PLD y PRD sacudidos por “garata con puños” en Boston

Redacción

Desbrozando el Camino

BOSTON, MASS.- La garata que mantienen los dos principales partidos políticos dominicanos en Nueva Inglaterra luce ser el reflejo de lo que está sucediendo entre los altos dirigentes de esas organizaciones en República Dominicana, en donde las posiciones en los organismos de campaña de los respectivos candidatos presidenciales se reparten y arrebatan cual si se tratara de una carta de triunfo que les garantiza al beneficiario estar donde “el capitán me vea” a la hora de la distribución de funciones públicas.

Si bien entre los perredeístas (Partido Revolucionario Dominicano –PRD-) fue donde primero salió a flote la disputa por las posiciones en los equipos de campaña entre los seguidores de Hipólito Mejía y Miguel Vargas Maldonado, el caso de los peledeistas (Partido de la Liberación Dominicana –PLD-), no es nada diferente, en donde incluso ha sido embarrada la imagen del país mediante la insurrección del destituido cónsul Domínico Cabral, quien además es el presidente de la seccional del partido oficial.

Por lo menos, en el papel, los perredeístas parecen haber convalidado los reglamentos internos de su partido, y el domingo 2 decidieron --por voto mayoritario-- que sea la organización quien escoja a los tres delegados electorales de Nueva Inglaterra, los cuales se habían asignado los seguidores de Mejía.

De acuerdo a lo que se ha conocido, a la reunión de la Comisión Política perredeista realizada el domingo 2 de octubre, asistieron 23 de los 25 miembros que tiene ese organismo, de los cuales 20 votaron para que se respete el reglamento de que sea el partido quien escoja e inscriba a sus delegados electorales. Los tres que se abstuvieron pertenecen a la tendencia de Hipólito Mejía.
Por lo que se ha podido conocer, por lo menos en la seccional de Nueva Inglaterra los seguidores de Miguel Vargas Maldonado se han mantenido firmes en cuanto a su disposición de trabajar por la candidatura presidencial del partido, pero reclamando respeto e integración con igual participación.
Incluso trascendió que en una reunión realizada el lunes 26 en Boston con Vargas Maldonado, este reclamó de sus seguidores, en su condición de presidente del PRD, integrarse a la campaña, considerando que no se debe desperdiciar la oportunidad de llevar a la organización unida a las próximas elecciones, con mira a ganar la presidencia de la República.
Lío también en el PLD

Aunque lo del peledeismo es una batalla de larga data entre los seguidores de Danilo Medina y Leonel Fernández, no ha sido sino hasta ahora cuando las señales de humo del fuego que calcina el interior de esa organización han comenzado a salirse de control.

Sobre todo después del desaguisado montado por el destituido cónsul, Domínico Cabral,  quien aun siendo cancelado mediante decreto presidencial, se negó con sofismas y eufemismos a entregar el cargo al designado, Miguel Ángel Andujar, un connotado seguidor de Danilo Medina.

A todo esto, en su condición de presidente de la seccional del PLD, Cabral se abrogó el poder de dirigir todo lo concerniente a la campaña de su hasta hace poco archienemigo Medina, a quien incluso llegó a descalificar para dirigir el país, por lo menos hasta que se discutía la posibilidad de la reelección de Leonel Fernández o la candidatura de la primera dama, Margarita Cedeño de Fernández.

Es así como se observa a los principales seguidores de Danilo Medina, en Nueva Inglaterra, en la misma situación en que se encuentran los perredeístas seguidores de Vargas Maldonado en esta región.

Sólo que contrario a los seguidores de Medina, los de Vargas Maldonado lucen decididos a integrarse a realizar el trabajo, siempre que se les abra el espacio que le corresponde como perredeístas.

El manejo que ha hecho Cabral de la situación, tanto del consulado como de la campaña presidencial motivó incluso, según fuentes del PLD, que el candidato presidencial se negara a recibir a sus seguidores de Massachusetts en su visita a Nueva York, aduciendo que lo primero que debían hacer es integrarse a la campaña y echar de lado las contradicciones existentes.
“Tienen que poner fin a los chismes y comenzar a trabajar”, habría sido la reacción de Medina cuando durante su visita reciente a Nueva York le planteó el problema de la seccional de Nueva Inglaterra.