que piensen cuando él lo decida.
Por ejemplo, ya él sabe que el próximo diciembre los trabajadores recibirán el sueldo número 13. Será el tiempo de hacer nuevos planes para iniciar el nuevo año.
Quiere que una parte de ese sueldo 13 vaya a parar a sus bolsillos y, en consecuencia, ha intensificado su campaña para que la población le compre su pintura masivamente.
El tipo no es tonto, sabe manipular la conciencia de la gente. Ya son muchas las personas que se encuentran "fea" la pintura que colocaron el pasado diciembre a sus casas y creen, "sincesaremente", que tienen que cambiarla. Sin darse cuenta, caen en el gancho del español.
Y, por si fuera poco, por todos sus medios de comunicación, que son los más poderosos, preparan a la gente para el último golpe económico del período sacándole del bolsillo el último peso con el mayor negocio de juguetes del país.
Observen un detalle, ya el desayuno que es servido a los estudiantes en las escuelas públicas no tiene problemas. Nadie se intoxica. todo está de maravilla.
Melaneo Paredes se puso de comparón a comprar libros en el extranjero y, de repente, chocó con una feróz campaña que le lanzaba la culpa de cualquier erupto que tuvieran los estudiantes por el desayuno.
Realmente, el objetivo no era el "desayuno", sino el negocio de los libros de textos, en el que el español y los suyos también dominan.
Un detalle interesante es que ninguno de sus medios, impresos, de teelvisión, radio o internet, ha dicho ni una sola palabra del desastre que son las pruebas nacionales.
La razón es sencilla: su dueño es uno de los mayores impresores de esas pruebas.
Con esos antecedentes en las manos, no estaría demás, observar con cuidado la campaña que mantienen esos mismos medios contra el diputado Juan Hubieres y las gentes a las que este defiende.
Sobre todo, si se tiene en cuenta que algún ejecutivo de cierto medio de renombre ha sugerido en ciertos lugares que al diputado Hubieres "lo que tenían que hacer era meterle una bala en la cabeza".
Es evidente que el perro de presa, en este caso, es peor que su amo.
Pero, ¿Porqué no se toma la demanda y lo hace él con sus propias manos?
No se porqué, pero lo que hacen algunos medios de comunicación en la República Dominicana, tergiversando y manipulando a la opinión pública en función de ciertos intereses, se parece demasiado a la forma en que las grandes cadenas manipularon a la población mundial para justificar le guerra de rapiñas contra Libia.
Justificaron a "los rebeldes de la OTAN" en sus acciones violentas porque había que "salvar vidas" de manos del "dictador", pero guardaron silencio cómplice cuando la Organización Terrorista del Atlántico Norte asesinó a cientos de miles de libios con sus bombas "inteligentes" y, finalmente, mataron al presidente de un país soberano.
Ahora, "piden una investigación" de un asesinato que aupiciaron, promovieron y financiaron.
Si a Hubieres lo asesinan en cualquiera de esos incidentes en los que el diputado se ve involucrado en defensa de sus creencias, entonces esos mismos perverso, incluido el español, se desgarrarán las vestimentas "exigiendo" la "investigación" de un asesinato que, probablemente, auspician.
Lo primero que tratan de lograr es su asesinato moral. Por ahi han ganado un gran trecho.
Después llegará el asesinato físico.
Entonces, ¿Hablamos de la "opinión pública" o de la "opinión de quienes controlan los medios"?
La gente no advertida, sin embargo, ingenuamente cree que piensa con su propia cabeza. No se da cuenta la forma que son manipulados por los dueños del país, que son los dueños de la industria y de los grandes medios de comunicación.
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