martes, 1 de mayo de 2012

A LOS CUARENTA (40) AÑOS DE UNA AGRESION EN MI CONTRA

Por: Ramón Antonio Negro Veras

 Para conocimiento de la presente y futura generación de dominicanos y dominicanas, me permito dar mi testimonio con relación a un hecho ocurrido el día 1 de mayo de 1972, en el cual fui víctima de una brutal agresión ejecutada en Santiago por miembros de la Policía Nacional.

Atendiendo a una invitación que me hizo la directiva del Sindicato de la Tabacalera, de Santiago, procedí a dictar el día 1 de mayo de 1972, en horas de la mañana, una charla a sus miembros en el local de su organización, ubicado en la avenida Central esquina Sánchez. Mi exposición tuvo por título: “Este Primero de Mayo y Siempre, la Clase Obrera con el Pueblo de Vietnam”.

 El motivo por el cual expuse el tema de Vietnam, fue porque todavía el pueblo vietnamita se encontraba en lucha firme contra el imperio del Norte, y se imponía que el primero de mayo, fecha histórica de los trabajadores a nivel internacional,  la charla se la dedicara a ese heroico pueblo.

 Una vez terminé mi intervención, los directivos y todos los trabajadores presentes comenzaron a disfrutar de una pequeña fiesta, pero antes de iniciar la misma el dirigente sindical Nelson Vásquez, dijo que en vista de que los compañeros de la Unión Nacional de Choferes Sindicalizados –UNACHOSIN-, no tenían dinero para comprar golosinas y refrescos, se les preparara una caja con bocadillos y otras picaderas. Una comisión se trasladó al local de UNACHOSIN, para esa época ubicado en la segunda planta de un edificio situado en la calle Pedro M. Hungría de la ciudad de Santiago.

 Los comisionados regresaron al poco rato e informaron que no habían podido hacer la entrega de las golosinas porque fueron impedidos de entrar, ya que el Servicio Secreto de la Policía Nacional había ocupado el local y estaba reprimiendo a los trabajadores que se encontraban en su interior. Ante esa información, la directiva del Sindicato de la Tabacalera, decidió que una comisión fuera al local de la Unión Nacional de Choferes Sindicalizados    -UNACHOSIN-, a mediar con la Policía Nacional. Los directivos acordaron que yo formara parte de la comisión mediadora. Acepté la decisión. Los comisionados partimos a cumplir con el encargo.
Joaquin Balaguer
Al llegar al local de UNACHOSIN, en la puerta de la primera planta estaba de servicio un teniente de apellido Columna. Le expliqué el objetivo de nuestra visita. El nos dijo que el Servicio Secreto estaba arriba, en la segunda planta, repartiéndole palos a todo el mundo… y hasta niños hay ahí, terminó diciendo. Cuando él finalizó su exposición yo le dije: pues entonces con mayor razón acompáñenos hasta la segunda planta para ver qué se puede hacer. El teniente accedió, nos guió hacia donde estaba el Servicio Secreto de la policía.

 Una vez llegamos al último peldaño de la escalera, el capitán Bienvenido Cruz Acevedo dijo, dirigiéndose a mí: “Este hijo de puta es el que está aquí organizando este desorden; acto seguido le ordenó a un agente que me golpeara; el agente policial y otros más me propinaron golpes por la cabeza y otras partes del cuerpo; me arrastraron por el piso, cargaron mi cuerpo y me lanzaron desde la segunda planta del local de UNACHOSIN hacia el pavimento, donde mi cuerpo fue recogido por los mismos agentes policiales, quienes me introdujeron en un carro policial y me trasladaron a la morgue del Hospital José María Cabral y Báez, desde donde luego fui llevado e internado en el Centro Médico Cibao; allí permanecí varios días. El Dr. Salvador Jorge Blanco, para esa época mi compañero de oficina de abogado, fue quien gestionó mi traslado al Centro Médico.

