miércoles, 18 de enero de 2012

Margarita, una flor que se marchita

Enrique Santana
Los leonelistas, atrincherados en el exclusivo club de millonarios que es el Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana, temerosos de perder el privilegio que significa el administrar el Estado, aunaron sus esfuerzos para facilitar la repostulación del presidente Leonel Fernández. 

Luego de fracasar en la búsqueda de un bajadero legal que le permitiera al presidente presentar nuevamente su candidatura sin violar la Constitución, los leonelista miraron a su alrededor, buscando una figura que pudiera significar continuidad en sus posiciones gubernamentales, pero sobre todo que les garantizara impunidad ante la posibilidad de ser procesados por corrupción.
            Fue cuando surgió la idea de presentar la pre-candidatura de la doctora Margarita Cedeño de Fernández para encabezar la boleta presidencial peledeista.  Esto abrió grietas en el usualmente monolítico Comité Político, y peor aún, estas diferencias empezaron a ser filtradas a la opinión pública.  Los seguidores de Danilo Medina fueron los que mostraron mayor beligerancia ante ésta maniobra que ponía en peligro la nominación de su líder, quien tenia años trabajando en ese sentido.  Además éste sabía por experiencia propia de los juegos pesados del presidente del partido, y no podía arriesgarse a que este volcara todo el apoyo del gobierno sobre su esposa, y se repitiera la situación del 2007 cuando vimos a un apesadumbrado Danilo reconocer que el Estado lo había vencido.

Los leonelista se vieron en la necesidad de abandonar sus pretensiones de imponer a la primera dama, debido no tan solo a  la pobre militancia partidaria de Margarita y a su carencia de liderazgo político, sino a que su historial peledeista se resumía a haber sido compañera de trabajo de su presente esposo en el bufete de abogados del doctor  Abel Rodríguez del Orbe, hoy Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo, y haber sido durante el primer gobierno peledeista (1996-2000), asesora legal del Presidente de la República con rango de Subsecretaria de Estado.
Podríamos decir que la única credencial de trabajo político que avala a la primera dama es la de haber utilizado los millonarios fondos asignados a su despacho en obras de corte populista orientadas al clientelismo político en favor de su esposo.
Luego del triunfo de Danilo Medina en las primarias del PLD, los leonelistas cambiaron de táctica, no así de propósitos.  Montaron toda una campaña publicitaria alrededor de la primera dama, vendiéndosela al candidato como la mejor opción para acompañarlo en la boleta, por encima de candidatos de militancia incuestionable y con mayores arraigos dentro y fuera del partido, como lo es el doctor Francisco Domínguez Brito, ex senador por la provincia de Santiago y actual ministro de trabajo, quien también aspiró a la candidatura presidencial de su partido.
Los leonelistas, a través de sus bocinas pagadas en los medios de prensa del país, llegaron a afirmar que la selección de la primera dama como compañera de boleta de Danilo le representaría a su candidatura un aumento de 5 a 7 puntos en las preferencias del electorado, afirmación de la que se hizo eco el candidato peledeista al justificar ante sus seguidores la selección de Margarita por encima de aspirantes mejor calificados.
    La primera señal de que algo andaba mal con la recién “plantada” margarita fueron sus declaraciones públicas al inicio de la campaña.  En la primera se proclamó contraria a la asignación del 4% del PIB para la educación, en momentos en que Danilo Medina firmaba un pacto comprometiéndose a luchar por ella, y la segunda cuando en medio de un discurso declaró a su marido, el presidente Fernández, Padre de la Educación Dominicana.  Los estrategas de la campaña de Danilo empezaron a preocuparse y a planear como impedir que la candidata vicepresidencial ofreciera declaraciones de carácter político.

            Analistas políticos han coincidido en afirmar que el impacto de la margarita fue mayoritariamente dentro de las filas del partido de gobierno, donde indiscutiblemente el presidente goza de simpatías, pero que a lo externo de éste se puede asegurar que su impacto positivo estuvo muy lejos de llegar a un dos por ciento.
            La margarita hoy se encuentra secuestrada, lejos de los rayos solares y del rocío que le permitirían florecer.  No ha dado entrevistas ni aparecido en ninguno de los programas de opinión del país.  Su silencio es total.  Sus últimas apariciones en las que ha sido figura principal han sido para repartir juguetes en ocasión de la celebración del Día de Reyes, para inaugurar una planta de gas natural y últimamente acompañando a su esposo en los actos oficiales durante la inauguración de la universidad donada al pueblo haitiano.  Su papel en la campaña se ha circunscrito al “caravaneo”.  A la compañera de formula de Danilo Medina solo se le ve en las caravanas moradas, calladita, sonriéndole al publico junto al candidato, y luciendo un extraño pero “monísimo” sombrerito estilo cachucha, morado con una estrellita amarilla al frente.  De seguro que su ambición política solo es superada por su amor por los sombreros.

            Por el contrario, su contraparte en el partido blanco Luis Abinader, esta tirado a la calle del medio, promoviendo la candidatura perredeista en los diferentes medios de comunicación, haciendo caminatas y tocando puertas, recabando apoyo para la candidatura de su partido, exactamente lo que debe hacer un compañero de boleta.
            Lamentablemente para Danilo, lo que le hicieron ver como parte de un hermoso arreglo floral, hoy se marchita, solitaria, impedida de aportar a su campaña la luminosidad prometida.  La margarita, lamentablemente, se marchita….!

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PENSAMIENTO DEL DÍA

"Un ejército de ciervos dirigido por un leon es mucho mas temible que un ejército de leones mandado por un ciervo". Plutarco