F'elix Calvo
El viejo
truco de convertir una mentira en verdad a fuerza de repetirla no siempre ha
funcionado, sobre todo porque la distancia de su uso inicial (durante la Segunda
Guerra Mundial por los nazis) respecto a los tiempos actuales, tiene de largo
los enormes cambios tecnológicos y de sistemas de información de acceso libre
que la humanidad no se imaginó en el momento en que las tropas hitlerianas se
abrían paso en las fronteras europeas.
Sin embargo,
algunos estrategas de “mercados políticos” y de “guerras comunicacionales”
insisten en vender como verdad evidentes mentiras. Para el caso dominicano
esas conclusiones son válidas ante el fiasco de los asesores brasileños en la
campaña de Danilo Medina.
Los
brasileños persistieron en reproducir la campaña que en Brasil dio resultados
con la sucesión de Lula (corregir lo que está mal, continuar lo que está bien
y hacer lo que nunca se ha hecho). Luego la reprodujeron con Humala en Perú
porque allí el presidente García no fue a la reelección y se distanció del
apoyo electoral. Humala, con la campaña hecha por brasileños, se proclamó
“heredero” de la gestión de García. En los dos casos se decían verdades
relacionadas con las economías de Brasil y de Perú.
En los dos
casos, la continuidad como virtud tiene sus explicaciones materiales: fuerte
crecimiento económico, alto empleo, mejoramiento del ingreso de la población,
disminución de la pobreza, aumento de las reservas internacionales de divisas
(que aprecia la moneda local y mejora el ingreso), etc. y bajos índices de
endeudamiento. En el caso de Brasil, en la era de Lula, pasa de ser un estado
deudor a uno acreedor.
En nuestro
país sucede todo lo contrario, pero el gobierno y Danilo persistieron en un
modelo exótico de mercadeo político obteniendo un fracaso evidente que quedó
en evidencia en sus guerras de encuestas y cuando, abriendo este año, sin ton
ni son, Danilo aparece queriendo apropiarse del cambio que los electores dominicanos
reclaman, quiso venderse “como el verdadero cambio”, pero sin enterrar la
defensa del “statu quo”, la pesada carga arrastrada “por la continuidad de lo
que está bien” ¿Y qué está bien? ¿La corrupción de la que Danilo no habla?
¿De la extraordinaria acumulación de capital de grupos políticos del PLD?.
A pocas
semanas de las elecciones, sin tiempo para Danilo remontar, brota el tema de
la corrupción de grupos y de asociaciones mafiosas, nacionales e
internacionales, con escándalos en Haití y en Panamá, siempre los mismos
personajes dominicanos ligados al manejo de presupuestos públicos en los tres
países.
En realidad,
la estrategia del gobierno de Leonel y del PLD para presentarse en las
elecciones de mayo descansó mucho en cálculos mal hechos sobre el silencio,
acompañado de repetir la mentira para convertirla en verdad, como es el
proyecto de mercadeo político asimilado de los brasileños para el país.
Pensaban que los medios de comunicación, todos, se sumarían al silencio de lo
que está mal, como la corrupción. Para estrechar el círculo del silencio
“resolvieron” en días la propiedad del Listín Diario, donde el mismo Leonel
se quedó con parte de las acciones a través de un testaferro originario de
Santiago de los Caballeros.
Con el líder
de la prensa impresa y pagada ya entre las piernas del proyecto del silencio,
el resto parecía una comida fácil. Pepín Corripio, beneficiado en sus
negocios con las compras gubernamentales y con centenares de millones de
pesos en publicidad pagada por el gobierno, y siendo el tesorero de la
FUNGLODE, parecía también parte del esquema del silencio sin necesidad de
consultarlo.
El resto de
los medios están involucrados en el reparto del alpiste público, pensaban
esos estrategas de los viejos tiempo, siendo Gómez Díaz otro ejemplo. Con un
poderoso grupo comunicacional Gómez Díaz recibió parte del alpiste, pero fue
y es entretenido con otras ofertas (siempre goloso) de repartos (como su
creencia de que se alzaría con la carretera transfronteriza y con Áster),
pero como premio de consolación final Leonel lo lleva a este último viaje a
Estados Unidos-Colombia, como a los dueños de multimedios El Caribe, a
quienes había beneficiado con una cementera, entre otros negocios con fondos
públicos, de cuyo escándalo no se reponen.
Un perfecto
esquema de silencio donde Hipólito Mejía no sería mencionado nunca jamás,
llevó a Danilo Medina a “descuidar” la estrategia de venta de su candidatura
que entendía asegurada, más contando con el Despacho de la Primera Dama y “su
aporte”. Corrijo, Hipólito Mejía sería mencionado, pero siempre en términos
negativos, responsable de todo lo malo sucedido en el país.
Ese esquema
se ha derrumbado por segunda vez en dos ocasiones desde el 2005 cuando se
intentó poner en marcha, entonces sin los brasileños y para “salvar de la
Justicia” a los banqueros que quebraron bancos mediante el mecanismo de
defraudación desde adentro, pero que habían apoyado al PLD en el 2004 contra
el gobierno de Mejía. Era una forma de devolver el favor, por eso nunca se
expropiaron esos medios, a pesar de las acusaciones de lavado, o devolvieron
uno que era de BANINTER.