 Las lesiones que recibí en distintas partes del cuerpo fueron muy severas hasta el punto de que durante mucho tiempo me afectaron parte del cerebro lo que me impedía coordinar mis ideas. (1)

 Lo peor de todo fue que además de la golpiza, la Policía Nacional en combinación con el Procurador Fiscal, preparó en mí contra un infamante expediente y me sometió a la justicia. El fiscal titular me impuso una fianza, pero el Procurador de la Corte declaró que yo no era culpable de los hechos que se me imputaban y dispuso mi libertad. (2)  

 El Capitán Bienvenido Cruz Acevedo, para la época Jefe del Servicio Secreto de la Policía Nacional en Santiago, había manifestado inquina contra mi persona porque yo demostré, en el año 1970, en el caso de José Antonio López -El Che-, que él, Cruz Acevedo, había llevado la pistola que pusieron en la casa de José Antonio López –El Che-. También se sentía molesto conmigo porque yo había sostenido que Lorenzo Enrique Vargas –El Sombrerero-, no había participado en el asesinato de Boyoyo, ni en el crimen contra los esposos Porter y que, por el contrario, los familiares de Boyoyo señalaban a la policía, y específicamente al Servicio Secreto, como responsable del crimen contra Boyoyo.

 Además, el agente policial a quien Bienvenido Cruz Acevedo ordenó me golpeara, el Sargento Andrés García, fue el mismo que puso la pistola en la casa de El Che, como bien lo declaró ante la Corte e Apelación la testigo Ana Lucía Rodríguez. (3)
Victor Castellanos
Al momento de la policía darme la golpiza, el 1 de mayo de 1972, el Procurador Fiscal titular en Santiago lo era el Dr. Gustavo Félix Carvajal, el mismo que en el año 1970, formuló en mi contra una querella porque, supuestamente, lo había difamado e injuriado al decir que él era un mentiroso porque había instrumentado la acta de allanamiento falsa donde hizo constar que, alegadamente, él había estado presente cuando apareció la pistola que portaba la víctima, el Capitán Vinicio Polanco, la noche cuando fue asesinado.  Por esta razón fue que, contrario a lo que declaró el Licdo. Federico García Godoy, quien manifestó que yo no tenía ninguna responsabilidad de lo ocurrido el 1ro. de mayo, el Dr. Carvajal, dijo que sí, que yo era culpable de los hechos que habían sucedido en UNACHOSIN y que, por tanto, para salir en libertad debía de pagar una fianza de RD$20,000.00. 

 Luego todo quedó comprobado, hasta el punto de que la jefatura de la Policía Nacional, dispuso el traslado del Capitán Cruz Acevedo y de todos los agentes que participaron en la golpiza en mi contra. (4) 

