La República Dominicana tiene más de 800 mil ancianos mayores de 60 años en condiciones de pobreza, indigencia, desamparo, sin seguro médico y sin pensiones. Se trata del 8.6% de la población del país. Es gente que se va muriendo cada día sin nadie que le lleve un plato de comida o un medicamento. La denuncia acaba de presentarla el doctor Fulgencio Severino, director de Cardiología del Hospital Salvador B. Gautier.
Un dato como ese rompe el alma de los más insensibles. Es gente que trabajó y sirvió al país y no tiene forma de asegurarse un final digno. Es un fracaso del sistema de previsión social. Es un fracaso del Estado. Es un fracaso de los políticos que han gobernado la nación. Es una vergüenza para todos los legisladores y funcionarios que han estado en condiciones de tomar decisiones para hacer justicia social y no lo han hecho.
Es casi un millón de personas que vive en la indigencia. Que necesita medicamentos y no los recibe o no tiene cómo adquirirlo. Y que sus familiares no están en condiciones de darles protección. Es pobreza por todo lado. Es indigencia, indefensión. Es el más terrible drama que una sociedad puede padecer: ver morir a sus ancianos sin ninguna seguridad de alimentación, abrigo, medicina.
Paradójicamente, dos hechos noticiosos contrastan terriblemente con esta información. Uno, el director de finanzas de la campaña del candidato oficialista Danilo Medina, Gonzalo Castillo, informa que la campaña presidencial del Partido de la Liberación Dominicana costará 900 millones de pesos. El anuncio parece algo normal, y hasta un gesto de transparencia: el sector empresarial aportará en donaciones 400 millones de pesos, otros 300 millones los buscará el equipo de finanzas y los restantes 200 millones proceden de los fondos que el Estado otorga a los partidos a través de la Junta Central Electoral.
Este anuncio debe preocupar. No porque se diga con tanto desparpajo, sino por las implicaciones que tiene. ¿A qué costo para el candidato los empresarios aportan 400 millones de pesos a un candidato que va demostrando tener los recursos del Estado a su favor? ¿Cuáles son las concesiones que tendría que hacer el candidato a los que entreguen, en tiempos de crisis, 400 millones de pesos? ¿Hay tanta bondad y magnanimidad entre los empresarios dominicanos, que no ven los 800 mil indigentes con mayores de 60 años que tiene el país pero sí ven las peticiones que les hace el equipo de campaña de Danilo Medina?
¿Dónde se buscará el equipo de finanzas de Danilo Medina los restantes 300 millones de pesos? ¿Entre los pobres e indigentes, que no tienen en qué caerse muertos? ¿Entre los dominicanos en el exterior, que ya se agotan de enviar remesas a sus familiares cada día más empobrecidos en el país, sin tener garantías de seriedad en el manejo de los fondos públicos, de los servicios o de pulcritud en el cumplimiento de las leyes? ¿Cuáles son los instrumentos de recaudación que utilizarán los miembros del equipo de finanzas de Danilo Medina? ¿Habrán incluido en ese presupuesto los muchos millones que ha gastado Danilo Medina en la precampaña y que desde hace meses se anuncia en TV, en vallas en todo el país y por los más variados canales de comunicación, como si las elecciones fueran la próxima semana?
¿No es una barbaridad que el PLD reciba 200 millones de pesos del Estado, para campaña, mientras 800 mil ancianos indigentes se mueren de hambre? ¿No es una exageración que el PLD se gaste una cantidad de millones en propaganda, como lo hace en forma desaforada el equipo de Danilo Medina, buscando votos desde ahora, olvidando que faltan todavía ocho meses para las elecciones y los 800 mil ancianos indigentes no pueden esperar porque sus necesidades son de medicina, alimentación y abrigo?
Desde ya el Estado se está gastando una millonada en promoción indirecta y directa del candidato del PLD. Vehículos, personal, horas-hombre de los ministros en campaña, mientras el discurso del candidato dice que tendrá un comportamiento diferente al que tienen sus compañeros que hoy están en el gobierno. Así no puede ser. Es una exageración y una insensibilidad que la campaña electoral del PLD consuma tanto dinero, tanto esfuerzo oficial para convencer a la gente de seguir con un patrón que ellos consideran justo y adecuado.
Si se mantiene la idea expresada por el presidente Leonel Fernández en Nueva York, de utilizar 40 mil millones de pesos para cambiar la intención de voto de los dominicanos, con comida y asfaltado de calles y más seguridad en lo que llegan las elecciones, este cuadro de costo estaría quedando muy chiquito.
Editorial de Acento.com.do
Octubre 5, 2011-10-05
No hay comentarios:
Publicar un comentario