Se pensaba
que ignorando el caso en la prensa de esos banqueros y en la otra impresa
bastaría para que los jueces no castigaran a los delincuentes de cuello blanco
o, en otro escenario, como no había opinión pública favorable para la condena
esos exbanqueros pudieran usar parte del dinero robado para comprar las
sentencias. Abogados expertos en esa tarea no estaban muy lejos de ellos. No
es casual que alguno de esos abogados, ahora sin oficio, haga de locutor
político en una cadena de infamia pagada por el gobierno para la guerra sucia
a favor de su candidato Danilo Medina.
Y es que esa
vieja estrategia de silenciar al oponente para repetir una mentira que se convierta
en verdad, al mejor estilo nazi, carece de validez en estos nuevos tiempos.
Si usted hace un simple ejercicio de sumatoria de todos los diarios impresos
y pagados del país, concluirá que ellos no tienen razón de existir desde el
punto de vista de la lectoría, como ha sucedido en todo el mundo.
Mientras
tanto, ha aparecido una variada gama de medios digitales y de sistema de
comunicación o redes sociales, vinculados al internet, cuyo impacto no se ha
valorado en el país. Esos medios, a los que acceden miles de jóvenes (o la
generación del internet) superan 10 a 1 a los lectores de diarios impresos y
pagados. Los estudios electorales ubican a Hipólito Mejía muy bien situado en
ese segmento, algo no comprendido en el PLD ni por el señor Leonel Fernández,
el gran propagandista del “progreso” sin educación.
Como toda esa
estrategia ha fracasado, recurren a los chantajes, a las presiones
sicológicas y a las amenazas directas e indirectas, intentan abrumar hasta
con la fuerza pública, como si viviéramos el mundo de 1978. En su oportunidad
lo denuncié por esta columna. En particular, a quien esto escribe tales
amenazas le han llovido. Primero intentando cerrar a 7dias.com.do, luego,
como no han podido, recurren a las amenazas de apresarme en cualquier momento
y por cualquier vía. ¿Motivos? No se preocupan, hasta me lo fabrican, el tema
no
es la
culpabilidad o no, sino cambiar percepciones electorales mediante el truco de
sacar del debate lo mal hecho, la corrupción generalizada.
De manera que
las amenazas a Nuria Piera, a Margarita Cordero, a Marcos Martínez, entre
otros, y ahora el show con Pepe Goico, son parte del mismo bloque de fracaso
electoral que algunos llaman desesperación, aunque olvidan una cosa: que el
mismo gobierno viola la Constitución desde el artículo 40 al 44 cuando pincha
teléfonos sin mandato judicial (para lo cual debe existir una investigación
abierta). O viola el artículo 48 (Libertad de expresión e información) que en
su acápite 3 establece:
“El secreto
profesional y la cláusula de conciencia del periodista están protegidos por
la Constitución y la ley”.
Si es así,
¿cómo allanar para buscar las fuentes de información de donde la periodista
Nuria Piera elaboró sus programas? ¿Quién anda contra la ley? ¿No es eso
complicidad del ministerio público con la violación de la Constitución? ¿Y
ese comportamiento del ministerio público no es razón suficiente para
destituirlo en el próximo cambio de gobierno?.
Y otra cosa:
la lucha contra la corrupción no es un asunto de conspiración. La corrupción pública
es un delito en todo el mundo, que dos gobiernos acusados de corrupción hagan
el papel hecho en el caso de Pepe Goico están evidenciando una asociación
internacional de malhechores, los acusados de corruptos asociándose para
defenderse cuando deberían, los fiscales de las dos naciones, tener
investigaciones abiertas sobre esas denuncias públicas.
El artículo
21, acápite 5 de la Constitución dominicana establece como un Derecho
Ciudadano, “Denunciar las faltas cometidas por los funcionarios públicos en
el desempeño de su cargo”.
En Estados
Unidos acaban de condenar a 22 años de cárcel a un exasistente de Aristide
que “lavó” unas “simples” comisiones o sobornos que recibió en un proceso de
licitación en Haití mientras era funcionario. Y es que Estados Unidos aprobó
una ley, llamada en inglés Ley RICO, pero también Duvalier, para perseguir a
los exfuncionarios públicos de otros países que lavan dinero robado a través
de las instituciones financieras estadounidenses.
Un
“prominente estadounidense”, llamado Luis Álvarez Renta fue condenado en
materia civil mediante la Ley RICO. También se iniciaron procesos penales en
su contra mediante la Ley RICO, pero al ser condenado en el país se paralizó
esa acción.
¿Andan Félix
Bautista y Leonel Fernández orillando la Ley RICO?
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Tomado de www.7días.com
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sábado, 14 de abril de 2012
La obsesión de Leonel por el silencio
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PENSAMIENTO DEL DÍA
"Un ejército de ciervos dirigido por un leon es mucho mas temible que un ejército de leones mandado por un ciervo". Plutarco
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