Debo precisar que mientras me encontraba interno en el Centro Médico Cibao, me visitó el Dr. Víctor Castellanos, para esa época Senador por la provincia de Santiago, y me manifestó que el Dr. Joaquín Balaguer, le había dicho que veía con buenos ojos que yo abandonara el país y que estaba dispuesto a poner a mi disposición un cargo consular donde yo lo escogiera. Le manifesté al Dr. Castellanos, que le dijera al Dr. Balaguer que yo le daba las gracias por su preocupación por mi persona, pero que no estaba dispuesto a abandonar el país.  Luego de la conversación con el Dr. Castellanos, fui informado de que en Santiago, grupos políticos que me adversaban estaban motivando al Dr. Balaguer, para que me deportara.  
El periódico El Sol de fecha 5 de mayo de 1972, publicó una noticia calzada con la firma del periodista Rubén Abreu Méndez, la cual dice, entre otras cosas: 
“Rumoréase Abogado Podría Ser Deportado”. Se rumoró ayer con insistencia, que sería deportado por el gobierno el Dr. Ramón Antonio Veras, secretario general de la Asociación de Abogados de Santiago. El abogado, quien guarda cama tras una severa golpiza que le propinaron varios policías, dijo que jurídicamente no puede ser deportado. Veras fue consultado sobre los rumores, que también llegaron a su habitación del Centro Médico Cibao. Anteayer se conocieron por primera vez estos rumores en el Palacio de Justicia de esta ciudad, mientras eran interrogados más de 40 detenidos durante los sucesos acaecidos el día primero en el local de Unión Nacional de Choferes Sindicalizados Independientes (UNACHOSIN). A mi no se me puede extrañar del país porque la Constitución me ampara y me da derecho  a vivir aquí” expresó el joven abogado santiaguense. Señaló que ninguna sentencia de ningún tribunal me ha condenado a ser extrañado del territorio de la República Dominicana. Dijo el DOCTOR VERAS que él no ha cometido ningún delito y tengo derecho a vivir en mi país porque soy tan dominicano como el que más. La agresión de que fue objeto el dirigente de la Asociación de Abogados de Santiago ha merecido el repudio de las organizaciones profesionales del país y de voceros de opinión pública. Algunos profesionales locales mostraron ayer su preocupación ante los insistentes rumores de la deportación del DR. VERAS. De inmediato no se pudo determinar que actitud asumirán las organizaciones profesionales en caso de que se materialice la expulsión del abogado. VERAS agregó que aunque conmigo se ha cometido una violación a los más elementales derechos humanos, sigo creyendo que todo dominicano tiene derecho a vivir en su país. Ahora bien, ante tantas arbitrariedades que se cometen, no me sorprendería que alguna cabeza anide la idea de extrañarme del territorio nacional, apuntó. Considera el profesional que nadie puede ubicarlo en ninguna organización política porque se dedica única y exclusivamente al ejercicio de su profesión. El DOCTOR VERAS se ha destacado en esta ciudad por su defensa de jóvenes acusados por motivos políticos y porque ha puesto su profesión gratuitamente al servicio de personas de escasos recursos económicos.  Al respecto dijo que “no voy a temer bajo ninguna circunstancia defender ante los tribunales a todo aquél que acuda a mi oficina reclamando mis servicios gratuitos aunque esa defensa me traiga consecuencias peores que las que estoy sufriendo actualmente”. Dijo saber que la situación de animosidad hacia mi persona en algunos sectores es el resultado de la defensa que ha hecho en estrados de algunas personas que tienen expedientes con fondos políticos.  Aclaró que cuando una persona le requiere sus servicios profesionales “yo no le pregunto su filiación política; me basta estudiar el expediente y determinar que se está cometiendo una injusticia con el acusado”. Informó que las charlas y conferencias que viene dando tienen como objetivo principal edificar a los sectores del pueblo que no han tenido acceso a la escuela para que comprendan cuáles son los derechos humanos y las vías para hacerlos efectivos. Si en nuestro país se comprendiera el significado de los derechos humanos con mi persona no se hubiera cometido un acto de arbitrariedad material como el que se cometió y moral porque se me trata de involucrar en un expediente que a todas luces es el resultado de un revanchismo de tipo personal. El DOCTOR VERAS se encontraba ayer aún internado en el Centro Médico Cibao, donde está desde el pasado día primero, fecha que fue agredido por agentes de la Policía Nacional.”   

Por feliz casualidad, solamente recibí la golpiza y el sometimiento que me hizo el fiscal. La deportación quedó en la mente calenturienta de aquellos que no aceptan el debate de las ideas. 

Debo destacar que el Dr. Víctor Castellanos, en todo el curso de la conversación que sostuvimos demostró mucho pesar por mi estado de salud, y se manifestó indignado por la acción que se había llevado a cabo contra de mi persona. Como abogado y como político, el Dr. Víctor Castellanos, siempre demostró ser un hombre decente, respetuoso y sensible.
Permanecí interno en la clínica durante veintiocho (28) días. 

Esta es la realidad de lo ocurrido el día 1 de mayo de 1972, cuando se cumplen hoy cuarenta (40) años. NO guardo ningún rencor contra mis agresores; para mí fue un hecho propio de la coyuntura política que vivió nuestro país durante los fatídicos doce (12) años del doctor Joaquín Balaguer.

 New York, NY.
1 de mayo de 2012


FUENTES DE CITAS: 

1.- El Nacional, 4 de mayo de 1972.
2.- El Sol y La Información, 10 de mayo de 1972
3.- Listín Diario, 8 de mayo de 1972.
4.- El Caribe, 8 de mayo de 1972.

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"Un ejército de ciervos dirigido por un leon es mucho mas temible que un ejército de leones mandado por un ciervo". Plutarco