domingo, 12 de febrero de 2012

La huida indetenible del progreso y del crecimiento del gobierno

Entre Usted  y yo
Por Rafael Calderón*
De los prófugos y náufragos del progreso del gobierno sólo sabemos cuando sus huidas de la República Dominicana fracasan en alta mar, y algunos son regresados como presos y otros como cadáveres a la tierra donde el crecimiento económico tiene como puntos cardinales al doctor Leonel Fernández, a los candidatos de su partido, a sus ministros y a los “nominillados”, los estrechos y asfixiantes límites de los cuales buscaron escapar a cualquier precio.
De quienes logran coronar la escapada por el Canal de La Mona, para suerte de ellos, ni las autoridades ni la prensa se llegan a enterar de su aventura hasta mucho tiempo después, como ha ocurrido con el caso del hoy bodeguero Juan Ortiz, quien conmovido por la tragedia en que murió más de medio centenar de sus compatriotas le narró a El Diario/La Prensa la travesía que hizo en 1987 junto a otras 93 personas.
Aunque Ortiz afirma que él no volvería a arriesgar su vida en una aventura así, y recomienda a sus desesperanzados compatriotas que no lo hagan, todo indica que entre éstos tiene categoría de irrevocable la decisión de huir, fugarse, escaparse de un discriminatorio progreso y crecimiento económico que solamente pueden exhibir Leonel y los suyos en el sinfín propagandístico en los medios periodísticos o con odiosas demostraciones personales, tales como su estrambótica llegada en un escuadrón de helicópteros a Haití.
Si Leonel y los otros tres puntos cardinales que hacen lo indecible para continuar siendo los delimitantes del poder a cualquier precio no hubiesen tapiado su conciencia, si les quedara un ápice de escrúpulo, tal vez, avergonzados, como se siente uno por aquí, hubiesen optado por no salir en caravanas esta semana a hablar pendejadas de un progreso y crecimiento económico del cual trataron de correr otros 22 dominicanos el viernes, en una acción indicativa de que la muerte de 52 compatriotas en las mismas aguas que atravesarían significó para ellos absolutamente nada ante el imperioso deseo que sienten de salir del país.  
Pienso que pocos dudan que, a pesar de los muertos y apresados más recientes, la próxima yola ya está a punto de salir, ya está en ruta o llegó a Puerto Rico. Desde abajo, lo que nuestra gente grita es que el progreso de Leonel, de los candidatos de su partido, de sus ministros y de los “nominillados” es sólo de ellos, y que para lo único que ha servido es para marcar el extraordinario contraste existente entre los gobernantes y los gobernados, el cual se puede apreciar en toda su magnitud hasta en la forma en que viajan.
Mire, mientras los gobernantes se dan el lujo de llegar ostentosos a Haití en un ruidoso escuadrón de helicópteros, con dietas y combustibles pagos, en lugar de hacerlo por tierra, los gobernados pagan altas sumas y arriesgan la vida para irse a escondidas y con el mayor silencio posible en una endeble embarcación.
Por hoy, me voy. Que Dios le llene de bendiciones, y se apiade de la República Dominicana.
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*Periodista dominicano residente en Nueva York.-

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PENSAMIENTO DEL DÍA

"Un ejército de ciervos dirigido por un leon es mucho mas temible que un ejército de leones mandado por un ciervo". Plutarco