lunes, 23 de abril de 2012

Leonel y Félix: el binomio perfecto

Entre Usted y yo

Por Rafael Calderón*

El presidente Leonel Fernández y el senador Félix Bautista están hechos tal para cual. A la luz de lo que de ellos se conoce antes de que por primera vez llegaran al Palacio Nacional en 1996, se puede afirmar que forman el binomio perfecto de progreso personal.
Que alguien me corrija si estoy equivocado, pero no alcanzo a ver en la historia del país ni en las propias filas del PLD otro par de políticos que se haya catapultado de la pobreza a la riqueza con la celeridad que lo han hecho el presidente y el secretario de organización del Partido de la Liberación Dominicana. De más está decir que en el sector privado tampoco es posible encontrar un dueto como ese.
Las similitudes entre ambos son tantas que tal vez sean las claves que llevaron al presidente a decir que quería como un hijo al senador. (Perdón por la digresión, pero cada vez que escribo la palabra senador siento un deseo inmenso de iniciarla con C, pensando en que el “senado para el progreso” se está cenando por barriles los recursos del estado, con el agravante de que luego eructa pestilencias como el “desagravio” al presidente Obama o la confusión de las fechas de nacimiento y muerte de Juan Pablo Duarte.
Volviendo al tema original, la limitación de recursos que padecía Leonel antes de subir al poder no es secreto para nadie, pero es algo que exponen con gran ternura los periodistas Rafael Núñez, jefe de prensa del gobierno, y Lipe Collado en dos escritos edulcorados que dan referencias del pasado austero del hoy poderoso mandatario.
Núñez habló, sin proponérselo, en una columna escrita en Diario Libre de la precariedad económica por la que atravesaba Leonel después de las elecciones de 1994, en las cuales éste fue candidato vicepresidencial del PLD, precariedad que lo llevó a alejarse un poco de la política para ponerse al frente de la pequeña oficina que tenía en el bufete del doctor Abel Rodríguez.
Meses después de las elecciones, Núñez extrañaba a Leonel, y una tarde fue a verlo en su oficina y lo encontró tecleando personalmente un acto notarial para un cliente, escribió Rafael. Nótese que Leonel no disponía de secretaria.

Leonel, Bautista y Pared Pérez
Por su parte, Lipe en un relato sobre el encuentro de este año de Leonel con sus amigos de juventud del barrio de Villa Juana da pinceladas tan tiernas de la vida de Leonel como esta de que para “sortear el ‘vaporizo’ asesino que descendía del zinc del techo” se acostaba sin camisa en el frío piso de la sala de su casa; esta otra de que iba de bola al colegio Cristóbal Colón en la barra de la bicicleta de Carmona, quien también montaba a otros dos pasajeros, uno en el timón y otro en la parrilla trasera y, la estelar, en la que habla de los robos de patos en la casa de Rafael Sánchez Capellán que se adelantaron al hit musical interpretado por Fernandito Villalona.

Bueno, esas son cosas del pasado de Leonel que contrastan de manera monumental con su presente. La vida le giró 180 grados y de abogado sin secretaria pasó a presidente con secretarias y secretarios y subsecretarios a dos por chele. De joven que se tumbaba para combatir el calor en el piso frío de la sala de su casa pasó a ser en menos de un cuatrienio el propietario de una fundación que cuenta con oficinas en New York y donde quiera que hay una embajada dominicana, además de un edificio en Santo Domingo con todos los lujos, incluyendo una cancha privada de baloncesto climatizada. De viajar a la intemperie en la bicicleta de Carmona pasó a moverse por el mundo en jets privados y por todo el país en helicópteros o en caravanas de vehículos lujosos y blindados.
Y qué decir de Félix Bautista, las crónicas de su pasado hablan de que ejercía el oficio de sastre en San Juan, de que en la capital fue comerciante de pollos matados, de que en 1995 se desplazaba en un Honda 70 vendiendo fundas plásticas en los colmados y de que vivía en una modesta vivienda alquilada. Hoy en día a este hombre a quien los peledeístas vitorean como un héroe se le atribuye la propiedad de un jet privado y par de helicópteros, apartamentos lujosos en el país y Miami, compañías de construcción de todos los calibres y una fortuna en dólares y euros cuya extraordinaria cuantía él no puede precisar, porque ya perdió la cuenta.
No hay duda de que en el país nadie ha progresado como lo han hecho Leonel y Félix. Les sobran razones a ambos para quebrar las finanzas públicas en su tentativa de poner a su preso de relativa confianza Danilo Medina en la posición desde la cual ellos impedirían su retroceso a una categoría por debajo de las que sustentaban antes del 16 de agosto de 1996.
Por hoy, me voy. Que Dios le llene de bendiciones, y se apiade de la República Dominicana.
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*Periodista dominicana residente en Nueva York.-

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PENSAMIENTO DEL DÍA

"Un ejército de ciervos dirigido por un leon es mucho mas temible que un ejército de leones mandado por un ciervo". Plutarco