El menor de mis
dos hijos cursaba el bachillerato y
tenía una novia tan jovencita como él y cuando íbamos a buscarla a su
casa para alguna salida, su madre, oriunda de un país sudamericano que
ahora no recuerdo, indefectiblemente los despedía
con este consejo: “!Sean juiciosos!”.
Entiendo que con
toda sutileza, les orientaba a no perder “el juicio” y a controlar ese
desbordamiento de hormonas y testosteronas, propio de los adolescentes enamorados, a fin de evitarse problemas que pudiesen
torcer el rumbo de sus vidas. Ella, como madre, cuidaba celosamente a su hijita y yo hacía lo propio con mi hijo,
ejerciendo nuestra responsabilidad de
padres y de adultos experimentados.
Ahora, viendo el
curso que viene tomando la actual campaña electoral, entrada ya en “la curvita dela Paraguay” , habría que
recordarles a los principales actores involucrados en ella, la gran responsabilidad que tienen frente al
pueblo dominicano, de cara al futuro
inmediato; pidiéndoles, de igual modo, que sean juiciosos.
Y es que algunos políticos están actuando con unos niveles de desesperación, como si hubiesen perdido la noción de las cosas, olvidando que si ponen en peligro la estabilidad social de esta nación, las
consecuencias de sus actos nos afectarán
a todos por igual.
Particularmente,
no entiendo ese nivel de desesperación
en un partido que se declara ganador en la primera vuelta; algo
que certificarían los observadores internacionales, así como también
Participación Ciudadana, con la
exactitud y responsabilidad conque esa institución se ha manejado desde su
fundación en cada proceso electoral.
Nadie entiende el
porqué de ese ajore; de esa campaña tan
indelicada; de ese bombardeo de
publicidad tan avasallante, tan agobiante; de las trabas a Participación
Ciudadana; del interés de utilizar
militares para trasladar la utilería electoral y quién sabe si después, hasta
las propias urnas. ¡A lo Balaguer!
Nadie entiende
que haya tanto temor a perder de un partido como el PRD que,
ajuicio del oficialismo, hizo el peor gobierno que ha tenido este
país, en contraposición con la
eficiencia, excelencia y pulcritud con que el PLD dice haber gobernado en los dos últimos periodos de su
administración.
¿Sera que al PLD
le cuesta admitir –como dice la amiga
Cosette Álvarez--que ha sido el propio PLD el encargado “de
llevara Hipólito Mejía a la categoría de Necesidad Nacional”?
Un amigo y
destacado abogado me dice hoy, medio en
broma pero sin ocultar su preocupación: “Lo que venimos diciendo: Aquí se está preparando
algo grande. El Apocalipsis Electoral. El Fin del Mundo Democrático y la
llegada del Salvador de la Nación. Una dictadura
de un solo partido”.
¡Ojala que los que han extraviado el juicio lo
recuperen a tiempo, porque este pueblo no merece pagar los platos rotos de un
banquete al que nunca fue invitado!
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*elsapenanadal@hotmail.com
1 comentario:
Coño Elsa pero que bueno. No encontre otra palabra mas chula que decir este Coño, que bueno tu estas escribiendo, barbara eso mismo hablamos mi amigo y yo todos los dias. Es que eso se ve venir. La obra se llama GANADOS Y DESESPERADOS.
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