Por Rafael Calderón*
Ahora sí, oficialmente, “¡llegó mamá!”. Con la segunda proclamación en menos de un mes de doña Margarita Cedeño como candidata vicepresidencial del Partido de la Liberación Dominicana en la arena del Cibao el presidente de ese partido, el doctor Leonel Fernández, todo un experto en dar señales de humo, provocó en Santiago que sus subalternos vociferaran el orden real, que no es nominal, de las candidaturas del PLD para las elecciones de mayo próximo.
Está claro que Danilo Medina tiene la nominación de candidato presidencial sólo porque los viejos del partido se mostraron remolones, tal vez por última vez, y no permitieron que doña Margarita participara en las primarias del PLD y arrollara a Danilo, como lo ha hecho las dos veces que han estado juntos este mes.
Hace tiempo que se sabe que nuestro país es muy especial. Así que tenemos una propuesta electoral en que el número uno es en realidad el número dos, piquera de ser el número tres, porque la número dos que es número uno es la pareja matrimonial del mandamás ad vitan del partido, quien, además, aspira a serlo del país, para lo cual fue creado el lema de “con ella seguimos con él”, por ahora sustituido por el que le quieren birlar al ingeniero Hipólito Mejía.
La proclamación oficial de doña Margarita tiene múltiples lecturas: la primera es de protesta y contrarresto a la forma opaca y sin estridencia con que Danilo la reconoció como compañera de boleta el día dos de noviembre. Y en verdad la presentación no fue más opaca y menos estridente el Día de los Fieles Difuntos porque alguien, en una especie de quítate que te tumbo, le rompió el protocolo a Danilo y armó una algarabía.
La segunda lectura que tiene es que Leonel quiso ir a Santiago a imponer personalmente a su esposa. No quiere dejar vuelta floja en la región que, con excepción de estos dos períodos de Leonel, siempre estuvo representada en al menos una de las tres posiciones del poder político del país: la presidencia, la vicepresidencia o la presidencia del senado.
Lo cierto es que Leonel ha sido receloso de la gente del Cibao y se ha manejado de manera muy hábil para no permitir que dentro del PLD crezca ninguna figura nativa de esa región capaz de desafiarle, desde que apagó la estrella política de Jaime David Fernández Mirabal. Tanto lo ha sido que hasta prefirió perder la sindicatura de Santiago en 2010, provocando que Gilberto Serulle se fuera de su partido y se convirtiera en síndico por el PRD.
La otra lectura de la oficialización de doña Margarita es la de la extraordinaria doblez que posee cada uno de los componentes del trío peledeísta para aparentar afinación. El Doctor Merengue es un chivito frente a cualquier de los tres.
Danilo lo ha hecho todo para aparentar que consumió por completo la inquina que le vio el embajador de los Estados Unidos. En Santiago quiso hacerse el cándido diciendo que a doña Margarita se la impuso la base del partido y no la cúpula. Jejeje parece que la base no cobra de las manos de Leonel.
Doña Margarita llegó a decir que ella no aspira a nada. Parece que piensa que olvidamos las pataletas contenidas en su discurso de declinación a la candidatura presidencial.
Y es fuera de serie la presentación de lujo de su esposa patrocinada por Leonel para corregir sin perder tiempo lo mal hecho por Danilo el pasado día dos.
Por hoy, me voy. Que Dios le llene de bendiciones, y se apiade de la República Dominicana.
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*Rafael Calderon es un periodista dominicano residente en Nueva York, Estados Unidos.
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